Instalan inéditos sismógrafos en Concepción
Equipo se ubica verticalmente y podría ayudar a fijar una nueva norma sísmica según cada tipo de suelo.
Viña del Mar, Valdivia y Concepción son ciudades cuyos suelos se formaron a partir de sedimentos superficiales traídos por los ríos en su recorrido desde la cordillera al mar. Es lo que se conoce como cuencas aluviales, que se caracterizan por ser terrenos blandos y arenosos.
Estos terrenos se comportan diferente frente a un sismo, por lo que dos edificios estructuralmente comparables y aun cuando están a metros de distancia, pueden sufrir distintos daños, como ocurrió en el terremoto de 2010 en Concepción.
Es precisamente este tipo de fenómeno el que busca estudiar un grupo de investigadores de la U. de Concepción, con la instalación de un grupo de sismógrafos únicos en Sudamérica.
Según explica Gonzalo Montalva, docente de la Facultad de Ingeniería Civil de esta universidad y líder de la investigación, la principal característica del sismógrafo que acaban de instalar es su posición. Lo que hicieron fue cavar un túnel vertical de 10 centímetros de diámetro, desde la superficie del suelo hasta los 80 metros de profundidad, lugar en el que se toparon con la roca. Sobre esa línea vertical fijaron el sismógrafo, que incluye tres acelerómetros que se distribuyen uno en lo más profundo, otro a 40 metros y un tercero en la superficie. Así se podrá obtener datos sobre cómo varía la respuesta del suelo a distintos niveles de profundidad. Otros tres equipos se instalarán en la superficie en un radio de uno o dos kilómetros.
"La norma sísmica en el país es buena, pero es homogénea e ignora estos elementos de análisis y las diferencias de comportamiento del suelo en la misma ciudad, no toma en cuenta las características propias de cada lugar. Cómo se comporta una estructura frente a un sismo depende del tipo de suelo, de la roca que hay en el fondo, de sus propiedades, de los sedimentos que hay más arriba. Con esta información podríamos determinar ese comportamiento del suelo y qué se puede y qué no construir sobre él", dice el también investigador del Núcleo Milenio Cyclo.
Solo en realizar el pozo para llegar a la roca, los investigadores demoraron más de dos meses, "fue un proceso lento", reconoce Montalva.
"Los acelerómetros son muy sensibles y alcanzan a medir vibraciones pequeñas. El objetivo de esta instalación es contar con la mayor cantidad de información. Los datos estarán disponibles de manera on-line, para que todo lo que vayan registrando pueda ser utilizado por la mayor cantidad de investigadores. Los equipos están instalados en los terrenos del Hogar Freire de la U. de Concepción.
Estos datos serán complementarios al análisis tradicional que hoy se realiza y que incluye imágenes de suelo, técnicas geofísicas o extracción de material para análisis de muestras. Lo ideal, dice Montalva, sería tener una norma sísmica propia para la región.
Un equipo similar está instalado en la ciudad de Thessaloniki, Grecia.
El proyecto tuvo un costo de 260 millones de pesos y los sismómetros fueron adjudicados gracias al Fondo de Equipamiento Científico y Tecnológico (Fondequip) de Conicyt.
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