Los 30 mejores Libros del 2022

Si hubo un rasgo destacado en el mundo editorial durante este año, fue la abundancia de buenas publicaciones. En Culto reunimos una pléyade de especialistas: escritores, críticos, libreros y periodistas, para dar cuenta de cuáles fueron esos libros imprescindibles que llegaron a las gavetas.


*N. de la R: Los cinco primeros corresponden a los que obtuvieron mayor cantidad de menciones. El resto, todos obtuvieron un solo voto y fueron ordenados sin jerarquización.

Diarios y cuadernos 1941-1955, de Patricia Highsmith (Anagrama)

“Este libro inmenso revela la vida íntima de una escritora con un carácter feroz y una inteligencia aguda. El análisis minucioso de sí misma, de su concepto de la literatura y de su entorno está lleno de lucidez, humor negro y confesiones que remecen. Es una investigación sobre el deseo, los resortes del mal y la angustia realizada con un rigor y valentía impresionantes” (Matías Rivas)

“Una edición impresionante y un viaje embriagador al universo de la autora de Carol: literatura, sexo, alcohol y atracción por el crimen” (Andrés Gómez Bravo)

“‘La crueldad es sobre todo falta de imaginación’, dice en una parte Highsmith. En este volumen notable, no solo nos enfrentamos a una genial escritora, también a una mujer con ideas muy lúcidas, que deja frases como sentencias. En estas reveladoras e intensas páginas, abre la puerta de su intimidad” (Pablo Retamal Navarro).

Limpia, de Alia Trabucco Zerán (Lumen)

“Aborda de manera incesante el discurso de una trabajadora doméstica sometida a las reglas de una servidumbre que la aliena y la despersonaliza. La novela sostiene un discurso infatigable que abre espacio para seguir pensando la organización social como una maquinaria jerárquica que segmenta, domina y excluye”. (Diamela Eltit)

“Yo creo que es el mejor libro del año. Es una novela de una escritura realmente extraordinaria, vital. Es una novela inteligente, donde los personajes se desarrollan bastante bien y tiene una escritura muy angustiante”. (Sergio Parra)

“La historia que narra Estela, empleada de una familia del barrio alto, conduce inevitablemente a la tragedia. De estructura circular, conjuga una prosa de resonancias poéticas y un relato de gran fuerza dramática”. (Andrés Gómez Bravo)

La Historia oculta de la década socialista, Ascanio Cavallo y Rocío Montes (Uqbar editores)

“Un libro que se lee con la fluidez de un reportaje periodístico y que abunda en episodios y detalles de nuestra historia reciente, desde la detención de Augusto Pinochet en Londres al primer gobierno de Michelle Bachelet. Es un valioso registro de un periodo clave de Chile”. (Juan Paulo Iglesias)

“Fueron diez años que cambiaron a Chile y este es un libro que, junto con documentar esa transformación, prolonga la penetrante y aguda mirada de Cavallo sobre nuestra historia política reciente”. (Héctor Soto)

“Permite leer la contingencia y el trajín político del último tiempo a partir de una revisión de los gobiernos de Ricardo Lagos y Michelle Bachelet, es el resultado de 10 años que ocuparon La Moneda, de las circunstancias que los rodearon y de los resultados que tuvieron”. (Elena Bahrs)

Loca fuerte: retrato de Pedro Lemebel, de Óscar Contardo (Ediciones UDP)

“Óscar Contardo escribe un historia de Chile inevitable y terrible: un relato sobre la noche de la dictadura y la resaca de la fiesta de la democracia. Ahí vemos cómo se construyen un estilo y un escritor y cómo eso tiene que ver con los cuerpos perdidos de la Historia y con el modo en que la lengua los muertos sobrevive en la poesía de los vivos y el ritmo secreta de las ciudades. Ahí la literatura chilena es un corazón lleno de púas y la silueta de Lemebel, una serie de sombras superpuestas entre el mito y la noche, la vida literaria y las acciones de arte, entre la memoria y el fuego inolvidable” (Álvaro Bisama).

