Culto

Reseña de libros: de Paloma Díaz-Mas a René Goscinny

Las Fracturas Doradas, una novela reflexiva sobre el duelo, la memoria y la familia; Palestina Infinita, el volumen de crónicas de la periodista Yasna Mussa en torno a Gaza y el conflicto con Israel, y Los Recreos del Pequeño Nicolás, del creador de Astérix, en las lecturas de la semana.

Las fracturas doradas de Paloma Díaz-Mas (Anagrama)

El automóvil atraviesa la carretera en medio de campos cubiertos de nieve. La mayor nevazón en años ha dejado a España semi congelada. La escritora Paloma Díaz-Mas viajó 400 kilómetros para asistir al funeral de su hermano menor, que murió repentinamente. Es enero de 2021, plena pandemia de Covid; el velatorio y las exequias se realizan con mascarilla, un grupo pequeño de gente y sin abrazos. Mientras regresa a casa en el auto, la escritora mira las colinas blancas donde resaltan algunas rocas de granito. “El paisaje es de una belleza deslumbrante, incongruente con nuestro estado de ánimo”, escribe. En medio de esa dolorosa pérdida, la autora recuerda la historia del kintsugi, la fina técnica que desarrollaron los artesanos japoneses para restaurar porcelana rota. “El arte de reparar la porcelana con resina de árbol y polvo de oro se llamó kintsugi, que quiere decir carpintería dorada”. De esta forma, las piezas adquieren una nueva belleza con sus fracturas brillantes. La escritora se sirve de esa metáfora para reflexionar en torno a las grietas emocionales y a la muerte de su hermano. “Una muerte imprevista, como lo son siempre las muertes de los hermanos”, anota. Si de algún modo la vida nos prepara para la partida de los padres y los abuelos, la pérdida de un hermano puede golpear como una ola inesperada, fría y desgarradoramente. “Jugamos de niños con otros niños, nuestros hermanos, cuyas muertes lloraremos algún día; o tal vez sean ellos los que tengan que llorar la nuestra”. Con elegancia y sensibilidad, Paloma Díaz-Mas compone un relato intimista y delicado que gira en torno a la pérdida, el duelo, la memoria y la familia.

Palestina infinita, Yasna Mussa (Ariel)

Sharif tomó a su esposa Emany, sus dos hijas pequeñas y dejó su departamento. Era el 9 de octubre de 2023, dos días después del cruento ataque de Hamás a Israel que dejó mil 200 muertos y 250 personas secuestradas. Sharif se enteró de que el edificio donde vivía, en la Franja de Gaza, se encontraba en el mapa de bombardeos de la Fuerza Aérea Israelí. Recogió una maleta que siempre tenía preparada, como muchos de los palestinos que vivían en Gaza, y les dijo a sus hijas que se iban de aventura. En casa de su amigo, Sharif y Emany les dieron lápices y papeles a las niñas, Salma y Sara, para que dibujaran, mientras el cielo nocturno se iluminaba y todo se estremecía con el estallido de las bombas. “Parece una escena de la famosa película de Roberto Benigni, La vida es bella”, escribe la periodista Yasna Mussa, en referencia al filme donde un padre de origen judío usa toda su imaginación para proteger a su hijo en medio de un campo de concentración nazi. Nieta de palestinos, la autora entrevistó a Sharif en Egipto en 2024, un año después del ataque de Hamás y el inicio de la ofensiva israelí. El libro lo integran una serie de crónicas basadas en diferentes viajes a Palestina, Jordania y el Líbano, entre 2007 y 2024. Ofrece sobrecogedores testimonios de refugiados de Gaza, de la destrucción y la pérdida de vidas. Recoge historias de víctimas, de combatientes que creen en la lucha violenta y de aquellos que buscaban en el entendimiento. La autora da voz a otras generaciones de desplazados, incluyendo a la comunidad palestina en Chile. El conjunto ofrece una visión profunda y comprometida del conflicto desde la perspectiva palestina, desde la instauración del Estado de Israel en 1948.

Los recreos del pequeño Nicolás, de René Goscinny y Jean Jacquez Sempé (Los Libros del Zorzal)

El pequeño Nicolás tiene más de 60 años, pero siempre será un niño de escuela. Nació en 1959, en el diario Sud Ouest Dimanche, de la pluma de René Goscinny, el creador de Astérix, y la imaginación visual de Jean-Jacques Sempé. Durante 22 semanas, el escritor y el ilustrador publicaron en formato historieta las aventuras y travesuras de Nicolás, un niño curioso, amable e inquieto, que vive con sus padres, tiene una alegre pandilla de amigos y una abuela cariñosa que lo mima con regalos. Ese fue el origen de una serie de libros ilustrados sobre Nicolás, su familia y sus amigos: Alcestes, el que siempre está con un sabroso bollito en la mano; Rufo, cuyo papá es policía; Eudes, el fortachón y siempre dispuesto a pelear; Clotario y Agnan, el último y el primero de la clase, respectivamente, y Eduviges, con la que se quiere casar. A ellos se suman el Caldo, el inspector del colegio; la dulce maestra y el director. Este volumen recoge un puñado de historias que ocurren en los recreos o fuera de la sala de clases, como el día en que Alcestes estuvo al borde la expulsión, cuando se le cayó su sándwich de mermelada en el patio y el inspector lo pisó sin darse cuenta, y Alcestes reaccionó como si lo hubieran pisado él mismo. O la desmesurada alegría que sintió Nicolás cuando recibió un reloj de regalo y no podía parar de mirar y decir la hora. O el partido de fútbol que jugaron en un descampado y donde le acertaron más a los vecinos que pasaban que al arco rival. Con humor y ternura, el libro relata pequeñas aventuras cotidianas de niños que van al parque, pescan renacuajos en el estanque o juegan a patinar en las baldosas cuando visitan el museo. Las historias de Goscinny y los dibujos nostálgicos de Sempé crean un universo entrañable y encantador.

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