Las mejores películas chilenas del siglo XXI
Inspirados por la lista publicada por The New York Times hace unos días, en Culto reunimos a 45 especialistas y personalidades del cine nacional para buscar a los mejores filmes locales de este siglo. El ranking lo lideran obras de Andrés Wood, Pablo Larraín y Sebastián Silva, y tiene a Sebastián Lelio como el director con mayor presencia. Raúl Ruiz aparece por duplicado.
¿Qué es lo mejor? ¿Qué es lo superior entre lo muy bueno? ¿Qué es lo menos bueno entre lo muy destacado? Son preguntas que siempre quedan dando vueltas después de leer una lista, sin importar cuán de acuerdo se esté con las obras elegidas por los participantes.
Ese punto se volvió a confirmar con la reciente publicación de The New York Times, que se propuso rastrear las 100 mejores películas de lo que llevamos de siglo XXI. ¿Es Parasite una justa número uno? ¿O ese lugar le correspondía a alguna de sus perseguidoras (Mulholland Drive, Petróleo sangriento, In the mood for love)? ¿Scorsese y Spielberg merecían una presencia mayor? ¿Tiene alguna explicación la total ausencia de Eastwood?
Son todas interrogantes válidas. Pero quizás lo más atractivo no es tanto esmerarse en estar de acuerdo, sino que confrontar las preferencias personales con las de otros, descubrir títulos desconocidos y animarse a armar un ranking propio. Y asumir que lo que genera consenso hoy perfectamente podría cambiar en un par de años más, sobre todo cuando el período analizado aún se encuentra en desarrollo.
Inspirados por ese ímpetu, en Culto invitamos a 45 especialistas y personalidades del cine nacional a que escogieran los mejores filmes locales de este siglo. El resultado son 20 cintas de probado peso y variedad. Hay un puñado de documentales, más de una ópera prima y hasta una experimental animación, todos con innegables méritos.
Sebastián Lelio aparece por partida triple, confirmando su relevancia en la producción cinematográfica de las últimas décadas. Raúl Ruiz, quien ha seguido abultando su filmografía incluso después de su muerte, asoma con dos. Mismo número logran Ignacio Agüero y José Luis Sepúlveda.
Pueden llamar la atención las ausencias de La memoria infinita, No, El agente topo o Aquí no ha pasado nada. La verdad es que fueron mencionadas, pero otras películas acapararon mayor número de preferencias y, por lo tanto, puntos (abajo está disponible la metodología usada).
Sin más, puedes revisar la lista íntegra a continuación:
20° Aquí se construye
Ignacio Agüero, 2000
“Una lección de cine-ensayo con esa paciencia y humor que caracteriza al cine de Ignacio Agüero. Te da risa, pero al mismo tiempo sientes algo más parecido al estupor, porque es una película terrible sobre el paso del tiempo y las decisiones absurdas que tomamos en este país”, sostiene Cristián Jiménez sobre este documental que inauguró una década especialmente fecunda para su director.
19° La vida de los peces
Matías Bize, 2010
Una pareja se reencuentra tras años separados y la cámara los acompaña en sus acercamientos y distancias, entre lo que pudo ser y lo que podría ser. El resultado, a juicio de Marcelo Ferrari, es una película cuya “poética mirada, a través de una puesta en escena minimalista y a la vez gigante, logra una intimidad y resonancia emocional excepcionales”.
18° La once
Maite Alberdi, 2014
El segundo largometraje de Maite Alberdi la instaló en la escena internacional y para muchos continúa siendo imbatible. “Con esta película, Maite reinventa el documental chileno. Lo reinventa porque introduce una forma de filmar y de mirar que quizás no existía hasta entonces. La once es una obra que abre nuevas posibilidades para la no ficción y que conecta profundamente con las audiencias, los invita a entretenerse, algo que a veces cuesta mucho en el documental”, estima Diego Pino.
17° Crónica de un comité
Carolina Adriazola, José Luis Sepúlveda, 2014
Adriazola y Sepúlveda siguen al “Comité por la Justicia Manuel Gutiérrez”, el grupo formado luego de la liberación del carabinero responsable del disparo que dio muerte al estudiante de 16 años en 2011. “Lejos de lo ilustrativo o proselitista, la película aborda este mundo desde la contradicción y las condiciones subjetivas, a través de un montaje productivo y una cámara siempre inquieta”, observa Iván Pinto. Para Christian Ramírez, “feroz y sin piedad mirada a nuestra vida cívica y social”.
