Ministra Vallejo llama al Banco Central a “tomar medidas” por alza del dólar y desata críticas por eventual lesión a la autonomía de la entidad

El jueves Camila Vallejo señaló que "me sumo a lo que dijo el ministro Marcel, ojalá un llamado al Banco Central a tomar medidas, respetando su autonomía, pero son ellos los que manejan la política cambiaria”. La frase ha sido interpretada por el mercado como una intervención en las atribuciones del Emisor.


La baja que este jueves registró el dólar, que lo llevó a $952,17, no ha sido impedimento para que una eventual intervención del mercado cambiario se haya convertido en los últimos días en un tema que ha llegado hasta el Presidente de la República, Gabriel Boric, quien mostró preocupación por la subida y su impacto en el costo de vida de las personas.

En lo que va del 2022 el tipo de cambio ha trepado $99,67, y en el intradía del miércoles tocó por primera vez en la historia los $1.000. Tan rápida ha sido el alza que el mecanismo para amortiguar las alzas de los combustibles no pudo operar de la forma prevista. Y las consecuencias sobre los precios de los consumidores sólo parecen aumentar.

Fue en este contexto que el miércoles el ministro de Hacienda, Mario Marcel, emplazó al Banco Central, y dijo que “sería bueno, sería oportuno que el Banco Central también pudiera compartir su propio diagnóstico sobre lo que está ocurriendo con el tipo de cambio, dado que es la institución que va siguiendo más de cerca los mercados y particularmente este mercado”.

Una de las cosas que llamó la atención entre los economistas, es que Marcel, como expresidente del BC, conoce las normas de comunicación respecto de estas materias, pues la norma es que el Emisor no se pronuncia respecto de políticas fiscales, en tanto Hacienda no habla respecto de las materias propias del Central.

Sin embargo, Mario Marcel no ha sido el único personero del ejecutivo que se ha prenunciado sobre el tema, pues el gobierno parece haber dado un paso más allá. A mediodía del jueves, en una entrevista en el matinal de Canal 13, la ministra Secretaria General de Gobierno, Camila Vallejo, fue consultada respecto de la inflación en los salarios de las personas, instancia donde abordó lo ocurrido con los precios de los combustibles y el MEPCO, y señaló que “nosotros no manejamos la política cambiaria. Eso le corresponde al Banco Central como organismo autónomo. Y ahí me sumo a lo que dijo el ministro Marcel, ojalá un llamado al Banco Central a tomar medidas, respetando su autonomía, pero son ellos los que manejan la política cambiaria”.

En el mercado, apuntan que las declaraciones por parte del Ejecutivo dan cuenta de la preocupación respecto de cómo la población percibe el tipo de cambio, pues sabe que “un dólar a mil habla sobre la percepción del rumbo de la economía”.

Un exministro de Hacienda sostiene que “es poco probable que las declaraciones de la vocera de gobierno no hayan estado visadas por el ministro de Hacienda”.

Entre los economistas, los dichos de Vallejo causaron polémica. Y es que el llamado a “tomar medidas” fue leído como una intervención en la autonomía de la que goza el Emisor.

El expresidente del Banco Central, Rodrigo Vergara, señala que “no me cabe duda que el Banco Central está permanentemente evaluando la situación del tipo de cambio y sus efectos en la inflación. Es evidente que hay factores externos e internos que están afectando al valor de la divisa. Dicho esto, me parece imprudente que el Ministro de Hacienda y la Ministra Secretaria General de Gobierno llamen públicamente al Banco Central a pronunciarse y tomar medidas. Hay que ser muy cuidadosos con la institucionalidad del país y en este caso en particular con la autonomía del Banco Central. Quien fue hasta hace poco su Presidente, lo debiera tener aún más claro”

Vittorio Corbo, también expresidente del Banco Central, arguye que “el BC evalúa la situación del dólar y toma medidas cuando cree que hay desalineamientos que no responden a fundamentales, y acá hay factores globales y locales que explican su nivel actual. No corresponde que el gobierno le pida tomar medidas”.

Sergio Lehmann, economista jefe de BCI, dice que “me parece poco prudente que desde el gobierno se presione al Banco Central. A pesar de que se remarque su autonomía, de alguna forma se le está presionando. Eso debilita el marco de políticas y obliga al Banco Central a ser especialmente cuidadoso en sus mensajes. Sacar al Central al pizarrón cuando sabemos de su calidad técnica no es una buena estrategia”.