“A veces las biografías superan las obras de los autores en que se centran o, al menos, los transformarlos en mito. Oscar Contardo, que sabe de crónica y de transformar la no ficción en algo muy parecido a la ficción, escribe acaso una suerte de anexo (o segunda parte) de Raro y, en vez de enfocar a un país, mira directo a un personaje clave. Al mirar a Lemebel, Contardo se mira a sí mismo, al país y su generación. Y recorre desde la UP a la Concertación. De Pedro Mardones a Pedro Lemebel, de lo cola a lo queer, de lo modesto al estrellato pop local. El libro es biografía pero también es retrato y es cotilleo, tiene anécdotas, revelaciones y mirada. Todo es rápido, veloz, imparable. Es, sin duda, el libro que Lemebel debió escribir y quizás no se atrevió. Contardo ajusta cuentas sin nunca dejar de ser fan. Cuenta mucho y lo cuenta todo o casi todo y uno queda con ganas de más” (Alberto Fuguet).

Mundos habitados, de Roberto Merino (Literatura Random House)

“Esta es la primera novela de un autor conocido como ensayista, cronista y poeta. Es una novela inusual, escrita desde la memoria, con un estilo rápido, lleno de recursos y sutileza. Indaga en los repliegues del pasado reciente, desde 1962 hasta 1977. Narra episodios que van dibujando una conciencia y el entorno que habita desde una perspectiva oblicua. Elude los lugares comunes y se concentra en aspectos laterales, detalles capaces de dilucidar los intersticios del recuerdo. Que Merino sea mi amigo no me inhibe para señalar lo que sostengo. Creo que Mundos habitados es una obra que sorprende y conmueve” (Matías Rivas).

Diario de Japón, de María José Ferrada (Seix Barral)

“Más que el relato de un viaje, este libro se refiere a la historia personal de la autora con la cultura nipona. María José Ferrada va mostrando aspectos de este acercamiento de manera inteligente y amena: cuenta, entre otros cuestiones, sus estudios del idioma japonés, y sus conocimientos de las costumbres y tradición literaria. La aventura -por cierto- está presenta: llega con su familia a Japón para saber a través de la experiencia, lo que implica exponer cuestiones de su vida cotidiana. La capacidad de la autora de calibrar su fascinación con ese mundo ajeno y, a la vez, exhibir aquello que la inquieta, incluyendo su cotidiano, dan a Diario de Japón un registro particular, genuino e inteligente, sensible e informado” (Matías Rivas).

Hacer la noche. Dormir y despertar en un mundo que se pierde, de Constanza Michelson (Paidós)

“Es uno de esos libros lúcidos y generosos en los que se intenta desentrañar estos tiempos incomprensibles; ensayos escritos de forma inteligente y amable en los que la autora parece estar pensando siempre en y con el lector, en que el pensamiento aparece como un acto dialógico. Michelson ilumina asuntos a los que todos les damos vuelta, desde el insomnio y la ansiedad cotidiana hasta la tirria que algunos sienten con los mensajes de voz —imposible olvidar el capítulo “El 1.5x es una droga dura”—. Entre tanta pedantería y rigidez, ensayos como estos son un regalo”. (Evelyn Erlij)

Gente común: una historia oral de la Blondie, de Rodrigo Fluxá (Catalonia)

La novela pop a lo Balzac que nadie había escrito acerca de Santiago, la transición y el alzamiento de lo que ahora se llama el Nuevo Chile. Fluxá usa la Blondie para mirar el país desde otro ángulo y lo hace de manera inspirada y atento a captar el tono local. Esta vez opta por el noble subgénero de la biografía oral y el coro de todo tipo de personajes hablan sin filtro y siempre con humor. Un conjunto de voces, confesiones, pelambres y anécdotas conforman un collage pluri-alternativo donde los negocios, las familias rotas, las ganas de huir y el fandom más excéntrico, se trenzan para, desde una supuesta oscuridad subterránea, iluminarnos y explicarnos más. Aquí la no ficción es manipulada para superar la ficción y todos al final tienen la razón. Como algunos de los otros libros de Fluxá, esto llama para convertirse en serie, pero mientras tanto es el mejor libro del año y sin duda el más relevante para explicar ‘todo lo que ha pasado’”. (Alberto Fuguet).