16° Días de campo
Raúl Ruiz, 2004
Antes de La recta provincia (2007) y la póstuma La noche de enfrente (2012), sus dos trabajos finales en territorio local, Ruiz dirigió esta cinta sobre el campo, los fantasmas y Chile dentro de Chile. “Emotiva y nostálgica, sintetiza la búsqueda del país perdido de la infancia”, expresa Yenny Cáceres. “En el cine de Ruiz, y por eso tan chileno, siempre hay gente que está penando y eso es lo único permanente: marchas y discursos que no se han ido, libros a medio andar, cariños a medio morir. El país sin terminar”, anota Antonio Martínez.
15° Blanco en blanco
Théo Court, 2019
A punta de una incisiva reflexión sobre la imagen, esta película del hispano-chileno Théo Court se ha sabido ganar de un espacio a pesar de haberse estrenado en un contexto adverso para la exhibición de salas. “Es la pregunta por la mirada que hay detrás de una cámara fotográfica, las motivaciones de quien mira, cómo llegó a retratar un hecho o una persona, qué lo llevó a disparar en un momento preciso, lo que vuelve fascinante a la ficción de Théo Court”, opina Marisol Águila.
14° Una mujer fantástica
Sebastián Lelio, 2017
“Su capacidad de equilibrar el dolor y la belleza la posiciona como cine de nivel internacional con el corazón firmemente en Chile”, aprecia Marcelo Ferrari sobre la cinta protagonizada por Daniela Vega y ganadora del Oscar a Mejor película de habla no inglesa en 2018. “Su altísima poética visual cinematográfica aborda, con valentía y sensibilidad, la estigmatización de género como un tema complejo y real”, agrega.
13° Matar a un hombre
Alejandro Fernández Almendras, 2014
Daniel Candia y Daniel Antivilo encabezan este thriller que narra la escalada de violencia entre un padre de familia y un hombre con el que tiene cuentas pendientes. “La película presenta una historia de venganza sobria, muy cruda y sin adornos, alejada de los clichés del cine gringo y solucionando las escenas a pocos encuadres y filmada en el sur de Chile”, dice Patricio Valladares. Para Rodrigo González, “refleja a la perfección la rabia, el individualismo y la desesperanza del momento”.
12° La sagrada familia
Sebastián Lelio, 2005
Incómoda y aguda, la ópera prima de Sebastián Lelio es una de las principales representantes del llamado Novísimo Cine Chileno en este listado. “Muy valiente en su forma y en su fondo”, piensa Javiera Díaz de Valdés. “Removió nuestra idiosincrasia conservadora de los 2000, con una película casi sin presupuesto, pero con mucha emoción, rebeldía y actitud, cosa que conserva en toda su obra”, plantea Nayra Ilic.
11° Los colonos
Felipe Gálvez, 2023
Estrenado hace apenas un par años, el primer largometraje de Felipe Gálvez como director roza el top 10. “Una de las pocas ficciones que me ha absorbido por completo en su historia, su cinematografía y su profundo mensaje. Felipe realiza un trabajo meticuloso y preciso en la construcción de personajes, atmósferas y contexto histórico. Esta película logra despertar emociones intensas en la audiencia –rabia, desprecio, miedo– que, finalmente, conducen a una reflexión necesaria sobre nuestra historia y nos invitan a repensarla”, argumenta Diego Pino.
10° El pejesapo
José Luis Sepúlveda, 2007
“Una película con un desenfado y espíritu muy corrosivo, que se había visto poco en el cine chileno, pero no desde un posereo punk, sino como un gesto genuino de incomodidad hacía esa cara más neoliberal de Chile. De paso, una película que está en la antípoda de cualquier gesto hacia la industria o snobismo festivalero”, afirma Fernando Guzzoni sobre el largometraje debut de Sepúlveda, un desconcertante documental que parece haber vencido perfectamente el paso del tiempo.
9° El otro día
Ignacio Agüero, 2012
Felipe Blanco lo considera un “hermoso documental que medita –sin intentar una conclusión– sobre la relación entre la vida y el territorio, entendiendo este último como el espacio íntimo donde ocurre la identidad. Agüero pone en diálogo su propia biografía junto a aquellas otras que golpean azarosamente en su puerta y construye un filme fascinante que cruza el pasado político y la materialidad misma de la experiencia fílmica”.
