El acento chileno de Los Espookys

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Una de las comedias más elogiadas del año es de HBO y se grabó en el país en 2018, con actores como Luis Gnecco y la productora Fábula detrás.


La reputada crítica de televisión de The New Yorker Emily Nussbaum no dudó a inicios de esta semana: "Es libre y sanamente ilógica, con muchas risas", reseñó sobre la serie de HBO Los Espookys, uno de los puntos altos de la comedia de los últimos meses, compuesta por apenas seis episodios, pero generosa en atributos que la hacen destacar, comenzando por una premisa atípica y desarrollada con hilaridad: cuatro amigos amantes del terror empiezan a ofrecer servicios para montar eventos paranormales en lo que podría ser Ciudad de México u otra urbe de la región.

Terror paródico, humor negro, referencias latinas y corazón que se originan en las mentes de Fred Armisen (52) -el comediante de la serie Portlandia y la reciente Forever, de Amazon- junto al salvadoreño Julio Torres (32), guionista de Saturday night live, y Ana Fabrega (27), nacida en Estados Unidos de padres panameños; pero que en 2018 fue grabada íntegramente en Chile, a cargo de la productora Fábula y con los estándares que HBO suele aplicar en sus prestigiosas producciones norteamericanas, estando hablada casi totalmente en español.

Y que, además de los tres creadores y talentos como Carol Kane (Annie Hall, Unbreakable Kimmy Schmidt), integra en su elenco a más de una decena de actores chilenos en roles de distinta importancia. Uno de los personajes más insólitos es Gregoria Santos, la presentadora de televisión a cargo del noticiario que da cobertura a rarezas como las que hace el grupo Los Espookys, que, tal como un robot, está programada para apagarse una vez el programa termina.

"Es un ser neutro, sin identidad", dice Paloma Moreno, la actriz que la encarna, quien explica que ejercitó "un acento mexicano, pero con cierta neutralidad, que es lo que yo quise darle". Como el resto del reparto local, hizo un casting con Jimena Rivano, para luego recibir luz verde de parte de los realizadores.

Gunther Kaempfe, director ejecutivo de Servicios de Producción de Fábula, habla de un "casting muy acucioso", añadiendo que "fue un proceso desafiante porque la interpretación de estos personajes incluye un trabajo vocal, de neutralizar el acento chileno, que es algo más difícil de lo que parece". La empresa de los hermanos Larraín empezó a ratificar que estaría a cargo de la producción en Chile, una vez que en enero de 2018 el proyecto obtuvo el beneficio que otorga Corfo a series y películas extranjeras filmadas en Chile (Programa de Apoyo a Inversiones Audiovisuales de Alto Impacto). Los Espookys sumó al director de fotografía Benjamín Echazarreta y la diseñadora de vestuario Muriel Parra, ambos de Una mujer fantástica.

En otro plano, actores como Luis Gnecco, Alejandro Goic o Giannina Fruttero (La cacería) debieron entrar en la singular mezcla de humor y terror que guía la serie, ajena a las recetas. En cada capítulo (este lunes HBO+ emite el cuarto a las 22 horas) figura una nueva peripecia de horror del grupo que integran Renaldo (Bernardo Velasco), Úrsula (Cassandra Ciangherotti), Andrés (Torres) y Tati (Fabrega), nunca respondiendo a la comedia convencional.

Cristóbal Tapia-Montt, quien aparece en el primer episodio como un cura con labios brillantes, dice que al "leer el guion no entendí nada, pero había algo que me atrapaba; al conocerlos (a los creadores) todo me hizo sentido y entendí el tono". El actor, que además graba la serie El presidente con Fábula, agrega: "Es una pelada de cable, pero me dijeron que no me lo tomara así, sino que lo hiciera completamente normal". Juanita Ringeling, quien aparece en el episodio que va el lunes, resalta: "En la totalidad de la serie hay un cruce de países y culturas que enriquece mucho el medio, a la industria".

"En un momento pensé que era de nicho, pero me he dado cuenta que es tan honesta que llega a mucha más gente de la que quizás imaginé", complementa.

En la historia Andrés, de pelo azul e hijo adoptivo de un clan que posee una empresa de chocolates, busca su origen, ligada a un orfanato y una monja mexicana interpretada por Carolina Paulsen. "Es una comedia bien negra y bien bizarra a la vez, es algo que yo no había visto", dice. "La comedia universal es desde la verdad siempre. La situación es la graciosa, no la hermana Raquel".

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