¿Un doble juego?: biógrafo y biografiado, el debate que se abre en torno a la polémica por Philip Roth

Philip Roth

La última biografía del escritor fue sacada de circulación debido a una serie de denuncias de abuso sexual y violación contra su autor, Blake Bailey. Sin embargo, otra casa editorial, Skyhorse Publishing, tomó el texto y lo repondrá en el mercado. El escenario abre un escenario en que las biografías ahora no sólo serán juzgadas debido su protagonista, sino que también en base al autor que las escribe e investiga.


Parece una serie, pero es la vida real. El bullado caso de la biografía de Philip Roth sumó un nuevo episodio. Hace tres semanas, cuando la editorial W.W. Norton anunció el retiro definitivo del libro, escrito por Blake Bailey, la presidenta de la Editorial Norton, Julia A. Reidhead, señaló: “Norton está agotando permanentemente nuestras ediciones de Philip Roth: The Biography y The Splendid Things We Planned, las memorias de 2014 de Blake Bailey. El señor Bailey podrá buscar una publicación en otro lugar si así lo desea”.

Y eso último fue lo que efectivamente acaba de pasar. Luego de las acusaciones de agresión sexual y mala conducta contra su autor, Blake Bailey, la casa editorial Skyhorse Publishing, acaba de anunciar que publicará el libro.

En un correo electrónico recogido por el New York Times, Tony Lyons, presidente y editor de Skyhorse, dijo: “Una biografía debe ser juzgada por la calidad de la escritura, la importancia del tema y el valor de la beca, y el libro del Sr. Bailey cumplió con esos estándares”

“Obviamente, este es un libro importante y completo sobre un autor que The New Yorker llamó ‘un genio literario’. Estoy orgulloso de publicarlo”, agregó.

La edición saldrá a las vitrinas en tapa rústica el próximo 15 de junio en el gigante del norte. Además, el volumen saldrá en formato ebook y audiolibros, “lo antes posible”, según Lyons. Ese “antes posible” es tan posible que probablemente sea durante esta semana, según la información entregada por el matutino de la Gran manzana.

No es la primera vez que Skyhorse “rescata” algún libro polémico. El 2020, después de que la editorial Hachette abandonara la autobiografía de Woody Allen, Apropos of Nothing, a raíz de una huelga de empleados, Skyhorse la adquirió y publicó, con una tirada de 75.000 copias.

Todo esta situación se produjo luego de las acusaciones que señalan que Bailey agredió sexualmente a varias mujeres y se comportó de manera inapropiada con sus estudiantes cuando era profesor de inglés de octavo grado.

Blake Bailey.

“El libro debe sostenerse por sí solo”

Por supuesto, la decisión que en su minuto tomó Norton abrió una serie de reacciones. Por ejemplo, la National Coalition Against Censorship (NCAC, en inglés), señaló en un comunicado estar “preocupada” por la decisión tomada por la casa editorial, y destaca que el volumen es actualmente un bestseller en el listado del New York Times. Para la organización, más allá de la conducta de su autor, son los lectores los que deben tomar las decisiones.

“Los libros deben juzgarse por su contenido. Muchos de los autores célebres de la literatura llevaron vidas turbulentas y preocupantes. Si bien la propia biografía de un escritor ciertamente puede afectar nuestra interpretación y análisis de su trabajo, el público lector debe poder tomar sus propias decisiones sobre qué leer”, señaló la entidad.

“El cálculo cultural en curso de qué hacer con el arte de los artistas moralmente comprometidos es complicado. Borrar y silenciar puede gratificar el deseo de castigar, pero lo hace a costa de limitar la circulación de ideas. Las personas que rechazan el trabajo de Blake Bailey son libres de hacerlo. Otros querrán leerlo sea o no culpable de las acusaciones en su contra. Los lectores merecen el derecho de tomar esta decisión por sí mismos”, agregó.

También reaccionó Authors Guild, la entidad gremial que reúne a las escritoras y escritores estadounidenses. Si bien condenan las agresiones sexuales, no comparten la decisión de retiro del volumen. “El Gremio de Autores condena la agresión sexual y el acoso sexual. Sin embargo, nos sentimos aproblemados por la decisión de Norton de retirar los libros de Blake Bailey, incluida la biografía de Roth, publicada recientemente”.

