Paolo Hewitt, biógrafo de Oasis: “Quedó muy claro que Noel necesitaba a Liam y Liam necesitaba a Noel”
Fue DJ en los shows de la banda de los Gallagher en los años 90’, los acompañó en sus giras, fue testigo de su fulgurante ascenso como la fuerza clave del britpop y escribió una extensa biografía. A días del regreso de la banda a Chile, en uno de los shows más esperados del año, el inglés analiza con Culto el momento del grupo, cree que podrían lanzar nuevo disco pero asegura que debieron separarse en 1996. “Después de Knebworth se volvieron cada vez menos interesantes”.
De un momento a otro, la calma se quebró hacia la tensión total. Es septiembre de 1995, los hermanos Noel y Liam Gallagher se habían enredado en una discusión, sin ni un ápice de diplomacia, en una sala del estudio Maison Rouge. Liam, directo, le espetó a Noel que su voz apenas de escuchaba en la mezcla de Round are away. “Es una canción genial -le dijo- y la has arruinado por completo”.
Herido en su orgullo, Noel se molestó. No se ahorró palabras para defender su trabajo y el del productor Owen Morris, mientras le apuntaba con un cigarrillo que sostenía en una mano. Los líderes de Oasis estaban acompañados por sus parejas y amigos, pero en ese momento, nadie se atrevió a pronunciar palabra alguna. Parecían no existir para los Gallagher, que pronto pasaron de las palabras a los gritos. Hasta que el productor Owen Morris se hartó. “¡Por el amor de Dios, ustedes dos, siempre se pelean!, ¿verdad?”.
Antes de que los hermanos pudieran responder, Morris dio paso a la música. Reprodujo en los altavoces del estudio una nueva canción. Se llamaba The Masterplan, Una bella canción acústica que suma orquesta y una guitarra eléctrica distorsionada de sabor Beatle. Los Gallagher escucharon con profunda atención. La música los calmó. “¡Y es una cara B!”, celebró Liam.
Entre quienes se vieron sorprendidos por la discusión, estaba Paolo Hewitt. Un amigo del grupo, que las oficiaba de DJ en sus shows e incluso escribió las notas interiores del exitoso álbum (What’s the story) Morning Glory? (1995) Nunca olvidó ese encontrón entre los Gallagher. De hecho, es la escena con la que abre Getting High the adventures of Oasis (Hyperion, 1997), su extensa biografía de la banda. “Ese es uno de mis recuerdos favoritos de la banda -dice a Culto desde Reino Unido-. Era tan cambiante, ellos se peleaban y tal. Y The Masterplan es mi canción favorita de Oasis. Cuando Noel la tocó por primera vez, fue como, guau, era algo muy, muy especial”.
“Liam me recordaba a Sonny Corleone y Noel a Michael Corleone. Liam era el volátil, el impulsivo, mientras que Noel era mucho más reflexivo”
Hewitt fue testigo de primera mano del ascenso de Oasis, de ser una ruidosa banda de Manchester, con dos líderes malhablados, a estrellas de rock. Todavía recuerda la primera vez que los vio en un show en Londres, en 1994. Eran los días en que la música se sacudía de la muerte de Kurt Cobain y estaba por llegar el momento del britpop. “Tocaron dos conciertos en Londres en una semana -recuerda-. El primero que vi fue en un lugar llamado Kentish Town Forum. Me dejaron absolutamente impresionado, porque parecían una banda. Parecían un grupo de amigos. ¿Sabes a qué me refiero? Lo que realmente me llamó la atención, aparte de que Liam hiciera eso de poner la mano detrás de la espalda, fue que no se movían en el escenario. Creaban un ruido enorme, pero nadie se movía ni bailaba en el escenario. Simplemente se quedaban ahí de pie. Daban la impresión de ser uno, de ser una fuerza absoluta. Me dejaron totalmente impresionado, me parecieron increíbles”.
Poco después, Paolo Hewitt pudo conocer a Noel. Conectaron gracias al gusto que tenían en común por The Jam, banda de la que el escritor había publicado una biografía en 1983. Eso le permitió entrar en el círculo del grupo en un momento crucial, cuando estaban a punto de volverse un fenómeno. Según él, aquellos días fueron memorables. “Todo era divertido, todo era nuevo, todo era fresco. Se emocionaban con cualquier cosa. Noel vivía cerca de mí, así que yo iba allí y él me decía: ‘Vamos, vamos a los estudios de MTV, tengo una nueva canción, se llama Wonderwall, se las voy a poner’. Todo era divertido. Ir de gira era divertido, ellos juntos eran muy divertidos. Se notaba la amistad que había entre ellos. Estaban muy unidos y tenían un humor muy particular. Pero cuando salió Be Here Now (1997), todo se convirtió en algo muy profesional. Llegamos a tener 40.000 personas por noche. Dejó de ser divertido. Había mucho dinero en juego”.
-¿Qué le llamó la atención de las personalidades de Noel y Liam?
