Claudio Bravo se confiesa: “No me gusta regalar absolutamente nada”

Profusamente elogiado por el debut frente al Alavés, el arquero chileno profundiza respecto de su estilo y de sus inquietudes en una entrevista a las plataformas oficiales del Betis.



Un partido oficial le bastó a Claudio Bravo para poner al Betis a sus pies. Una atajada memorable para renovar su relevancia en la liga española. Y un video para dejar claro que su aporte no solo estará en el pórtico, sino que también en el liderazgo que ya le empieza a aportar al equipo de Manuel Pellegrini.

Los hinchas se empiezan a interesar en el capitán de los tiempos más gloriosos de la Selección. Y el club andaluz les entrega una extensa entrevista en la que el oriundo de Viluco vuelca inquietudes y objetivos.

"Es sumamente valioso e importante comenzar de esta forma, jugando de visitante, teniendo poco tiempo y no teniendo la normalidad habitual dentro de la pretemporada. Pero en líneas generales nos quedamos con un sabor de boca positivo, veníamos de encadenar victorias en los amistosos y lo trasladamos al día uno”, dice, por ejemplo, respecto de la victoria que consiguieron en el debut ante el Alavés..

Bravo resalta la importancia del éxito inicial. "Era un poco lo que queríamos, tratar de aprovechar el poco tiempo que teníamos para adecuar las ideas del míster, acelerar los procesos de cohesión dentro de nuestra idea. Poco a poco vamos avanzando. Hay margen de mejora, que va acompañada de las victorias, las sensaciones, los entrenamientos... Vamos por buen camino, pero estamos comenzando, no tenemos que quedarnos con el conformismo, hay que aspirar a hacer buenos partidos y seguir ganando”, insiste. Eso sí, llama a no bajar la intensidad. "La receta es el trabajo, no conformarse, aspirar siempre a más. Es la única manera”. Es la lección que, dice, aprendió de su paso por grandes clubes, como el Barcelona y el Manchester City.

El guardameta habla del video que resalta su voz de mando. "Es extraño verte... En una condición normal las cámaras te captan, pero que se te escuche tanto es imposible. Pero es mi manera de competir, de ser dentro de la cancha. No me gusta regalar absolutamente nada, soy un competidor, y comunicando, regañando a compañeros o diciendo una palabra a lo mejor no muy buena, ahí va también el conocimiento de la personalidad de cada uno. Hay gente en el campo que les insultas y se motivan, otros se vienen abajo... Es el conocimiento de cada compañero, algo que he hecho siempre, siempre he comunicado, me mantiene alerta. Si estoy en silencio a lo mejor no estoy atento a la hora de intervenir. Es el secreto de cada uno para mantenerse en alerta y trato de que el balón esté lo más lejos posible de la portería. Cuando más cerca esté el rival, más riesgo de que haya ocasiones de gol. Para nosotros también es más fácil, si estamos más adelantados y recuperamos más arriba, estaremos más cerca de convertir”, sentencia.

También recuerda la tapada con la que sacó aplausos, considerada la mejor de la primera fecha de la liga. "Es complicado porque en la primera parte al piso no me eché ni una vez, sólo participé golpeando el balón, organizando... Pero es el secreto de esto, si no te están llegando, pero estás con la concentración y la labor de comunicar y organizar, te mantienes vivo para estar en esas acciones. Si no estás concentrado, cuando te toca no te enteras de la película. Es el secreto de nuestra posición, estar pendientes de todo, estar en el momento preciso. Si el cabezazo va a la escuadra no tienes mucho que hacer, o si va muy ajustado al poste, pero tienes que parar cuando se pueda. Tuve esa posibilidad porque estaba concentrado y uno presiente cuando puede haber peligro”, dice.

La decisión

También cuenta la forma en que decidió fichar por el Betis. “Fue una decisión sencilla porque tuve que plantear en casa las opciones que había y preguntarle a mis hijos qué les parecía. Están en una edad en que es fundamental saber qué quieren, dónde quieren estar... Mi hija mayor tiene 16, la otra 14, vas planificando... Y la decisión de venir aquí pasó también porque ellos querían estar aquí. Conozco gente en el club, sé lo que significa jugar en el Betis, me tocó sufrirlo y disfrutarlo desde el otro lado. El jugador que no aprecia lo que significa tener una afición potente, un campo con 60.000 personas, eso también se disfruta. Y que tu familia te diga 'mira, vamos a Sevilla, una buena ciudad, ‘tengo amigos allí’ me dijo la mayor, el colegio se ve muy bien, ‘a nivel de vida vamos a estar bien’ me dijo mi mujer... Tomamos la decisión en conjunto”, explica.

El factor familiar se une a otro igual de potente: la presencia de Manuel Pellegrini. "Por mi lado estaban muchas cosas. Un técnico que te genera mucha confianza, seriedad y trabajo. Los compañeros con los que me había cruzado en mi camino, que te facilita las cosas. Lo que significa el Betis a nivel global, de afición, de club. La ciudad... Y claro que está lo de la familia. La decisión de no irme a otra cultura o cambiar de idioma no era cómodo para mi familia. No querían irse Turquía, a Italia, cambiar de idioma... Se pone todo en la mesa, se habla, sobre todo ahora que son tan maduros y se puede hablar de todo”, añade.

Para el Ingeniero destina una reflexión particular: "Es una persona muy directa a la hora de transmitir, lo tenemos claro. No necesita estar gritando todo el partido, da señales y apuntes claros para darnos el mensaje y que lo entendamos. Y el equipo lo asimila de buena manera. Nos pide tener una mentalidad ganadora, salir a buscar los partidos, no cambiar las señales del juego, que seamos un equipo agresivo, ambicioso, que juegue al fútbol, que no se meta atrás los 90 minutos y tire la moneda al aire... Ser ambiciosos y agresivos con balón para buscar el gol, y sin balón, que el rival sienta que tenemos ansia y desesperación para recuperarlo y atacar”.

El futuro

También confiesa su intención de ser entrenador en el futuro. “He tenido el privilegio de tener grandes entrenadores en mi carrera que te van abriendo el apetito, la forma de ver el fútbol. Tu aprendizaje se va acelerando mucho. Tener a Bielsa, Guardiola, Luis Enrique, Manuel... son técnicos top, de primer nivel, y pude trabajar con ellos, tuve esa fortuna, y visualizas cosas que otros compañeros a lo mejor no ven porque no han tenido esta fortuna”, sostiene respecto de sus potenciales influencias.

Finalmente, aborda el duelo ante el Valladolid, en el que chocará con Fabián Orellana. “Un partido abierto, el Valladolid no se va a meter atrás los 90 minutos. Contra la Real creó varias ocasiones de gol en la primera parte, tratan bien el balón, elaboran, arriba tienen gente que desequilibra. Hay que tener cuidado, pero más allá de eso debemos preocuparnos de hacer nuestro trabajo, llegar lo mejor posible, tener claro qué hacer y no cambiar nuestro mensaje, no ir cambiando o meter un gol y meternos atrás. Si marcamos, a por el segundo, a presionar y a tener esa sensación y mentalidad toda la temporada”, concluye.

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