De MTV a la cárcel: la torcida historia que sepultó al éxito Delfín hasta el Fin

El cantante ecuatoriano, célebre por una singular canción dedicada a la tragedia de las Torres Gemelas que se convirtió en fenómeno, e incluso por haber despachado un tema pensado en los mineros atrapados en el norte de Chile, enfrenta una trama de corrupción que lo llevó a la cárcel. Delfín llegó hasta el fin.


Un hombre prende su televisor. Una voz robótica sobre un tecladito de los viejos 80 anuncia con voz apocalíptica, aunque casi burbujeando debajo del agua: “el martes 11 de septiembre de 2001, siendo las ocho y cuarenta y seis de la mañana, Estados Unidos sufrió la mayor ofensiva de su historia, que culminó con la destrucción de las Torres Gemelas en Nueva York”.

El hombre pone sus manos en la cabeza, se levanta atónito y grita lo que de seguro gritaron millones ese mismo día: “¡No puede ser! ¡Noooooo!”. La música de corte bailable sintético sigue, aunque podemos asegurar que nadie con esa noticia estuvo para fiestas.

Delfin Quisphe no quería una fiesta, pero sí aportar su propia mirada de la tragedia que cambió la marcha del siglo XXI: Torres Gemelas, el hit que lo convirtió en fenómeno de YouTube, el singular repaso lastimero sobre teclados de cumbia a ese hito de la Humanidad reciente, bajo un video con la Gran Manzana bajo ataque. Era el relato de su propia historia en el World Trade Center.

El mundo -al menos musical- también quedó sorprendido y convirtió en éxito el tema de 2006, consagrando al artista ecuatoriano Delfín hasta el fin, lo que incluso lo llevó a ser nominado en 2011 en la categoría Celebridad web en los premios MTV Latinoamérica.

Pero su despegue no se detuvo ahí. Delfín, consciente y golpead por la realidad, también se despachó otros temas que abordaban los acontecimientos de la contingencia, como Todo hombre es un minero, dedicado a los 33 mineros chilenos atrapados en el norte del país.

También cantó En tus tierras bailaré junto a las cantantes peruanas Wendy Sulca y la Tigresa del Oriente.

Esa popularidad le sirvió de trampolín para conseguir en 2019 la intendencia de Guamote, un municipio de la región andina de Ecuador, perteneciente a la provincia de Chimborazo. El suceso de la música lo llevó al campo político.

Y el desplome

Pero al año de consagrarse intendente, su imagen se deterioró y todo lo conseguido se fue al tacho. En junio de 2020, la Fiscalía de Ecuador allanó las oficinas del edil, al ser acusado por malversación de fondos en la compra de desinfectantes, en el marco de la emergencia sanitaria por el Covid-19.

“Yo mismo les recibí y procedí a abrirles las oficinas; aquí nada está escondido, nuestra administración es clara, estamos prestos a colaborar con todo, siempre hemos trabajado para el desarrollo de mi cantón”, se defendió, en aquel entonces, el músico, a través de las redes sociales de la alcaldía.

La Justicia ecuatoriana determinó que Quishpe asignó casi 100.000 dólares de los recursos municipales para comprar tanto desinfectantes como guantes, mascarillas y otros productos, muy por encima de su precio real.

Junto al intérprete y político, sobre el cual recaía una prohibición de enajenación de bienes y de salida del país, y, ahora, pesa la pena máxima de cinco años de prisión, también están condenados otros dos funcionarios.

Según la Fiscalía, existen “abundantes evidencias”, entre ellas, 26 testimonios y peritajes que incluyen un informe de indicios de responsabilidad penal de la Contraloría por mal manejo de recursos públicos y la constatación de que los precios no concordaban con los de mercado para ese tipo de productos.

La compra de esos productos estaba dirigida, según la tesis fiscal, a beneficiar a una sola persona.

El abogado de Quishpe argumentó -según informó el diario español El País- que el contrato se asignó a ese proveedor porque los demás daban un plazo de 30 días para la entrega de los artículos, necesarios en carácter de urgencia para atender las medidas de bioseguridad contra el coronavirus.

Quien ganó el concurso, sostuvo el abogado, “entregó los insumos de forma inmediata″. La defensa anunció que apelará la sentencia condenatoria y que pedirá la suspensión condicional de la pena, que le obliga, además, a pedir disculpas y a poner una placa en el municipio de Guamote contra los actos de corrupción.

Al parecer, a Delfín le llegó su fin. Al menos en lo político.

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