El lento renacer de Salman Rushdie tras su brutal atentado

(Photo by Grant Pollard/Invision/AP, File)

Tras meses de silencio, el autor británico realizó un breve posteo en su cuenta de Twitter, donde informó acerca de su nueva novela, programada para febrero en Estados Unidos. Desde que sufriera el ataque en Nueva York, las noticias sobre su persona han sido pocas: perdió un ojo y la movilidad de una mano, no se sabe dónde se encuentra, y tampoco hay fotos o mayores declaraciones. Esos 63 caracteres que escribió es todo lo que el mundo ha podido saber de él.


Es muy poco lo que se ha mostrado el escritor británico Salman Rushdie tras el atentado que sufrió el pasado 13 de agosto. Hasta ahora. Hace pocos días, en su cuenta de Twitter, el afamado autor de Los versos satánicos dio a conocer un escueto mensaje. En el breve espacio que permite la red social del pajarito, Rushdie comentó que a través de la señera revista The New Yorker, se puede acceder a un extracto de su anunciada nueva novela, Ciudad de la Victoria.

“El primer extracto de VICTORY CITY se publica hoy en New Yorker”. Así, en simples 63 caracteres con espacio, Rushdie dio su primera señal de vida al mundo. De hecho, su posteo anterior fue el 9 de agosto, solo 4 días antes del atentado, donde a conocer la portada de la novela, al menos en su edición en inglés para los Estados Unidos.

En sus páginas, Ciudad de la Victoria narra la historia “épica” de una mujer en el siglo XIV, quien vive en Bharat, región que actualmente es parte de la India. El adelanto, titulado Un saco de semillas, comienza así: “La historia de la ciudad comenzó en el siglo XIV de la Era Común, en el sur de lo que ahora llamamos India o Bharat o Hindustan. El viejo rey, cuya activa cabeza hizo que todo funcionara, no era un gran monarca, solo el tipo de gobernante sucedáneo que surge entre el declive de un gran reino y el surgimiento de otro. Su nombre era Kampila, del diminuto principado de Kampili, Kampila Raya, siendo raya la versión regional de raja, rey”.

Ese día de agosto, en Nueva York, cuando Rushdie se aprestaba a dar un discurso, el joven Hadi Matar, de 24 años, se lanzó hacia él y logró darle varias puñaladas hasta que fue derribado por espectadores y personal de seguridad. El autor fue inmediatamente hospitalizado. Su condición era crítica, pero sobrevivió. Después, se ha mantenido en recuperación.

Después de eso, es poco y nada lo que se ha sabido de Rushdie, acaso como un secreto celosamente guardado. No hay ninguna imagen actualizada de su aspecto. Pero sí, una información. En octubre, en el marco de la Feria del Libro de Frankfurt, la más importante del mundo, su agente literario, el controvertido Andrew Wylie (apodado ”el Chacal”, por sus poco ortodoxos métodos) reveló cómo había quedado su representado.

“Sus heridas han sido profundas. Ha perdido la vista en un ojo, en el que fue apuñalado. Padeció tres heridas graves en el cuello y ha perdido la movilidad en una mano porque los nervios fueron cortados por las puñaladas. Y sufrió otras 15 heridas en la espalda y el torso”, señaló al diario español El País. “Un ataque brutal”, agregó. No detalló cuál ojo y cuál mano fueron las afectadas. También, indicó que no puede revelar el paradero de Rushdie, por motivos de seguridad.

Como se sabe, sobre Rushdie pende una espada de Damocles. O más bien, una ordenanza. En 1989, el entonces lider supremo de Irán, el Ayatola Ruhollah Jomeini, dictó un decreto religioso (fatwa) que exhortaba a los musulmanes matarlo, esto por el enfado que le produjo su libro Los versos satánicos. Incluso, ofreció una recompensa de US$3 millones por la cabeza del autor.

De ahí a que siempre la fatwa se mantuvo como una amenaza latente. Un pesado fardo que de repente se vio obligado a cargar, solo por el disgusto de alguien. Ello lo obligó a residir en Estados Unidos, permanecer 10 años escondido y extremar sus medidas de seguridad. “El principal peligro al que se enfrentaba, incluso muchos años después de la fatwa, era que una persona cualquiera que surgiese de ninguna parte le agrediese. Y eso es algo frente a lo que no puedes hacer nada porque es algo totalmente imprevisible e ilógico. Es algo como el asesinato de John Lennon”, agregó Wylie con El País.

Incluso, en esos años de “ocultamiento”, Rushdie vino a nuestro país, en 1995, con la idea de cerrar la Feria del Libro de Santiago. Sin embargo, la visita fue bastante accidentada. Fue retenido e incomunicado por Carabineros por el riesgo de un supuesto atentado contra él.

FILE - Salman Rushdie attends the 68th National Book Awards Ceremony and Benefit Dinner on Nov. 15, 2017, in New York. Rushdie's agent says the author has lost sight in one eye and the use of a hand as he recovers from an attack by a man who rushed the stage at an August literary event in western New York. (Photo by Evan Agostini/Invision/AP, File)

“Todo fue muy tenso y decepcionante, la invitación se había trabajado durante meses , y él había decidido aparecer ante un público masivo por primera vez en Chile. Así que iba a ser algo muy importante. Calculábamos unas 500 personas en la Estación Mapocho. Antes había dado charlas y conferencias pero con un mecanismo de seguridad en que el público era citado en un lugar, transportado en buses, cosas así”, recordó con Culto el escritor Carlos Franz, quien se encontraba en la organización de la feria.

Al final, hubo que conformarse con que Rushdie solo diera una limitada conferencia de prensa en la sede del Centro de Estudios Públicos (CEP). “Me formé clara idea de que él quería desafiar la fatwa en Chile, y el gobierno chileno no lo permitió”, recordó su entonces director, Arturo Fontaine, con este medio.

Poco después del atentado, vino la reacción del gobierno iraní, desvinculándose de los hechos, aunque eso sí, refiriéndose en duros términos a Rushdie. Así lo hizo el vocero del ministerio de Asuntos Exteriores, Nasser Kanaani. “Nadie tiene derecho a acusar a Irán por estos hechos. Rushdie se había expuesto a la ira popular por haber insultado la santidad del islam y transgredir una línea roja para 1.500 millones de musulmanes. La libertad de expresión no puede justificar los abusos contra las religiones y sus principios”.

“Rechazamos cualquier vinculación con el atacante. Todo lo que sabemos sobre el caso procede de los medios de comunicación”, agregó.

Por lo pronto, Ciudad de la Victoria será publicada en febrero en los Estados Unidos, vía Penguin Random House. Consultados por Culto, en la oficina chilena del gigante editorial aseguran que aún no existe una fecha definida para el arribo del volumen a nuestro país.

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