8° La noche de enfrente
Raúl Ruiz, 2012
“Una película de fantasmas, que funciona como carta de despedida, pero que además es un chiste, porque Ruiz es posiblemente el único director de cine que después de muerto, sigue haciendo películas y, más encima, con regularidad”, rapara Cristián Jiménez sobre el filme póstumo del autor de Diálogos de exiliados (1975). “El cine de Ruiz tiene tanto de misterio como de buen humor, siempre desde su infinita genialidad; nada es tan grave como para no poder ser contado desde su cine, incluso la muerte, el tiempo y los fantasmas”, señala Nayra Ilic.
7° La casa lobo
Cristóbal León, Joaquín Cociña, 2018
Filmada en técnica de animación stop motion en diferentes museos y espacios culturales, La casa lobo es un hito en sí misma. “Todo se transforma constantemente como en una pesadilla experimental. Mezcla de artes plásticas, horror y política en una fábula visualmente radical”, indica Patricio Valladares. Desde la óptica de Roser Fort, “una obra única dentro del cine chileno: animación experimental hecha a mano, con un estilo visual hipnótico y perturbador. Transforma el horror de Colonia Dignidad en una experiencia sensorial y política. Es inquietante, hermosa y valiente: no se parece a nada más”.
6° Mala junta
Claudia Huaiquimilla, 2016
La ópera prima mejor ubicada del listado. “La he visto en distintas ocasiones y nunca me deja de admirar cómo logra abordar al mismo tiempo distintos temas tan importantes y complejos para nuestra sociedad, sin perder su espontaneidad y frescura, la fuerza de su retrato humano y social, y el potencial de llegar a audiencias muy amplias”, destaca Joel Poblete. Para Yenny Cáceres, “un retrato conmovedor y vibrante de una juventud marginal”, y para Iván Pinto, “una ficción bien ajustada en el guión y con perspicacia para abordar el entorno social de sus protagonistas”.
5° Nostalgia de la luz
Patricio Guzmán, 2010
Primera parte de la trilogía que luego completarían El botón de nácar (2015) y La cordillera de los sueños (2019). “Es un ensayo político y poético muy conmovedor. La relación entre el espacio, el desierto, los desaparecidos, la memoria, el duelo, la impunidad, están tratados con mucha hondura. Por momentos ver el documental tiene momentos meditativos, pero a la vez genera mucha desazón. Patricio Guzman es un gran maestro del cine”, indica Fernando Guzzoni. De acuerdo con Pablo Illanes, “es una experiencia que se va descubriendo después de cada nuevo visionado”.
4° Gloria
Sebastián Lelio, 2013
Joel Poblete se detiene en “la interpretación notable y llena de detalles y sutilezas de Paulina García”, que da como resultado “uno de los retratos femeninos más logrados, humanos y memorables del cine chileno”. “La aparición de un cine femenino al mejor estilo de Cassavettes. La consagración de Sebastian Lelio”, estima Rodrigo Sepúlveda. “Una película sutil, con un tremendo personaje al que se le da el espacio para que exista más allá de su trama. Quizás hoy vemos más historias de mujeres sobre los 50 años (todavía pocas), pero en su momento fue muy original”, advierte Cara Stagno.
3° La nana
Sebastián Silva, 2009
“Mezcla perfecta de originalidad, tono, actuación, chilenidad, denuncia y cariño por el personaje principal, no siempre habitual en nuestro cine”, analiza Isabel Plant sobre el alabado segundo largometraje de Sebastián Silva. “Nunca nadie había retratado tan bien la intimidad silenciosa, asfixiante, de tantas casas chilenas, la mía incluida. La nana es punk, filosa, tierna y jodida al mismo tiempo. Una bomba crítica de la desigualdad social disfrazada de comedia”, apunta Giancarlo Nasi. Por su parte, Hugo Covarrubias reconoce que le impresionó “la lucidez de un director que perfectamente podría ser un ciego por su entorno familiar”.
2° El club
Pablo Larraín, 2015
El punzante filme de Pablo Larraín sobre un grupo de religiosos acusados de abusos sexuales y otros delitos continúa generando admiración. “Es un ejercicio colectivo donde las actuaciones son desgarradoras, y la fotografía de Sergio Armstrong –con lentes dañados y filtros– le otorga una personalidad única”, valora Jorge Riquelme. Álvaro Ceppi considera que es “una experiencia cinematográfica que se nutre de muchas otras experiencias y referencias anteriores artísticas chilenas. Del teatro, de la literatura, de la rabia, de la historia reciente, de la artesanía y oficio adquiridos en la práctica del cine postdictadura. Es cine de Larraín, pero también de Calderón, de Vadell, de Sieveking, de Zegers, de Armstrong, y muchos otras y otros más”.