En tanto, Cecilia Cifuentes, académica de la Universidad de Los Andes, comenta que si llama a tomar medidas es distinto a llamar a explicar lo que está pasando. Me parece que ella (Vallejo) está yendo más allá de lo que corresponde.

“No es bueno que las autoridades políticas le empiecen a enviar mensajes al BC que tiene un prestigio y credibilidad, y que dada esa credibilidad la opinión del BC se valora y por lo tanto, el hecho de que hasta ahora no haya dado una opinión con respecto, es algo que se vuelve preocupante”, dice Patricio Rojas, de Rojas y Asociados .

Por su parte, Tomás Flores, economista de Libertad y Desarrollo afirma que “es muy negativo que el gobierno dicte una pauta al Banco Central en materias que son de exclusiva decisión del instituto emisor. Es similar a la presión que ejercía Trump sobre la Fed para que no subiera la tasa de interés”. En ese sentido, añadió que “en situaciones como esta se pone a prueba la independencia del Banco Central y su relevancia para un buen manejo de las políticas cambiaria y monetaria al margen de la presión del gobierno de turno”.

Otro economista acota que “esta puesta en escena “fue un error garrafal ya que el BC no saldrá a intervenir o dar explicaciones cuando se lo está pidiendo el gobierno, es una muy mala estrategia y no sirve para nada”.

De hecho, el senador Ricardo Lagos Weber (PPD), dijo que “son imprudente e innecesarias las declaraciones que hemos visto en relación al alza del dólar sobre la visión que pueda tener el Banco Central”, e hizo un llamado “para erradicar esto de plano y retomar los mecanismos institucionales que existen, en la reunión de política monetaria está invitado permanentemente el ministro de Hacienda y hay un sinnúmero de oportunidades para transmitir opiniones y evitar esta exposición pública que lo único que hace es dañar las instituciones y genera un ruido innecesario. Cuando no se ha hecho esto y hemos tenido descoordinaciones en Chile entre las autoridades económicas, ejecutivo y Emisor, como lo fue a fines de los 90, como consecuencia de la crisis asiática eso se pagó muy caro”.

El Banco Central no ha salido a responder los últimos comentarios pues está en período de silencio, esto ya que la próxima comunicación de la entidad se producirá la semana siguiente en su reunión de política monetaria.

Inflación e inhibición

Por otra parte, los efectos del alza del tipo de cambio sobre la inflación pueden ser enormes. El economista y gerente general de Gemines, Tomás Izquierdo, no descartó que la entidad tenga que subir aún más la tasa de interés para contener la inflación.

“Es bien penoso que el ministro de Hacienda tenga que golpear la puerta al Banco Central y decir espero que se pronuncie sobre esto. Es una atribución del Banco Central. Ni hablar del costo que esto tiene para su principal misión que es contener la inflación, y como le va a complicar el cuadro de aquí a fin de año si es que el tipo de cambio se estaciona en niveles como los que estamos observando hoy. Qué significa eso. A lo mejor va a tener que subir más la tasa la próxima semana. Nos toca redactar el comunicado del GPM. Parece que la recomendación va a ser subir más la tasa, y subir más la tasa cuando todos sabemos que se viene una recesión”, dijo Izquierdo en Radio Infinita.

Ante este escenario, las declaraciones de Marcel y Vallejo podrían elevar el costo para el Emisor de una intervención, pues de concretarla ahora aparecerían actuando tras los dichos del Gobierno, lo que podría mermar su autonomía.

Luis Felipe Alarcón, economista jefe de EuroAmerica, sostiene que “hay evidentemente una presión desde el ejecutivo al Banco Central para que intervenga, lo que es muy poco habitual, al menos en nuestra historia reciente. Lo anterior, incluso puede ser contraproducente para el objetivo que se desea, ya que podría inhibir la acción del BC para defender su independencia. O sea, no seria muy estético que aparezca inmediatamente después haciendo algo”.

En esa línea, Cifuentes dice que “acá no se está destruyendo la autonomía, pero hay una señal negativa en términos de la autonomía del Banco Central, no es más allá de eso, pero que efectivamente le dificulta el rol para intervenir ahora”.

Con todo, Patricio Rojas dice que “el BC está en una posición compleja, ya que su salida ahora está siendo prácticamente obligada, pero creo que independiente de es hoy día gran parte de los elementos que están dominando los movimientos cambiarios tienen que ver con situaciones externas que muchas de ellas responden a fundamentales”.

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