Titanic: así fueron las últimas horas de los pasajeros antes de subir al sumergible Titán

Titanic: así fueron las últimas horas de los pasajeros antes de subir al sumergible Titán (Foto: OceanGate Expeditions via AP, File)

La aventura para ver los restos del Titanic empezó varios meses atrás y, aunque era una posibilidad, ningún pasajero pensó en que lo peor podría pasar.


Cinco tripulantes, tres de ellos civiles, se sumergieron en el Titán rumbo a ver con sus propios ojos el naufragio más popular del mundo: el Titanic. Después de pagar una alta suma de dinero, emprendieron un viaje que, lamentablemente, terminó en una tragedia.

Estos son los sucesos, previos al abordaje e implosión del sumergible de OceanGate, que vivieron los pasajeros y sus familias.

Titanic: así fueron las últimas horas de los pasajeros antes de subir al sumergible Titán (Foto: REUTERS/David Hiscock)

Qué estaban haciendo los pasajeros del Titán antes de sumergirse

La historia de los tres pasajeros civiles se remonta a febrero. El fallecido Stockton Rush —el dueño de la empresa OceanGate a cargo del sumergible Titán— y su esposa, viajaron a Londres para reunirse con los Dawood en un café.

Shahzada Dawood —el millonario y empresario paquistaní— y su hijo Suleman también murieron en la tragedia del sumergible, pero ese día, junto a Stockton, hablaban del diseño, la ingeniería y la seguridad del sumergible, además de la emoción que se sentía al visitar las ruinas del Titanic.

Stockton Rush (Foto: Greg Gilbert/The Seattle Times via AP)

La familia había quedado fascinada con el Titanic y en el año 2019, la esposa de Shahzada, Christine, vio un anuncio de OceanGate que ofrecía viajes al Titanic y se lo mostró.

Todos querían ir, sin embargo, padre e hijo quedaron particularmente entusiasmados. Pero tuvieron que esperar a que Suleman cumpliera los 18 años, pues era un requisito.

Por eso, una pandemia y cuatro años después, se habían reunido con Stockton para concretar el plan que soñaban. Y es que todos los interesados en subir al Titán trataban directamente con él

Shahzada Dawood y su hijo, Suleman. (Foto: Courtesy of Engro Corporation Limited/via REUTERS)

Así también lo hizo Paul-Henri Nargeolet, científico francés y autoridad mundial del Titanic que planeó su inmersión número 38 hacia los restos del naufragio.

Con su experiencia —pues dedicó años de su vida buceando y recolectando objetos para museos— fue el copiloto de las expediciones de OceanGate.

Paul-Henri “PH” Nargeolet, conocido también como Mr. Titanic.

Hamish Harding, de 58 años, ejecutivo de una aerolínea británica, también estaba encantado de realizar su primera inmersión.

“Estoy orgulloso de anunciar por fin que me he unido a @oceangateexped para su Misión RMS TITANIC como especialista de la misión en el submarino que desciende al Titanic”, publicó en sus cuentas de Facebook e Instagram la tarde antes de la inmersión.

“Pronto, más actualizaciones de la expedición, ¡Si el tiempo se mantiene!”, fue su último mensaje.

Cómo la esposa de un pasajero se enteró que el sumergible estaba desaparecido

Christine Dawood vio a su marido y a su hijo por última vez el mismo día que se sumergieron. Ella, junto a su hija Alina, observaban desde el barco de apoyo cómo los pasajeros subían a la embarcación del Titán.

Según detalló, Suleman llevaba un cubo de Rubik y Shahzada una cámara Nikon, ansioso por captar todo lo que pudiese sobre el fondo marino y los restos del Titanic.

“Era como un niño pequeño emocionado”, comentó Christine. Las dos observaban atentas cuando el Titán se deslizó en el agua y comenzó a adentrarse a las profundidades.

Shahzada Dawood y su esposa Christine

Pero esa misma mañana, la mujer escuchó a alguien decir que se había perdido la comunicación con el sumergible. Se dirigió al puente, donde un equipo supervisaba el descenso, y le aseguraron que si la interrupción de comunicación duraba más de una hora, se abortaría la inmersión y volverían rápidamente a la superficie.

Pero las horas comenzaron a pasar, y Christine se hundió lentamente en el terror. Ya en la tarde, nadie sabía dónde estaba el Titan ni su tripulación.

“Yo también miraba hacia el océano, en caso de que quizás los viera salir a la superficie”, relató la mujer que perdió a su esposo y a su hijo en la tragedia.

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