1° Machuca
Andrés Wood, 2004
“Es el gran clásico contemporáneo del cine chileno. Emocionó a las masas, tocó un nervio histórico y político con una humanidad hermosa y brutal. Y lo más impactante: logró hablarle a todos, sin concesiones”, resalta el productor Giancarlo Nasi, uno de los consultados que ubicó a la cinta de Andrés Wood en el primer lugar. También fue elegida como la número uno por Rodrigo González, crítico que la describe como “la ficcionalización más exitosa y cercana al espectador que se ha realizado sobre un período político (la Unidad Popular y el posterior Golpe Militar) que dividiría a un país por los próximos 50 años”.
A juicio de Isabel Plant, “tiene dos décadas, pero envejece bien, convirtiéndose en la vara para todas las que vinieron después y quieren retratar el quiebre democrático y sus efectos en los ciudadanos”. “Es una película redonda: es política, social y tremendamente íntima a la vez. Siempre me emociona verla”, asegura Rodrigo Sepúlveda. Para Oscar Godoy, la escena en que Gonzalo Infante le dice al soldado que él es del otro lado del río, “habla más de Chile que mil tratados sociológicos, y es terriblemente vigente”.
Mencionadas tres veces: Visión nocturna, Isla alien, El cielo está rojo.
Mencionadas dos veces: Un hombre aparte, Tony Manero, Aquí no ha pasado nada, El viento sabe que vuelvo a casa, Play, Denominación de origen, Secretos, Carne de perro, Cofralandes, Huacho, Misterios de Lisboa, Tierra sola, No, Calle Santa Fe, Tarde para morir joven, La memoria infinita, El agente topo.
Quiénes votaron
Alberto Fuguet, escritor y cineasta
Alejandra Pinto, crítica
Alejandro Goic, actor
Álvaro Ceppi, director Escuela de Cine y Realización Audiovisual UDP
Ana Josefa Silva, crítica
Antonio Martínez, crítico
Boris Quercia, cineasta
Carla Stagno, guionista
Carlos Núñez, director artístico de Sanfic
Che Sandoval, cineasta
Christian Ramírez, crítico
Cristián Jiménez, cineasta
Cristián Leighton, cineasta
Diego Pino, productor
Elisa Eliash, cineasta y académica de la Facultad de Comunicaciones UC
Felipe Blanco, crítico
Fernando Guzzoni, cineasta
Giancarlo Nasi, productor
Gonzalo Valdivia, periodista
Hugo Covarrubias, cineasta
Isabel Orellana, productora
Isabel Plant, periodista
Iván Pinto, académico Universidad Mayor y editor general La Fuga
Javiera Díaz de Valdés, actriz
Joel Poblete, crítico
Jorge Riquelme, cineasta
Julio Rojas, guionista
Lorena Giachino, cineasta
Marcelo Alonso, actor
Marcelo Ferrari, decano Facultad de Comunicaciones UNIACC
Marialy Rivas, cineasta
Marisol Águila, crítica
Matías Bize, cineasta
Nayra Ilic, cineasta
Oscar Godoy, cineasta
Pablo Illanes, guionista
Pablo Marín, autor de El cine chileno en democracia, 2000-2015
Patricio Valladares, cineasta
Rodrigo González, crítico
Rodrigo Sepúlveda, cineasta
Roser Fort, directora del Centro Arte Alameda
Tana Gilbert, cineasta
Théo Court, cineasta
Tomás Alzamora, cineasta
Yenny Cáceres, autora de Los años chilenos de Raúl Ruiz
Metodología
Se le pidió a cada participante que ordenara de 1 a 5 sus películas elegidas. Se le asignó 5 puntos a cada título por cada número uno que obtuviera, 4 puntos por cada número dos, y así sucesivamente. En caso de empate, se priorizó a aquella que tuviera mayor número de menciones. Luego, en caso de mantenerse el empate, se eligió a la que tuviera mayor cantidad de números uno (o números dos).
Lo último
Lo más leído
1.
2.
3.
4.
6.