Declaraciones de Cordero y Aranda generan recriminaciones en la derecha y debilitan acusación contra ministro de Educación

El ministro de Educación, Marco Antonio Ávila.
Se debilita acusación constitucional contra Marco Antonio Ávila.

La intervención de la directora del Observatorio Legislativo Cristiano y las declaraciones de la diputada Cordero, quien trató de “pervertido” al ministro, podrían ser lapidarias. Aquellas afirmaciones terminaron por ahuyentar a ciertos diputados que estaban abiertos a estudiar el libelo, que se votará a partir de las 10 horas. Aunque el escenario es favorable para Ávila -que invocará la cuestión previa-, desde el Frente Amplio se comunicaron con el equipo de la diputada RD Catalina Pérez para solicitarle que acuda a la sesión.


A horas de que comience a votarse la acusación constitucional contra el ministro de Educación, Marco Antonio Ávila -citada para las 10 de la mañana de este miércoles-, una sensación de pesimismo recorría las bancadas opositoras que impulsaron el libelo.

A pesar de que la semana pasada la oposición confiaba en que la presentación contra el titular del Mineduc tendría un respaldo mayoritario en la Cámara, el escenario comenzó a cambiar desde el fin de semana.

Gestiones desplegadas por el gobierno con grupos no alineados, como la DC y la bancada del Centro Democrático Unido (CDU, que integra a exdemocratacristianos y militantes del recién creado Partido Demócrata), comenzaron a dar algunas señales positivas en favor de Ávila.

Sin embargo, la intervención de la directora del Observatorio Legislativo Cristiano, Marcela Aranda, y las declaraciones de la diputada María Luisa Cordero (independiente RN), quien trató de “pervertido” al ministro de Educación, podrían ser lapidarias para el libelo. A juicio de algunos legisladores, aquellas afirmaciones -que validaban la presentación contra el secretario de Estado por su orientación sexual- terminaron por ahuyentar a diputados de izquierda, de centro e incluso de centroderecha que estaban abiertos a estudiar la acusación.

Marcela Aranda habló de la "condición" del ministro Ávila, en referencia a su homosexualidad.

Hasta ayer en la tarde, el oficialismo tenía al menos 72 diputados dispuestos a respaldar a Ávila, mientras la oposición sólo tenía 68 votos para el libelo (23 UDI, 23 RN, dos independientes Evópoli, 11 republicanos, siete integrantes de la bancada independiente socialcristiana y dos del grupo PDG). De igual forma, y en vista de la feble mayoría, desde el entorno de la diputada Catalina Pérez (RD) -suspendida en su militancia y con licencia hasta el 23 de julio- afirmaron que la parlamentaria Camila Rojas (Comunes) se ha comunicado con ella a fin de que acuda a la sesión. Un mensaje que también podría enviar el propio Ávila, según aseguran los cercanos a Pérez.

Sin embargo, en la derecha tampoco hay consenso: los dos diputados militantes de Evópoli (Francisco Undurraga y Jorge Guzmán) mantenían hasta anoche el suspenso. Si bien ambos expresaban no haberse formado su convicción de votar a favor, sus dudas se acrecentaron luego de las declaraciones de sectores conservadores que aludían a la orientación sexual del titular del Mineduc.

“Él, hoy día, y su activismo LGTBIQ+, y su condición, han superado el límite de lo privado y él ha cruzado el límite de vulnerar el derecho de los padres, de los niños, de las comunidades educativas, tomando esa posición para ejercer ese activismo”, señaló Marcela Aranda, en la sesión del lunes de la Comisión Acusación Constitucional.

Sus declaraciones inmediatamente fueron aprovechadas por La Moneda para atacar y volver a denunciar la presunta “homofobia” detrás del libelo contra el secretario de Estado, a quien dentro de los siete capítulos del escrito se le reprocha un intento por instalar una doctrina en favor de la diversidad sexual.

El propio Presidente Gabriel Boric lideró la contraofensiva por redes sociales a partir de los dichos de Aranda, cuya presencia en la comisión abrió inmediatamente recriminaciones en la derecha por haber invitado a una activista que es conocida por su discurso extremo.

La exposición de Aranda fue propiciada por el diputado Miguel Becker (RN), quien es parte de la instancia revisora del libelo, que ayer recomendó rechazarlo. Según las explicaciones que dio el mismo legislador, el Observatorio Legislativo Cristiano había pedido intervenir en la comisión y, en vista de que sus propios invitados se habían excusado, cedió el cupo (cada integrante puede proponer un número reducido de participantes), sin saber quién sería el expositor de esa organización.