El Pasajero/ Stella Maris, de Cormac McCarthy (Literatura Random House)

“Un ‘álbum doble’ que reúne dos novelas hermanas. La primera presenta a Bobby Western, un buzo de rescate, ex estudiante de física, veterano de Vietnam y obsesionado con el fantasma de Alice, su hermana suicida. La segunda relata la historia de Alice, una perturbada genio de las matemáticas. Sueños, alucinaciones y grandes personajes”. (A. Gómez)

Melvill, de Rodrigo Fresán (Literatura Random House)

“Después de su magnífico y ambicioso tríptico de las partes (compuesto por La parte inventada, La parte soñada y La parte recordada), el autor argentino deslumbra con una nueva novela sobre el padre de Herman Melville, un arca que lleva a la literatura entera como carga y fantasma, con un padre que delira luego de cruzar un río Hudson congelado para que luego ese “delirio blanco” (con sus recuerdos, vampiros y viajes en el tiempo) se vuelva la herencia y ‘casa para siempre’ del estilo literario de su hijo. El libro del año, para mí” (María José Navia).

Contra el cliché, de Julieta Marchant (Mundana)

“Este libro cuestiona, discute y sacude concepciones arraigadas acerca del genio creador, de la suspicacia por el oficio, de la posibilidad de desubicarse en la escritura. En algún momento, dialogando libremente con Jean-Luc Nancy, Julieta plantea que ya sería hora de que el poeta se retirara de su divinidad. Y ensaya lo que ocurriría: “Fuera de ella, queda el artesano / con un nudo en la garganta”. Este es un libro que fulgura en su particular constelación de citas, y nos invita a adentrarnos en esa “casa de la cabeza” que hay detrás de lo escrito, con sus habitaciones y pasillos y rincones siempre al borde de lo indecible”. (Alejandra Costamagna)

Bolaño por sí mismo. Entrevistas escogidas, selección y edición por Andrés Braithwaite (Bastante)

“El autor de Los detectives salvajes fue un as para las entrevistas y parte importante del material recogido en este libro complementa de maravillas los alcances del proyecto literario de Bolaño”. (Héctor Soto)

Parte de la felicidad, de Dolores Gil (Montacerdos)

“Es uno de esos libros terribles y al mismo tiempo hermosos que quedan para siempre en la memoria, un poco como El año del pensamiento mágico, de Joan Didion. Se trata de una tragedia familiar que marca el fin de la infancia de la narradora y cuyos recuerdos vuelven cuando se convierte en madre. Me parece una lección increíble de cómo la literatura es capaz de transformar el dolor en algo extrañamente luminoso”. (Evelyn Erlij)

El Baile de Natasha, de Orlando Figes (Taurus)

“Es un revelador viaje a la historia cultural de Rusia, pero más que eso, un intento del historiador Orlando Figes por desentrañan la identidad rusa y su permanente conflicto entre la cultura europea y su tradición campesina. Indispensable para entender la crisis actual” (Juan Paulo Iglesias).

Cuaderno Antártico, de Óscar Barrientos (Tusquets)

“El Cuaderno Antártico de Óscar Barrientos lleva el motivo del viaje a extremos maravillosos y terribles desde que aborda el Ocean Nova para ir a la Antártica. La escritura va develando un habitar cotidiano en el barco que lo lleva y las relaciones con sus compañeros de ¿aventura? Pero la verdadera peripecia se da en las invenciones, el relato de otros que soñaron este viaje. O que lo vivieron alucinados, algunos sin salir de su pueblo. Barrientos va tejiendo una gruesa capa de experiencias donde la suya propia se va fundiendo en el entusiasmo libresco que se concreta mientras la proa del buque atraviesa ese mar agreste. Párrafo a párrafo sentimos la soledad, el frío, los diversos blancos, el silencio; esta voz va rompiendo como rompehielos, la idea de que nada nuevo puede descubrir el viajero de hoy, tan lleno de información, al contrario, pareciera que mapas y libros son interpretaciones, curiosidades que siempre pueden revisarse y que no hacen sino aumentar el encantamiento. Avanzado ya el libro, el autor reflexiona “Parecería casi un sinsentido imperdonable avocarse a la lectura en medio de este barco que ingresa a mares de leyenda, en un continente que siempre estamos descubriendo, aunque no seamos precisamente descubridores”. Pienso en el niño asombrado que fuimos. Pienso en cómo vive todavía en algunos y permite tener encendida la pasión por conocer, por explorar”. (Rosabetty Muñoz)

