Culto

Chayanne en el Movistar Arena, poner el alma en el ruedo

El ídolo del pop latino comenzó la noche del miércoles su serie de ocho presentaciones en Movistar Arena. Un show de grandes éxitos que en dos horas repasó lo mejor de su repertorio, alternando su material más bailable con su costado romántico. Fue un espectáculo bien trabajado, sostenido en el carisma del puertorriqueño y su notable manejo escénico.

Chayanne en Movistar Arena Foto: Pedro Rodríguez/La Tercera

Era uno de los hitos de la temporada de conciertos en el país. El arranque de la residencia de Chayanne en el Movistar Arena, significaba un reencuentro tras 6 años. Y desde el primer momento, la estrella del pop latino dejó en claro su arrastre entre el público que repletó el lugar pese a la tenue lluvia que caía en la capital.

A pesar de arrancar con 23 minutos de retraso (el público aún estaba acomodándose en sus asientos), el puertorriqueño propuso un arranque trepidante. Tras la cortina de la inmortal Baba O’Riley de The Who (que sirvió para mostrar un video en que presentó a su equipo y a los fans), comenzó con un popurrí que mezcló la mas reciente Bailemos otra vez (el título de último disco de 2023), con Salomé y Boom Boom.

Como en los viejos tiempos, Chayanne comenzó el show con bien estudiados pasos de baile. Con su habitual simpatía animó al público y desplegó un acting bien aceitado por los años y la preparación intensa que hizo para la actual serie de shows.

Chayanne en Movistar Arena Foto: Pedro Rodríguez/La Tercera

Ese momento inicial, que toma casi 10 minutos pasa a un respiro. Ahí Chayanne sube a una pequeña tarima en el centro del escenario para cantar El centro de mi corazón, un clásico de su repertorio romántico que le permite reponerse del esfuerzo inicial. Para entonces, el respetable coreaba con fervor.

Casi sin pausa, y con una breve introducción, pasa a Provócame, arrancando desde el estribillo, como para ir de inmediato al punto. Ahí tiene el apoyo de un cuerpo de baile (4 hombres, 4 mujeres. Un equipo plurinacional que incluye hasta a un ruso) que le permite dosificar los esfuerzos y concentrarse en llevar el show. Hace cantar al público y hasta suma un breve solo del baterista de su banda en vivo (que incluye guitarrista, bajista, teclados y percusiones). Eso sí, es notorio el uso de pista para la voz (aunque tiene el fraseo muy bien estudiado).

“Buenas nocheeeess”, saludó, desparramando simpatía aunque sea un guión aprendido. “Qué emoción estar en Chile, qué bienvenida tan bonita”. Y como ha dicho en los otros shows de la gira agregó “ustedes manden que yo obedezco”. Y el respetable respondió con una ovación.

Luego sigue otro popurrí, esta vez cargado a temas midtempo y románticos como Cuidarte el alma y Atado a tu amor. Chayanne aprovecha para pasar a una pasarela central conectada con el escenario y generar alguna breve interacción con el público.

Chayanne en Movistar Arena Foto: Pedro Rodríguez/La Tercera

Tras un interludio, animado por sus bailarines, llega el momento más intimista de la noche. Pasa Y tú te vas, coreado con intensidad por la gente. Chayanne recibe un par de peluches del público. Bromea con la cantidad de años que lleva en ell escenario. “La edad no existe”, asegura. El público, le responde con un rotundo y sentido “nooooooooooo”.

Sigue el bloque dedicado a los temas más románticos, arreglados con guitarras acústicas, percusiones y un acompañamiento más sobrio donde destacan las afiatadas voces de las coristas. También con la fórmula del popurrí, pasan Yo te amo, Volver a nacer, la clásica Tu pirata soy yo y cierra con un karaoke masivo al cantar Completamente enamorados. El show está muy bien diseñado.

De inmediato vuelve el baile con un popurrí, en que pasan algunos de sus hits más antiguos como Palo bonito (muy breve), Este ritmo y Fiesta en América. Chayanne es un animador nato y aprovecha de desplegar algunos pasos apoyado por el cuerpo de baile. Se mueve de un lado a otro, y por momentos no parece representar sus 57 años. Además de una vida saludable, una de las claves es su notable manejo escénico; invita al público a hacer la popular ola y hasta lanza un ceacheí. Distribuye con criterio su energía.

Chayanne en Movistar Arena Foto: Pedro Rodríguez/La Tercera

Un notorio “mijito rico” suena desde el público. Chayanne, rápido, sigue el juego y canta “mijita rica”. Sale del paso con total manejo. El show sigue alternando entre momentos de baile y balada, pasando sin pausas entre temas como Madre tierra, Te amo y punto, hasta cerrar con Dejaría todo introducida por el beat de batería y un llamativo arreglo de guitarra eléctrica.

En el encore, Chayanne apuesta por el material más emotivo; desde Tiempo de vals (con cambio de vestuario incluido), que tiene un arreglo para directo algo diferente de la versión de estudio, seguido por Bailando bachata, uno de los temas de Bailemos otra vez, en que el boricua vuelve a mostrar su habilidad para mover la cadera. El remate con Un siglo sin tí y Torero, redondea una noche en alto, con un show bien estructurado, que aprovecha el repertorio del artista y su buen manejo escénico. Un buen apronte para una residencia que puede estar entre los buenos momentos de la agenda de conciertos del año.

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