Además, agregaron que es una medida flagrante contra la libertad de expresión. “Retirar un libro publicado de la circulación debido a la conducta de los autores y la opinión pública adversa resultante contra el autor o el tema, sin importar cuán fuerte y justificado sea, contradice importantes principios de libertad de expresión y discurso abierto”.

Más aún, en línea con lo señalado por la NCAC, se manifestaron en contra de la inclusión de “cláusulas de moralidad” en los contratos que las editoriales establecen son los autores. “El Gremio de Autores defiende firmemente los derechos de todos los individuos, incluso los condenados por delitos a escribir y publicar. No creemos que los editores deban cancelar un libro debido a una conducta de su autor que no esté relacionada con el libro en sí. El libro debe sostenerse por sí solo. Por la misma razón, el Gremio de Autores ha adoptado una postura firme en contra de la inclusión de cláusulas de moralidad en los contratos de publicación que permiten a los editores cancelar libros basándose en la conducta de los autores (consulte nuestra declaración sobre cláusulas de moralidad)”.

Asimismo, señalaron que el libro puede “servir como un documento histórico del trato de Roth a las mujeres y su propia mala conducta, y de una conducta que algunos incluso han considerado aceptable en el pasado. Proporciona alimento para la discusión sobre estos importantes temas, así como sobre otros aspectos de la vida de Roth. No podemos reescribir la historia”.

También reaccionó Pen America, una organización sin fines de lucro que trabaja para defender y celebrar la libre expresión en los Estados Unidos. “Estamos preocupados por un precedente en el que incluso las fechorías atroces de un autor resultan en la retirada de un libro y, potencialmente, fuera del alcance de los lectores”, señaló la entidad en un comunicado.

Para la organización, el criterio del comportamiento de un autor no es suficiente motivo para retirar un libro del mercado. “Si tuviéramos que aplicar ese estándar en grande, habría miles de libros de fanáticos, misóginos y malhechores que podrían eliminarse de la circulación por esos motivos. Si bien estos libros se pueden recoger en otro lugar, una vez que se adjunta ese estigma, es posible que no haya otro editor dispuesto a tocarlos. La presión tampoco se limita a los editores. Bibliotecas, librerías e incluso eBay se han visto presionadas recientemente para eliminar libros que provocan controversia”.

¿Y en Chile?

“La cosa no va por ahí”, dice segura la académica y crítica literaria Soledad Bianchi. “Yo considero que la gente puede publicar a pesar de que se haya conducido de manera aberrante. En la historia hay muchos casos de gente que fue asesina o que tuvo conductas reprochables, pero que fueron grandes escritores”, señala.

“El castigo debería ser un juicio penal, no en su obra. Esos delitos responden a otra instancia, que es la justicia”, agrega. “No quita que a alguien lo condenen a cadena perpetua, pero su obra puede tener valor. Entonces, a Philip Roth seguramente se le hubiera acusado en este tiempo, y con toda justicia, pero se murió”.

Bianchi enumera algunos ejemplos. “François Villon, fue asesino y tiene unos poemas extraordinarios, Jean Genet, un novelista que estuvo preso [por robo], Jean Paul Sartre hizo un libro sobre él San Genet: comediante y mártir”.

La autora de Lemebel (Montacerdos, 2018) agrega casos de Chile. “A Neruda lo ha criticado mucho, y con razón, porque violó a una muchacha cuando era joven, y lo dice en su diario, pero -a mi modo de ver- no quita que la obra tenga más o menos valor. María Luisa Bombal le disparó a su amante, Eulogio Sánchez; y la María Carolina Geel estuvo presa, mató a un tipo”.

Por su parte, la poeta y editora Gladys González, también apunta a la vía jurídica: “Me parece que es importante en estos casos tener un protocolo establecido de antemano, ya que la ética editorial es parte del criterio de un sello. Si hay denuncia de violencia de género esta debe conducirse bajo lineamientos jurídicos y recabar información. En este caso, recoger el testimonio de las ex alumnas de Bailey y de la ejecutiva de la editorial agredida es vital, siguiendo un trabajo de acompañamiento y no revictimización”.

González, señala que lo ideal sería que en un caso así, no se publique hasta que se esclarezca todo. “Me parece que el proceder lógico sería parar la publicación y hacer investigación del caso. Muchas veces la violencia de género se circunscribe como un eslabón más del ecosistema del libro, como parte de una consecuencia de la participación de mujeres y disidencias en el espacio público, y eso debe ser erradicado de todos los circuitos culturales”.

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.