El mago: la historia de Thomas Mann, de Colm Tóibín (Lumen)

“Es una novela que narra la historia de Thomas Mann, nacido en Lübeck en 1875 en una familia acomodada, Mann creció ocultando a su padre sus aspiraciones artísticas y al mundo su orientación sexual. Cuándo muere su padre pierden su influencia y su dinero y se trasladaron a Münich. Mann publica su primera novela Los Buddenbrook cuándo sólo tenía 26 años. Se casa con Katia Pringsheim, hija menor de una de las familias judías más ricas y cultas de Münich con la que tuvo seis hijos. El gran tema de la novela de Tóibín como gran parte de la ficción de Mann es la “decadencia” de las costumbres y de las morales, de las familias , de los países y de las instituciones”. (Elena Bahrs)

Aniquilación, de Michel Houellebecq (Anagrama)

“El esperado retorno del francés es con una novela ambiciosa. En 604 páginas, nos presenta una visión oscura del futuro de su país, a través de un protagonista Paul Raison, que no tiene mucha fe en la humanidad. Un viaje imperdible por la siempre mordaz pluma del autor de Sumisión” (Pablo Retamal Navarro)

Alguna luz para este pueblo de Pedro Gandolfo (Ediciones UCM)

“Un ensayo sobre la vida personal en el campo, una investigación sobre las ciudades y pueblos de la región de Maule, un concentrado de anécdotas, emociones, datos y referencias literarias ligadas con perfecto equilibrio gracias a una prosa suave y llena de matices. El crítico Gandolfo entrega un obra, entretenida y profunda, repleta de disquisiciones sobre la idiosincrasia y la naturaleza que asombra y hace difícil parar de leerla”. (Matías Rivas)

Curepto es mi concepto. Ensayos sobre literatura y territorio, de Mario Verdugo (Overol)

“Que Mario Verdugo publique un nuevo libro siempre es una buena noticia: acá vuelve a la idea de la provincia, de la periferia, de las formas en que se lee, se representa y se estereotipa el territorio desde la literatura chilena. Verdugo es de esos autores de bajo perfil a los que siempre hay que tenerlos en el radar (también, creo, es de los pocos escritores chilenos con talento para el humor y la ironía)”. (Evelyn Erlij)

Número equivocado, de Kati Lincopil (Emecé)

“Otro libro interesante es Número equivocado, el primer libro de cuentos de Kati Lincopil. Reúne una serie de cuentos que ha escrito en los últimos años con mucha soltura. Hay una mirada bastante descarnado de lo familiar, de lo huérfano, de la pérdida y la ausencia del sujeto masculino en gran parte de los cuentos. Eso no se había visto en la narrativa chilena”. (Sergio Parra)

La transparencia de las ventanas, de Macarena García Moggia (Ediciones UV)

“Ensayos breves y hermosos sobre las ventanas en el arte y la literatura. La autora nos abre los ojos y nos invita a mirar en un recorrido brillante”. (María José Navia)

Teoría del polen, de Victoria Ramírez (Provincianos)

“En los agradecimientos de este libro leemos: ‘A las conversaciones que surgieron a raíz de la revuelta social y la pandemia, por instalar en mí la esperanza de otra forma de relación con el mundo’. Y es esa otra forma, esa otra mirada al vínculo con la naturaleza, la que se aloja en los versos que conforman este mundo en el que ‘aún es posible ver’. Un territorio habitado por capachitos y venus atrapamoscas, por pasionarias y palmas chilenas, pero también por la muda extinción del recuerdo”. (Alejandra Costamagna)

