6 síntomas de “déficit de dopamina” y qué puedes hacer para “desintoxicarte”
¿Te sientes sin energía, irritable o desconectado de lo que antes disfrutabas? Podrías tener un déficit de dopamina. Estos son sus 6 síntomas clave, qué lo causa y cómo restablecer el equilibrio, según una psiquiatra.
¿Sientes que nada te entusiasma como antes? Si perdiste el interés en hacer tus actividades favoritas, y prefieres quedarte en casa deslizando la pantalla del celular por horas, podrías tener un desbalance químico en tu cerebro: un déficit de dopamina, la sustancia que nos genera placer y motivación.
En conversación con CNN, la profesora de psiquiatría y ciencias de la Universidad de Staffordshire, Dra. Anna Lembke, explicó que la vida moderna —donde son protagonistas los alimentos ultraprocesados y aplicaciones con algoritmos adictivos, entre otras cosas— hacen que nuestra dopamina aumente demasiado y se desequilibre.
Pero, ¿qué es exactamente la dopamina? ¿Qué rol cumple en nuestro cerebro? ¿Qué síntomas trae el déficit de dopamina y cómo lo podemos tratar?
Qué es la dopamina y por qué debería importarnos
“La dopamina es una sustancia química que producimos en el cerebro. Es un neurotransmisor”, aseguró la Dra. Lembke. Y aunque tiene muchas funciones, los estudios han identificado que, en especial, es una sustancia vinculada a sentir placer, recompensa y motivación.
En la salud mental, la dopamina tiene mucho que ver con la adicción, una enfermedad del cerebro que “produce una desregulación en una vía de recompensa específica”.
Para entenderlo mejor, la especialista ejemplifica que, cuando hacemos algo que “nos gusta”, liberamos dopamina como recompensa y esto le dice al cerebro: “Oh, esto es algo que necesitas hacer más. Es importante para sobrevivir”.
Pero lo que está pasando ahora, en un mundo lleno de estímulos, es que estamos “saturando” nuestro cerebro de dopamina a tal nivel, que nuestro órgano está adaptándose y compensando negativamente la transmisión de esta sustancia.
Esto nos lleva a un estado de déficit de dopamina, “donde esencialmente hemos cambiado nuestro punto de referencia hedónico o de alegría. Ahora necesitamos más recompensa —y en formas más potentes— no para sentirnos bien, sino simplemente para dejar de sentirnos mal”.
Ya no son solo los adictos a las drogas o el alcohol los que tienen problemas con la dopamina, sino que “todos nos encontramos ahora en una especie de espectro del consumo compulsivo excesivo, que nos lleva hacia la adicción (...)”.
“Necesitamos cada vez más de estos reforzadores para sentir placer, y cuando no consumimos, nos sentimos disfóricos, irritables y no podemos dormir”.
Los 6 síntomas del déficit de dopamina, según la psiquiatría
De acuerdo a la experta, los síntomas del déficit de dopamina se pueden resumir en los siguientes:
- Ansiedad.
- Irritabilidad.
- Insomnio (dificultad para dormir).
- Disforia (estado general de malestar o infelicidad).
- Ansias o deseo intenso de consumir la sustancia o realizar el comportamiento adictivo.
- Falta de motivación o pérdida de interés en actividades que antes resultaban atractivas o placenteras.
La Dra. Lembke aclaró que no es que la dopamina sea mala, pues liberamos la sustancia cuando aprendemos cosas nuevas o pasamos tiempo con amigos.
No obstante, “cada vez vemos más personas adictas a las redes sociales, la pornografía en línea, las apuestas en línea, los videojuegos y todo tipo de medios digitales adictivos”.
“Cada vez hay más evidencia de que estos medios digitales activan las mismas vías de recompensa que las drogas y el alcohol y causan los mismos tipos de desregulaciones que observamos en otras adicciones”.
Esto también sucede con el consumo excesivo de azúcar u otros alimentos ultraprocesados.
“Se trata básicamente del mismo proceso patológico, solo que con un objeto de deseo o recompensa diferente”.
Cómo regular la dopamina
“Lo que recomiendo es una prueba de abstinencia de 30 días, coloquialmente llamada ‘ayuno de dopamina’, de la droga de elección”, dijo la doctora.
Lo ideal es dejar la sustancia o comportamiento problemático por cuatro semanas, primero para ver “qué tan difícil es dejarlo”, y segundo, para observar “si te sientes mejor después de cuatro semanas”.
“Ese es, en promedio, el tiempo que se tarda en restablecer las vías de recompensa, al menos fenomenológicamente. Siempre les advierto a las personas que se sentirán peor antes de sentirse mejor. Pero si superan los primeros 10 a 14 días, a menudo se sentirán mucho mejor”.
Después de esta prueba, las personas pueden volver a consumir el contenido o la actividad que les genera dopamina en exceso, pero “solo deben ser muy específicos sobre lo que van a consumir, cuánto, con qué frecuencia, en qué circunstancias, cómo van a realizar un seguimiento y cuáles serán las señales de alerta para recaer en los viejos hábitos”.
“Luego podrán reevaluar si realmente pueden consumir con moderación. En cuanto a la comida, obviamente, las personas no pueden abstenerse, ni deberían intentarlo. Pero sí pueden abstenerse del azúcar. Pueden abstenerse de los alimentos ultraprocesados”.
Lo último
Lo más leído
1.
2.
3.
4.
5.