¿Viste la película El Padrino? Liam me recordaba a Sonny y Noel a Michael Corleone. Liam era el volátil, el impulsivo, mientras que Noel era mucho más reflexivo. Noel pensaba mucho más en el futuro, mientras que Liam solo reaccionaba a lo que sucedía a su alrededor. Así es como siempre los he visto. Hubo un momento en el que estábamos de gira por Sudamérica, concretamente en Argentina. Estábamos en una habitación de hotel y Noel le dijo a Liam: «Cuando termine esta gira, me voy a quedar en casa, beber cerveza y ver la televisión durante un año. Eso es todo lo que voy a hacer». Liam le respondió: «No, no lo harás». «No», dijimos, «¿cómo sabes que no lo hará?». Él respondió: «Porque soy tu hermano». Se conocían a la perfección. Aunque a menudo se peleaban, en el libro lo llamé «Luchan por el alma de Oasis». Liam siempre decía que la gente iba a ver a Oasis porque les gustaba él, mientras que Noel respondía: «No, van a ver a Oasis porque les gustan las canciones». Como alguien dijo, cuando ambos emprendieron sus carreras en solitario, quedó muy claro que Noel necesitaba a Liam y Liam necesitaba a Noel.
-Oasis surgió en un momento en que también aparecieron otras bandas, Blur, The Verve, ¿qué los hizo diferentes el resto?
Oasis tenía mejores canciones. Noel era un compositor con mucho talento, por lo que tenían canciones mucho mejores. Los únicos que podían igualarlos, creo, eran Blur, pero Oasis era una banda muy de clase trabajadora, no tenían pretensiones y eran muy directos. Tenían esa filosofía sobre ser libre y hacer lo que quisieras y todo eso, algo que tienen todas las grandes bandas. Creo que Blur y Oasis estaban muy por encima del resto porque tenían un aspecto y un estilo que, con el tiempo, los vinculó con todos los demás, los Who, los Stones, los Beatles. Ellos tenían eso, mientras que las otras bandas no.
-Escribió las notas interiores del álbum Morning Glory ¿cómo se dio esa oportunidad?
Bueno, Noel me pidió que escribiera algo para el álbum, y pensé en escribir algo muy surrealista. Quería escribir algo bastante surrealista para capturar la locura que se vivía alrededor de la banda. Mucha gente piensa que mi mente estaba alterada cuando escribí esa portada, pero estaba completamente sobrio. Lo escribí un domingo por la mañana en casa de mi hermana en Surrey. Solo quería escribir algo que capturara aquella época. En Inglaterra estaban pasando muchas cosas y todo iba muy rápido.
-Paul “Bonehead” Arthurs, guitarrista de Oasis, alguna vez dijo que el grupo debió separarse después del multitudinario show en Knebworth de 1996 ¿fue realmente ese show un punto de inflexión?
Deberían haberse separado después de Knebworth. Deberían haberlo dejado entonces, creo. Habría sido genial porque todo el mundo seguiría preguntándose: «¿Dónde están nuestros 90?». Alguien me dijo que Noel conoció a Keith Richards, de los Rolling Stones. Alguien les presentó. Le dijeron: «Noel, este es Keith. Keith, este es Noel». Keith Richards dijo: «No, ¿ese no es Oasis?». Noel dijo: «Sí, yo estaba en Oasis». Keith Richards dijo: «¿Oasis? eso fue interesante durante un tiempo». Es cierto, fueron muy interesantes durante un tiempo. Después de Knebworth se volvieron cada vez menos interesantes. Así que habría sido bueno que se hubieran separado entonces y nos hubieran ahorrado todos esos álbumes horribles que hicieron.
-Hablemos sobre la gira de reunión que los trae a Chile la próxima semana. En su opinión ¿cómo encaja esta reunión de Oasis en su historia?
Bueno, tengo una corazonada. Creo que probablemente haya muchas posibilidades de que sigan juntos ahora. Creo que incluso ellos se sorprendieron por la reacción, el entusiasmo. Calcularon que en Gran Bretaña, para satisfacer la demanda de entradas para verlos tendrían que tocar en el Wembley Arena todas las noches durante seis meses, siete noches a la semana durante seis meses. Creo que incluso ellos se quedaron sorprendidos. Creo que Estados Unidos también fue un caso extraño, porque nunca pareció que hubieran conquistado Estados Unidos, pero la reacción estadounidense fue enorme. Creo que esto podría hacer que lo verían y pensarían: «¿Por qué no continuar el año que viene? Continuemos, hagamos un álbum y veamos cómo va todo». El interés es fenomenal.
“Deberían haberse separado después de Knebworth [en 1996]. Habría sido bueno que se hubieran separado entonces y nos hubieran ahorrado todos esos álbumes horribles que hicieron”
-¿Debería entonces Oasis lanzar nueva música?
Sí, creo que lo harán, eso es lo que quiero decir. Es lo que creo que harán el año que viene. Creo que están tan entusiasmados y cautivados por la respuesta del público para la banda que no puedo imaginarlos de otra manera. Me sorprendería que no pensaran: «Bueno, al menos hagamos un álbum y veamos cómo va».
Oasis se presentará por cuarta vez en Chile el próximo 19 de noviembre en el Estadio Nacional, con Richard Ashcroft como número de apertura.
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