Gloria y tristeza de Rauw Alejandro

23rd Latin Grammy Awards, Las Vegas - Arrivals Featuring: Rosalia, Rauw Alejandro Where: Las Vegas, Nevada, United States When: 17 Nov 2022 Credit: Brandi Benton/Startraksphoto.com/Cover Images

Rauw Alejandro, estrella de la música urbana, se iba a presentar justo este martes 31 en Chile. Pero ahora no. Canceló toda su gira latinoamericana. ¿Es un buen año para ser Rauw Alejandro?


Es necesario planear futuros bien concretos para no pensar en el presente. El 1 de junio compré las entradas del concierto de Rauw Alejandro que iba a ser este 31 de octubre, día de los espectros. Pero un comunicado dijo que cancelaba toda la gira en Latinoamérica: un mal mes para ser yo y el peor año para ser Rauw, pensé dos segundos antes de empezar a revisar su vida con el plan de sostener mi frase.

Alguna vez quiso jugar en el Real Madrid.

Exactamente ser el primer puertorriqueño en jugar en el Real Madrid.

Partió en casa y siguió en Estados Unidos, todos los días entrenando desde las cinco de la mañana para probarse en el Orlando, el primer equipo que iba a pagarle en serio.

-Lo hice pésimo-, dice en una entrevista, riendo y mostrando los dientes más perfectos del planeta, no exagero.

Comienza la venta de entradas para el concierto de Rauw Alejandro en Chile

Frente al arco, pateó la pelota fuerte y la siguió con la mirada en un trayecto desorbitado que terminó en rajarle la cabeza a una mujer que veía el partido.

A los dos días estaba de vuelta en Puerto Rico

Era difícil asimilar el dolor de no jugar en el Real Madrid -ni en ninguna parte- mientras enfrentaba el problema práctico de conseguir trabajo. Le vino una depresión y en medio del derrumbe supo que tenía que hacer música, pero necesitaba lograr la plata para arrendar un estudio. Había dos caminos, dice. Vendedor en retail o vendedor de droga. Tocó retail -ropa en Guess- y la música terminó en su Soundcloud, pero no lograba salir de ahí.

Un alto: tal vez esto suena a que eligió la música al tuntún con la fuerza de un weona, decrétalo, pero la música ya estaba no sólo porque su mamá haya sido corista y su papá guitarrista de una banda de merengue llamada Raúl Alejandro, sino porque Rauw siempre cantó y bailó, y pensó que lo único que lo podía salvar era la música. Salvación en todo su sentido. Del apocalipsis económico y del apocalipsis de ánimo, sumando el sueño de ser tremendo. Si no había funcionado en el Real Madrid, esto tendría que funcionarle en el mundo.

El problema es que ahora le tocaría observar el trayecto de otros hacia el cielo -igualito a su pelota mal pateada- aunque esta vez rajando su propia cabeza: Benito Martínez Ocasio, un año menor que él, ya empezaba a lograrlo todo cuando él no terminaba de despegar. Por supuesto se picó. Esto no lo digo yo, lo vi en una entrevista que me hizo pensar que no solo sonríe porque sabe que ahí está su encanto; también porque es tímido y se ve tan nervioso que reemplaza las palabras por la sonrisa. Vuelvo a la pica, que siempre decanta en las opciones de pica paralizante/pica productiva. La de Rauw fue la segunda. Sacó los discos Trapcake 1 y Punto de equilibrio y empezó a irle harto mejor que cuando ganaba 200 dólares en un pari, pero aún no era ese mejor-mejor que buscaba.

Otro alto: en realidad la carrera de Rauw seguía un ritmo normal si pensamos en otros tiempos y otros géneros, solo que ahora -Spotify y tecnología mediante- el éxito avasallador viene rápido, un ejemplo es Cris MJ. Según Rauw, la lentitud fue el camino correcto, una afirmación que puede responder a la típica necesidad de considerar que las cosas fueron perfectas tal cual pasaron porque en realidad no queda otra.

De la pica a ser tremendo hubo siete años, cuando llegó el single Todo de ti, que cristalizaba sus particularidades: Rauw no se dedicaba -no se dedica- demasiado al dolor ni tampoco a medirse el pene -soy mejor que tú/tengo el bicho más grande que tú-, un clásico en el género reggaetón. Tampoco tiene problema de mostrarse suplicante, vulnerable o feliz de puro enamorado; ni ser quien lo da todo en el sexo solo para otorgar placer, a diferencia de otro clásico en el género: el sexo para mostrar poder. “Porno para tus oídos”, es la descripción que hace de su música. Y en cierto sentido para la vista. “Y baila como sé que se movería un Dios al bailar”, cantaba Rosalía y tiene absoluta razón. Baila como si bailar fuera fácil, como si no tuviera huesitos, y es el único Dios del género que hace coreografías.

Un alto más. Tal vez alguien está pensando qué hace esta otra hablando de Rauw ahora, si el auge y fin con Rosalía ya fue hace meses. Tal vez nadie está pensando eso, pero soy perseguida así que me defiendo:

  • Su concierto en Chile iba a ser ahora mismo, pero tuvo que cancelar toda la gira latinoamericana.
  • Me demoro en pensar.

Y punto tres: recién leí un libro de Mariana Enríquez que ya cité en otra columna porque se ha transformado en mi marco teórico para cualquier cosa. En él dice que impera una idea bien masculina de abordar la forma de hablar de música, como si decir “oye este solo de bajo/oye y este riff” fuera un modo más válido (menos femenino) que el de desear el cuerpo de un cantante o pesquisar en las letras alguna señal que mezcle vida y obra. En realidad todo es performance y Rauw y Rosalía lo entendieron mientras estuvieron juntos; tanto que anunciaron matrimonio en un EP.

Hay algo hermoso en esto. Pesquisar es releer, porque cuando una se va enterando de algún asunto de la vida del artista, las canciones vuelven a escucharse con una urgencia nueva y con la felicidad a encontrar la evidencia; las fans de la expareja Rauw-Rosalía podemos decir que nos sentimos brillantes al escuchar Aquel Nap ZzZz” en la que canta “Tú, mi 24 de diciembre”, indicación de regalo y de la fecha en la que partió con Rosalía.

En todo asunto siempre hay un pero y pudimos verlo cuando la pareja terminó, y se asumió de inmediato que Rauw era infiel; y su Instagram se llenó de comentarios destructores. El Instagram de la mujer con la que supuestamente se había metido, según una cuenta de X, también se llenó de comentarios que por lo bajo le decían perra. Aquí juegan varias cosas. Por un lado, vivimos una época de una moral que ya no es católica, pero es como si lo fuera. Por otro, para bien o mal, los artistas ya no son glorificados por tener una vida turbulenta, incorrecta, escandalosa. Por último: mostrar la vida puede devorar a la misma vida.

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