El correcto uso de la información para la inteligencia artificial podría crear las soluciones necesarias para tratamientos y prevención de enfermedades de los adultos mayores.
Mariela Gallardo
25 jun 2022 04:00 AM
El correcto uso de la información para la inteligencia artificial podría crear las soluciones necesarias para tratamientos y prevención de enfermedades de los adultos mayores.
Resultados de la Sexta Encuesta Nacional de Inclusión y Exclusión social de las Personas Mayores, de Senama y U. de Chile, señalan además que un 76% de considera que el país no se prepara nada o casi nada para enfrentar el envejecimiento poblacional.
Podría conducir a una menor desigualdad de género en el trabajo y a una mayor equidad en el hogar.
Ante la posibilidad de desechar productos aptos para el consumo, pero que no pueden ser comercializados, se creó Despensa Social, una empresa que distribuye de forma gratuita alimentos a la tercera edad en San Bernardo.
Actualmente, las herramientas digitales han ayudado a mejorar la productividad y han permitido sortear la crisis sanitaria gracias a experiencias como el teletrabajo. ¿Pero qué sucede con la tercera y cuarta edad en este escenario? Expertos nos develan el panorama.
Las abuelas ya no son como antes: ahora activas, conectadas y tecnologizadas, sus deseos para esta Navidad —además de poder ver a los nietos sin mascarilla— van desde tablets para disfrutar sus series favoritas hasta zapatillas para ir a marchar.
Existe una creencia cultural de que los adultos mayores deben ser cuidados y protegidos como niños y que no pueden tomar sus propias decisiones. Se les ilustra con bastón. Todo eso se conoce hoy como “viejismo o edadismo”. Prejuicios que deben cambiar, advierten especialistas. Joe Biden representa el mejor ejemplo de la necesidad de cambiar la mirada: con 78 años será literalmente el líder más importante del planeta.
Algunos de los estudios más relevantes publicados por los investigadores del Observatorio del Envejecimiento han abordado temáticas como “Redes de Apoyo a la Tercera Edad” y “Trabajo 60+”, que abordó la situación laboral de las personas mayores de 60 tras los efectos de la crisis sanitaria del Covid-19 en la economía chilena.
Un estudio publicado hace dos semanas investigó la realidad de la depresión en la tercera edad a nivel mundial. El análisis aborda las inequidades dentro de este grupo, como el hecho de la mayor incidencia en las mujeres, las personas que enviudan y quienes tienen menores niveles de educación. Además, en la comparación entre 18 países, Chile alcanza el primer lugar en una enfermedad que hoy encuentra a los ancianos en el peor de los escenarios: una pandemia que los aísla y los deja aún más solos.
El segundo reporte del Observatorio del Envejecimiento mostró que hoy las mujeres representan un 63,6% de los mayores de 80 años en el país, una cifra promete seguir subiendo y que revela una serie de necesidades de este grupo etario que la pandemia está haciendo evidentes.
Chile es un país envejecido. Recientes datos del INE indican que 2.260.222 (11,9% de la población) tiene 65 años y más. Para 2035 se estima será 18,9% del total de la población (3.993.821).
Los primeros grupos en Facebook se crearon en Canadá con el fin de entregar asistencia a la población más vulnerable frente al coronavirus. "Se trata de intentar cambiar el miedo a las cosas a ofrecer calma y ayuda”, dice a La Tercera una voluntaria del movimiento.