Las declaraciones de la diputada Cordero, en radio El Conquistador, fueron más allá. “Es insólito, inadmisible, nauseabundo y asqueroso que el ministro de Educación, que debiera estar llorando por los niños que no saben leer en cuarto básico, esté preocupado de la incitación a la sexualidad, manifestó la parlamentaria, quien ya enfrenta un proceso de desafuero por haber afirmado que la senadora Fabiola Campillai no había perdido completamente la visión.

“Son declaraciones desafortunadas, que no las comparto y no contribuyen al objetivo que nos hemos propuesto. Quienes estamos apoyando esta acusación constitucional queremos hacerles un bien a los jóvenes y niños, destituyendo a un ministro que no ha estado a la altura de la gestión”, dijo el diputado UDI Sergio Bobadilla.

El diputado Evópoli Jorge Guzmán señaló que afirmaciones como las de Cordero y Aranda “desvían el tema de fondo” y reiteró que su bancada aún no toma una decisión de cómo votar la acusación.

“Lamentablemente, ha habido algunas intervenciones, que no comparto, porque le han dado un contexto para que algunos pretendan tapar este tema de tanta profundidad”, dijo Diego Schalper, legislador de RN, quien fue uno de los impulsores de la acusación.

Se debilita acusación constitucional contra Marco Antonio Ávila. En la imagen, el diputado Diego Shalper.

El jefe de bancada de RN, Frank Sauerbaum, también expresó su desazón. “Las opiniones de una diputada, sin duda, pueden hacer una diferencia para que alguien cambie de opinión, pero es solo eso, es su opinión. Nosotros nos quedamos con la acusación constitucional en donde Renovación Nacional de los siete capítulos redactó cuatro; cuatro contundentes capítulos que acusan al ministro de abandono de deberes y de falta, incluso a la probidad, como se ha visto en el caso de la Junaeb”.

No obstante, había coincidencia en la oposición en que los dichos de Aranda y Cordero agravaron el contexto adverso para la acusación. El fin de semana, el equipo jurídico de Ávila también había logrado instalar con cierto éxito que las presuntas irregularidades en la Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas (Junaeb) no eran responsabilidad del ministro, pues se trataba de un organismo descentralizado y autónomo.

Esa interpretación -que es debatible jurídicamente por el rol de “supervigilancia” del Mineduc- complicó, por ejemplo, la participación del diputado UDI Jorge Alessandri en el programa Tolerancia Cero y, el lunes, la oposición no tuvo la capacidad ni tampoco se coordinó para salir a rebatir ese argumento que fue explotado comunicacionalmente por el oficialismo.

El problema para la derecha es que el fracaso de una nueva acusación constitucional provocará -según prevén algunos legisladores- un remezón profundo y un nuevo ciclo de recriminaciones en el sector, que ya ha sufrido la derrota en tres libelos acusatorios anteriores: contra Izkia Siches, Marcela Ríos y Giorgio Jackson.

Además, Ávila era considerado el ministro más débil del gabinete, cuya gestión es cuestionada incluso dentro del mismo oficialismo. Por lo tanto, el eventual fracaso de esta acusación, que siempre fue vista como “ganable”, sólo agravaría más el mal sabor de una derrota para la derecha.

Comité político en pleno y cuestión previa

Desde el Ejecutivo, por su parte, remarcaban que el ministro quería dar la pelea hasta el final. Al menos ayer, tras gestiones desplegadas por el mismo Mineduc y la Secretaría General de la Presidencia, que encabeza Álvaro Elizalde (PS), había optimismo en el gobierno de que Ávila zafaría del juicio constitucional.

En señal de respaldo, este miércoles Ávila será acompañado por todos los ministros del comité político, encabezado por la titular del Interior, Carolina Tohá (PPD), y que es integrado, también, por Elizalde (Segpres) Camila Vallejo (Secretaría General de la Presidencia), Jeannette Jara (Trabajo) y Antonia Orellana (Mujer). Además, acudirán los tres subsecretarios que forman parte de la cartera de Educación, más sus equipos y el gabinete de Ávila.

El único tema que hasta ahora obligaba a moderar el optimismo del gobierno era el gran número de ausencias por viajes y razones de salud. De hecho, ayer se sumó la delicada situación del diputado DC Héctor Barría, a quien su bancada le estaba buscando un pareo.

Sin embargo, a pesar de ello, el oficialismo tendría los votos para rechazar el libelo, incluso, en la fase de la cuestión previa que la defensa de Ávila -que encabeza el abogado Francisco Cox- invocará este miércoles.

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