Tengo 96 años y estas son 4 acciones para mantener una vida plena
Betty Parker tiene casi un siglo, pero su vida no gira en torno a achaques ni quejas. En cambio, cultiva rosas, juega a las cartas y valora cada día. Su historia revela cuatro claves para envejecer bien y con propósito.
A sus 96 años, Betty Parker prefiere hablar de lo que la hace feliz: jugar a la canasta con sus amigas, cuidar su jardín o compartir un pastel.
Su energía y actitud son un ejemplo para su hija, la gerontóloga (especialista en envejecimiento humano) Kerry Burnight, y a otros expertos que han estudiado por décadas ‘qué hace que algunas personas vivan más –y mejor– que otras’.
Para algunos, la etapa de jubilación trata solo de sumar años. Sin embargo, la señora Parker es un ejemplo de cómo vivir una tercera edad con propósito, alegría y vida social.
En ese camino, hay al menos cuatro acciones clave que, según especialistas consultados por CNN, pueden marcar la diferencia.
1- Comienza cuanto antes
Un consejo de los expertos es que quienes estén próximos a jubilarse, es que comiencen a pensar cómo será su vida luego de dejar de trabajar.
En ese sentido, para que no sea un cambio brusco el dejar la vida laboral, un consejo es iniciar actividades que te gustaría practicar cuando estés jubilado.
Incluso cuando alguien ya está jubilado, se pueden crear cosas que pueden apasionar, como el escribir un libro.
“Todavía no es demasiado tarde. De hecho, es el momento perfecto para profundizar en ello y redefinirlo”, señaló Burnight
2- No dejes de aprender
La jubilación no tiene por qué ser el fin de una vida activa. De hecho, puede ser el comienzo de nuevas pasiones.
Aprender algo nuevo –como tocar un instrumento o empezar a escribir– estimula el cerebro, activa la neuroplasticidad y aporta un sentido renovado de logro. La clave, dicen los expertos, es hacer cosas que realmente disfrutes.
“Las nuevas experiencias activan la capacidad de nuestro cerebro para seguir creciendo”, explicó Kerry Burnight.
Incluso pequeños retos, como resolver crucigramas y sudoku, ayudan. Pero mejor aún si te mueves: un pasatiempo físico ayuda a mantener la movilidad y la independencia.
3- Diversifica tu vida social
La señora Parker juega cartas con “las jóvenes”: mujeres de unos 60 años a las que conoció por su nuera.
Parker valora la amistad entre generaciones, sobre todo porque ha sobrevivido a varios seres queridos
“Así como diversificamos nuestra cartera financiera, queremos amigos de distintas edades, amigos de nuestro barrio, así como amigos del pasado”, comenta Parker.
La conexión social es un factor crítico para la salud mental y física en la vejez. Y no se trata solo de grandes vínculos: incluso pequeñas interacciones con vecinos o conocidos pueden abrir nuevas puertas.
La soledad, advierten los expertos, es tan peligrosa como otros riesgos médicos. Por eso, recomiendan algo simple pero poderoso: tomar la iniciativa y llamar, invitar o acompañar.
4- Encuentra propósito en lo cotidiano
Envejecer con gracia implica adaptarse. Betty Parker ya no juega tenis y a veces usa andador, pero sigue encontrando alegría: en un desfile local, en su jardín o al reírse con su familia.
“Las personas que envejecen bien son las que aceptan el cambio y se adaptan a él”, afirma Burnight.
Tener propósito no exige grandes gestos: puede ser regalar un limón de tu árbol, cuidar a los hijos de un vecino o simplemente llamar a alguien que lo necesita.
“El propósito es una decisión diaria”, dice Burnight.
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