Mujeres viajeras de paso por chile. 1822-1915, varias autoras (Editorial OFQUI)

“Es una selección de textos que fui dosificando para que me dure más. Golosamente, fui recorriendo con María Graham Valparaíso, Viña del Mar, Placilla, no sólo con su mirada nuestras costumbres religiosas y celebratorias, sino también su experiencia del terremoto de 1822. Luego con Inés Pffeifer su tránsito por las frías aguas del Estrecho de Magallanes con una mirada inquisitiva y abierta, buscando palabras también para compartir el extraño acto de velorio de un angelito; Annie Brassey se quedó en la memoria por su relato del incendio de un barco en medio del estrecho y su pasada por Chiloé, bastante teñidas sus palabras por la posición social que – por supuesto -prefiere el palacio Cousiño en Lota. Y así. Una a una acompañé en sus miradas agudas, curiosas, pendiente de lo grande y lo pequeño, como miramos las mujeres”. (Rosabetty Muñoz)

La amante de Wittgenstein, de David Markson (Sexto Piso)

“Esta es una reedición del 2022, ya que no se encontraba disponible. No diría que es un escritor experimental, sino que va trabajando con la escritura y va armando una novela a partir de retazos de lecturas, ideas. Es una novela sin estridencias”. (Sergio Parra)

Las fronteras de lo real, de Andrea Kottow (Hueders)

“Un ensayo a la vez delicado y punzante sobre las conexiones entre literatura, enfermedad, duelo, deseo, secreto y psicoanálisis”. (Héctor Soto)

Punto de cruz, de Jazmina Barrera (Montacerdos / Almadía)

“Una bella y profunda narración que va bordando la relación entre tres amigas y las vivencias de su primera juventud. Las puntadas son precisas, agudas, dibujan emociones, sugieren oscuras verdades. Al tiempo que conversan y aprenden a quererse, la narradora entrega valiosa información acerca de lo que han dicho / dibujado/ expresado las mujeres a través de la historia ocupando hilo y aguja”. (Rosabetty Muñoz)

Las rosas de Orwell, de Rebecca Solnit (Lumen)

“Fue un defensor de la libertad y un dedicado jardinero. En este ensayo la escritora y activista Rebecca Solnit explora en una faceta desconocida de Orwell: su profundo aprecio por la vida natural, la alegría y el placer como profundas fuerzas, luminosas, para combatir las sombras autoritarias”. (A.G.B.)

Soy una tonta por quererte, de Camila Sosa Villada (Tusquets)

“De la aspereza a la ternura, la autora de Las malas amplía su universo narrativo con nueve cuentos que giran en torno a la vida trans, ambientados en diferentes momentos y espacios. Escritos en una variedad de tonos y géneros, están narrados con una autenticidad y una soltura admirables”. (A.G.B.)

Diario, de Álvaro D. Campos (Laurel)

“Un libro lleno de observaciones agudas sobre la realidad. Inteligencia, humor y ternura. Un hallazgo”. (Matías Rivas)

Personas decentes, de Leonardo Padura (Tusquets)

“La nueva entrega de la saga de Mario Conde tiene todo para atrapar al lector: ágil, entretenida, muy bien escrita y planteada de manera muy inteligente. Dos historias paralelas que aparentemente no tienen nada que ver, se cruzan de manera precisa. Un imperdible”. (Pablo Retamal Navarro)

Votaron: Matías Rivas (La Tercera), Héctor Soto (La Tercera), Juan Paulo Iglesias (La Tercera), Diamela Eltit (escritora), Alberto Fuguet (escritor), María José Navia (escritora), Alejandra Costamagna (escritora), Álvaro Bisama (escritor), Rosabetty Muñoz (escritora), Sergio Parra (librería Metales Pesados), Elena Bahrs (librería Ulises), Evelyn Erlij (revista Palabra Pública), Pablo Retamal Navarro (La Tercera), Andrés Gómez Bravo (La Tercera).

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