El silencioso peligro del hantavirus en Chile: cuáles son los síntomas y cómo prevenirlo

El silencioso peligro del hantavirus en Chile: cuáles son los síntomas y cómo prevenirlo.

Las personas que más se arriesgan a contagiarse del virus zoonótico son aquellas que viven o trabajan en zonas rurales, aunque también se cree que en los puntos urbanos también podría ocurrir. En Argentina, investigadores ya detectaron la presencia de una clase de hantavirus en ratones urbanos.


El hantavirus es un riesgo de salud pública al cual los seres humanos siempre deben estar atentos. Se trata de una enfermedad zoonótica que es portada por algunas especies de ratones y ratas, que posteriormente puede ser transmitida a las personas que inhalan el aire o tienen contacto con los desechos de roedores infectados.

Si bien la primavera y verano son los momentos en que suelen crecer los casos de este virus, pueden presentarse en cualquier temporada del año.

El espacio más propicio para que suceda el contagio es en las zonas rurales y precordilleranas, como sitios cerrados, granjas, bosques y pastizales. Por lo tanto, quienes más se exponen al hantavirus son aquellas personas que viven o trabajan en esos lugares. Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la infección también puede extenderse en puntos urbanos.

¿Y cuál es el roedor que suele transmitir este virus en Chile? Principalmente es el ratón colilargo, un roedor silvestre que habita casi en todo el país, desde Atacama hasta Magallanes.

El ratón colilargo es el roedor que transmite hantavirus en Chile.

En Latinoamérica, la preocupación en torno al hantavirus radica en que es una enfermedad que ha sido identificada en al menos 13 países, alcanzando los 300 casos por año, de acuerdo a reportes de la OPS.

Si bien las cifras en Chile en los últimos años ha ido a la baja, particularmente desde el año 2020, aún así ha dejado casos de mortalidad. En 2022 el Ministerio de Salud informó que 7 personas fallecieron producto del hantavirus, periodo en que los focos más problemáticos fueron las regiones de Ñuble, Los Ríos y Lagos.

Durante este verano se presentaron al menos cuatro casos por esta enfermedad zoonótica. Los cuatro ocurrieron entre febrero y marzo en lugares rurales del Bío Bío, Araucanía y Los Lagos. El paciente de la Araucanía era un hombre de 39 años que permanecía hospitalizado en Temuco y que pese a los esfuerzos médicos, fue la primera víctima que dejó el hantavirus.

En esa línea, para despejar las sospechas de padecer este virus, hay que prestar atención a síntomas como las cefaleas, dolores abdominales y musculares, dificultades respiratorias y vómitos.

Hasta el momento no existe una solución concreta para su tratamiento, pero la detección temprana de los síntomas puede evitar que se agudicen los efectos de la infección.

Según la Clínica Mayo, en los casos más graves y avanzados es común que los pacientes infectados sean internados en unidades de cuidados intensivos (UCI) de los hospitales, recibiendo ventilación mecánica para ayudar a la recuperación de los pulmones.

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Los pacientes con hantavirus que presentan síntomas más avanzados suelen ser internados en la unidad de cuidados intensivos de los hospitales. Foto: Pablo Ovalle Isasmendi/AgenciaUNO.

También es altamente recomendable implementar ciertas medidas de prevención para eludir lo máximo posible la transmisión de este virus.

Algunas de las acciones que pueden servir en esto es ventilar los espacios que no han sido usados por periodos prolongados, cerrar los orificios donde los ratones y ratas podrían entrar al hogar, quitar los excesos de maleza y pasto que están fuera de la vivienda, no guardar desechos en bodegas y guardar los artículos de alimentación en lugares donde los roedores no puedan acceder.

Asimismo, es indispensable limpiar con cloro el suelo, las paredes y las superficies del lugar donde podría acudir un roedor infectado.

Si estás en el exterior, los pasos a seguir para alejarse del hantavirus son un poco diferentes, pero esenciales para el cuidado personal y de otros. Utilizar carpa de piso con cierre, no alojar en medio de bosques, no comer frutos hallados en el camino, consumir solo agua potable, son algunas de las sugerencias en esos casos.

Para evitar el contagio de hantavirus es recomendable no acampar en la mitad de los bosques, sino que en espacios más planos. Foto: Getty Images.

Un virus que preocupa a los científicos

En el último tiempo ha surgido la inquietud por la probabilidad de que los casos de hantavirus crezcan a largo plazo, principalmente a causa de las alteraciones de temperatura que ha traído el cambio climático.

Según una investigación publicada en la revista Travel Medicine and Infectious Disease, encabezada por científicos de Colombia y Perú, en Latinoamérica aún falta por avanzar en este plano. En esa línea, los especialistas plantean que lo que falta es controlar y recopilar mayor información sobre los reservorios naturales de hantavirus en la vida silvestre.

“La cooperación entre los diferentes países e instituciones en este campo debe fortalecerse en el futuro, especialmente con una participación activa de los más afectados”, concluyeron los autores.

Una preocupación latente es que el cambio climático podría favorecer el aumento de los casos de hantavirus. Foto: Getty Images.

Hace poco, investigadores argentinos del Centro de Estudios Parasitológicos y de Vectores (Universidad de la Plata) y del Instituto Nacional de Enfermedades Virales Humanas identificaron la presencia de hantavirus del tipo Seoul en roedores urbanos, como la rata noruega y el ratón negro, en el área de Gran La Plata.

Bruno Fitte, uno de los autores del estudio publicado en, comentó a Infobae la importancia del hallazgo: “Encontramos el virus Seoul, que puede causar un síndrome renal, en las llamadas ratas de las alcantarillas y en ratas negras. Los animales estaban dentro de viviendas. Antes se había identificado el mismo virus en Ciudad de Buenos Aires”.

Por ahora, no han aparecido personas con síntomas del hantavirus Seoul. Aún así, los científicos del estudio enfatizan en que los riesgos de contraer la afección debería ser una preocupación de salud pública. “Consideramos que se debería prestar más atención por el contacto estrecho que puede haber entre las personas y los roedores”, comentó Fitte.

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