Gloria Esquivel, escritora colombiana: “Todavía es un poco tabú decir ‘yo no quiero ser madre’”

Gloria Esquivel, escritora colombiana: “Todavía es un poco tabú decir ‘yo no quiero ser madre’” (c) Liliana Merizalde.

Contradeseo se llama la segunda novela de la autora colombiana y que acaba de llegar a las librerías nacionales. En sus páginas, aborda temas como la migración, la precariedad o la maternidad no deseada. En charla con Culto, desentraña este volumen y habla de temas como el feminismo.


“Silvia había salido de la casa de Ramón con la certeza de que no se volverían a ver. No conocía a nadie más en esa ciudad y no tuvo otra opción que llamar a Teresa y pedirle que la dejara quedarse con ellos, al menos por una noche”. Son las primeras líneas de Contradeseo, la novela que la escritora colombiana Gloria Susana Esquivel (38) acaba de publicar en nuestro país vía Random House. Peridiodista y traductora, se trata de uno de los nombres que ha tomado fuerza en la literatura colombiana. Esta es su segunda novela y se lee de manera ágil.

Y esa noche, que iba a ser solo una, terminan siendo cerca de 70. Silvia comienza a vivir en el living del departamento de sus amigos como allegada a cambio de hacer la limpieza. Y tal como las noches de Silvia se empezaron a alargar, a la novela le pasó algo similar. Originalmente, era algo mucho más breve. Así comenta la misma Esquivel a Culto, vía Zoom.

(c) Federico Bottia

En Colombia hubo una convocatoria para hacer una antología de cuento que se llamaba Puñalada Trapera. Esto salió en 2017. Nos invitaron a muchos escritores colombianos, como Pilar Quintana, Juan Cárdenas y nos pidieron escribir un cuento inédito. Esa antología fue muy interesante porque de hecho muchos de los que participamos ahí terminamos luego como escribiendo más sobre ese cuento que habíamos hecho como que el de Pilar, por ejemplo, luego se fue a convertir en La Perra. Cuando yo hice este cuento yo sentí que había algo ahí como había un mundo que me gustaría explorar como que sentí que esos personajes que estaban moviéndose en ese espacio me pedían algo más”.

En estas páginas, Esquivel aborda principalmente la temática de la migración, pues Silvia dejó su natal Colombia para ir a Estados Unidos, donde se desarrolla la historia. ”Pensé en la precariedad en la que se puede vivir cuando, por ejemplo, estamos migrando. La imposibilidad de poder tener un espacio grande, la necesidad de tener que convivir con otros. Estamos atravesando como un momento muy extraño, si yo pienso en mis padres a mi edad pues ya habían comprado una casa, ya tenían un par de hijas, ya tenían como una vida más sólida y en este mundo contemporáneo poder pensar en comprar una casa es un sueño imposible para una persona de mi edad. Entonces yo quería jugar un poco con eso y también quería jugar mucho con la idea del deseo”.

- No es una novela romántica. ¿Quizás una novela de espacios, de intimidad?

- Sí. Yo quería que el lector se pusiera en un lugar de un mirón, que el lector se sintiera como un espía que está ahí viendo lo que está pasando en ese apartamento tan sofocante. Entonces, sí, para mí era fundamental que ese narrador estuviera muy en sincronía y en engranaje con el lector. Como una especie de cámara que está viendo a estos personajes, que los ve cómo están arruinando sus vidas y como nadie parece detenerlos en medio de esas malas decisiones.

- ¿Cuánto de ti hay en Silvia? ¿O de Teresa?

-Hay un juego muy grande de identificación con los personajes, porque creo que es una novela en que un lector joven que puede estar tomando la decisión de irse a vivir a otro país, o que está en una situación de compartir un espacio con alguien se puede identificar muy fácilmente. A mí me parecía muy interesante algo que me dijo la mamá de una amiga refiriéndose como a la interpretación de los sueños. En los sueños todos somos todos, o sea si tú te sueñas que un perro te está mordiendo, tú eres el perro, eres tú y eres el mordisco. Como que yo siento que en esta novela todo soy yo, hay algo de mí en Silvia, pero también hay algo de mí en Teresa, y hay algo de mí en ese espacio también. Por supuesto hay una experiencia personal, yo viví tres años en Nueva York, fue como en un momento muy fundacional para pensar quién era yo y de responderme ciertas preguntas.

- ¿Cómo viviste tú la migración?

- Al menos acá en Colombia, hay cierto momento en el que se te impone el sueño de que tienes que ir a estudiar afuera y que si estudias afuera tu vida va a ser mejor. A mí me parecía muy interesante porque yo viajé a Estados Unidos bajo esa lógica. Llegué en el año 2011 que justo fue el momento en el que aparece este movimiento de Occupy Wall Street. Es ese momento en el que se está haciendo un reclamo por una crisis económica, porque ese “sueño americano” ya no existe, la tierra de la oportunidad donde todos podemos ser felices y ser libres y no sé qué más cosas, pues se estaba viendo completamente en sus costuras. La vida para las personas migrantes es muy difícil. Conseguir un permiso migratorio es muy difícil, y si tú finalmente decides quedarte tienes que acceder a unas situaciones muy precarias. Es un país en donde no hay un sistema de salud público, en donde respirar te cuesta y para poder acceder a ciertas cosas pues necesitas tener dinero. O sea, aquel que puede pagar puede vivir allá.

- Hay un tema con las maternidades, las deseadas y no deseadas. ¿Por qué te interesó indagar en el tema?

- Sobre la maternidad se habla mucho como el milagro de ser madre, la belleza de la maternidad, pero también hay un lado del cuerpo de la mujer que sufre. No solo en los dolores del parto, no solo eso, sino también cómo el cuerpo de la mujer se transforma y cómo eso es algo de lo que nadie habla, como que eso es algo que las mujeres que por primera vez son madres se comienzan a sorprender. Que se me está cayendo el pelo, están apareciendo unas manchas donde no deberían aparecer, como que hay un montón de cosas que todavía se mantienen en secreto y que no se hablan mucho. Y a mí me parecía interesante como en estos personajes tan contemporáneos como bueno qué tal que pudiéramos hablar de esto, o sea, qué tal que pudiéramos hablar de la maternidad no como desde el ángulo del vínculo y como la romantización sino desde el punto de vista de qué pasa si es un poco tabú todavía decir “yo no quiero ser madre”, porque no quiero perder mi cuerpo. En ese sentido me parecía interesante como ponerlo sobre la mesa.

-¿Te consideras feminista?

-Sí pues, soy una mujer que ha trabajado mucho en el ámbito feminista. De hecho, pues, en este momento tengo un podcast de feminismo y cultura. Contradeseo es un libro feminista. Y creo que muchos de los temas del feminismo que me interesan están puestos en la novela. Hay algo que a mí me interesa mucho del feminismo y es cómo abre preguntas, cómo a mí me interesa el feminismo que se permite abrir preguntas sobre el mundo, entonces en ese sentido me interesaba poner esas preguntas en juego en la novela. No creo que sea una novela que necesariamente las responda ni que dé un juicio moral frente a esas preguntas que se hace, pero si me parecía importantes enunciarlas, como enunciar la maternidad, el trabajo doméstico, todas estas tecnologías para la fertilidad, como que todas estas son preguntas que igual yo me hago también en este momento de mi vida como mujer. No necesariamente bajo una mirada que cerrara el sentido de las preguntas, sino que me interesa que los lectores se hagan esas preguntas también.

Sigue leyendo en Culto

Comenta

Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.