Aportar con nuestra calidad de vida suena bien
Cada año, en Chile, se extraen miles de toneladas de residuos de nuestras redes de alcantarillado, ríos y canales, incluyendo objetos como neumáticos, colchones, aceite de cocina, pañales, ladrillos y electrodomésticos. Estas obstrucciones no solo representan un trabajo recurrente de limpieza para las empresas de agua y saneamiento, sino que también ponen en riesgo la salud pública y la calidad de vida de todos. Cuando la infraestructura se obstruye, las aguas residuales no pueden fluir correctamente, lo que puede generar desbordes, contaminación y proliferación de vectores de enfermedades.
La semana pasada me topé con una campaña educativa en donde Epidemia, el personaje del programa infantil Cachureos, invita a los santiaguinos a cuidar las alcantarillas al son de un ritmo pegajoso y en un lenguaje simple y claro. La idea es visibilizar el daño que produce nuestra contaminación en la red.
Estas negligencias que comienzan en el hogar terminan afectando incluso al océano, dañando así desde la salud pública hasta nuestro medio ambiente. La cultura social y la fiscalización deficiente, permiten que la basura se acumule en el lecho de nuestros ríos. En períodos de escasez de lluvias, no afecta el flujo, pero cuando llueve o aumentan los deshielos la situación empeora convirtiendose en una bomba de tiempo, amenazando con tapar su flujo con desechos y generar desbordes, así como también contaminando otras zonas naturales sin freno hasta llegar al mar.
¡Mantener el Mapocho limpio es tarea de todos! Para prevenir futuros desastres, se requiere mayor educación ciudadana, mejor fiscalización y un plan de control de volumen de captura para gestionar la basura durante las lluvias. Es fundamental que como comunidad lo entendamos. La prevención y el cuidado son clave para evitar colapsos, especialmente en invierno, cuando las lluvias aumentan el flujo y la posibilidad de desbordes.
La industria sanitaria cubre una labor que va más alla de sus obligaciones y es una misión en donde todos debemos aportar, partiendo por casa, y con ello conseguir mantener nuestras ciudades limpias, saludables y seguras. En definitiva, cuidar ríos, canales y alcantarillas no es solo una acción de limpieza, sino un acto de responsabilidad que protege nuestra salud y nuestra casa.
Por Joaquín Moure, Fundación Mapocho Vivo
Lo último
Lo más leído
1.
2.
3.
4.
5.
Contenidos exclusivos y descuentos especiales
Digital + LT Beneficios$3.990/mes por 3 meses SUSCRÍBETE