Cuando un clásico es novedad

Fútbol femenino
Javiera Moreno, Tina Lingsch, Fernanda Cárdenas y Tatiana Pérez. Foto: Luis Sevilla

Los equipos femeninos de la U y la UC vivirán el partido más significativo para ambas escuadras en un marco inédito, como preliminar en el Estadio Nacional, una vitrina para mostrar el particular mundo del fútbol de mujeres.



Desde las 12.20 de mañana, dos equipo de fútbol femenino vivirán lo que ellas mismas califican como la situación de máxima emotividad a la que pueden aspirar, descontando las copas América y del Mundo. Universidad de Chile y Universidad Católica disputarán un clásico de marco inédito para las damas: en el Estadio Nacional ante decenas de miles de personas, jugarán como preliminar del encuentro entre los equipos de Hernán Caputto y Gustavo Quinteros.

A casi 48 horas del inicio del duelo, la emoción se les nota a priori a cuatro de sus protagonistas: las azules Tatiana Pérez (30) y Tina Lingsch (17), y las cruzadas Javiera Moreno (23) y Fernanda Cárdenas (22).

Pérez es la capitana de la U y habla no solo desde la experiencia en las canchas (fue mundialista juvenil en Chile 2008), sino que también en su condición de ingeniera comercial, formada precisamente en la Universidad de Chile. Tan inmersa está en el tema que su tesis de grado fue un plan estratégico de marketing para el fútbol femenino universitario.

"Situaciones como estas, como el clásico en el Nacional, son extraordinariamente importantes para un mayor desarrollo de la actividad, abrir los estadios para darle mayor masividad. El nivel de exposición es inigualable, porque todo el país estará pendiente y nuestro partido también se transmitirá por televisión. La gente buscará informarse más, habrá mayor opinión en las redes sociales y se formará una cadena de variables de marketing importante", dice Pérez, quien además cumple funciones ejecutivas en el CDA. La zaguera, quien es hincha declarada de los azules aunque ha jugado en otros clubes, defendió también a la casa de estudios, punto en común con Moreno, quien está camino a terminar la carrera de Psicología y quien hoy es parte de las Hijas de Bello, la selección de la universidad.

"El crecimiento ha sido importante, pero falta terreno por recorrer en Chile. Si me preguntas por cuatro o cinco años atrás, claramente el pionero fue Colo Colo, con entrenamientos todos los días y con otras condiciones de preparación", dice Moreno, quien lleva la jineta cruzada. "Hoy nos estamos sumando Católica, la U, Palestino, Santiago Morning, Everton creo, pero también hay clubes que solo prestan el nombre y las jugadoras deben preocuparse de todo: los traslados, la alimentación, el vestuario, los lugares de entrenamiento. Falta, sin duda, pero entiendo que es un proceso y así como jugaremos el clásico en el Nacional, los demás clubes deben entender que las mujeres somos parte del fútbol".

Cárdenas y Lingsch tienen varias cosas en común y reflejan uno de los aspectos positivos del fútbol femenino: la limpieza en el juego y el espíritu de camaradería. Tanto, que ambas comenzaron a jugar en la UC, pero este domingo serán rivales. Además, son arqueras y han sido y son seleccionadas nacionales menores (en el caso de Cárdenas, incluyó la Copa América de Ecuador 2014, con 17 años).

"Es un ambiente más familiar, que hace que haya mucha amistad por haber compartido en la Selección, en otros clubes y fuera de la cancha, pero cuando el partido comienza, y más si es un clásico, uno juega con la energía al máximo", dice Lingsch, quien asegura que antes y después partido en Ñuñoa habrá intercambio de abrazos, pues ella defendió a la UC hasta el torneo antepasado. "Me dio mucha pena salir, pero me cambié por un tema deportivo, por tener más minutos en un equipo adulto", explica.

Lo mismo Cárdenas, quien ha defendido a la UC, Colo Colo y la U, y que ahora regresó a San Carlos. "A mí me costó dejar la UC, fue difícil, porque fue el club donde empecé y era muy chica, pero nunca sentí rechazo en ninguna parte. Siempre está el contacto, el saludo y el respeto, porque el fútbol femenino es muy limpio. Es admirable comparado con el masculino y será un plus al momento de televisar. Ojalá se hable de eso", matiza.

"Acá nadie te va a insultar por cambiar de club; puede haber excepciones y enemistades, pero si algo nos caracteriza es la buena relación entre las jugadoras de los diferentes clubes y entre las familias. Y en el juego hay mucha lealtad y pocas rojas", dice Moreno.

El caso Balmaceda

Recuerda, por ejemplo, que Rosario Balmaceda, mundialista que pasó de la U a Colo Colo en 2018, fue insultada en redes sociales por haber ocultado, supuestamente, la insignia del Cacique en una fotografía. "La gente que hizo esa estupidez no eran hinchas del fútbol femenino de Colo Colo; de hecho, ellos sí defendieron a Rosario", afirma Moreno.

Cárdenas dice que, por lo que ha leído y le han contado, el fútbol femenino es como retroceder en el tiempo para quienes iban a los estadios en décadas pasadas. "Antes, en el masculino, al estadio iban los padres, los hijos, los abuelos, los niños, todo el mundo y nadie te agredía porque eras del equipo contrario. En el fútbol femenino es y seguirá siendo así".

Endler, la referente

Tina Lingsch y Fernanda Cárdenas son de las arqueras jóvenes con que cuenta el fútbol femenino de Chile, además de la muy novel Antonia Canales (16 años), quien acaba de ser convocada a la selección adulta que disputará la Copa Uber en Brasil. Para toda la nueva generación, Christiane Endler asoma como una referencia ineludible, única.

Al respecto, Lingsch comparte con Endler el hecho de haber surgido del mismo colegio, la Deutsche Schule de Santiago y que ambas tienen doble nacionalidad chileno-alemana. "Tener a la Tiane es un ejemplo, porque fue de las primeras en irse y ha logrado muchas cosas. Ella es un modelo a seguir para nosotras. Me han contado, además, que es muy buena persona; en la cancha se ve que tiene don de mano, que es básico en una arquera. Bueno... y también están todas sus cualidades técnicas, que son muchas".

Cárdenas, en tanto, apunta al carácter pionero de Endler. "La Tiane abrió muchas puertas, no solo a las arqueras, sino a muchas jugadoras de otros puestos cuyo sueño era irse a Europa. La Tiane, siendo una de las primeras, tuvo mayor exposición y eso les permitió a otras jugadoras partir a lugares donde jamás pensaron que irían. También destaco la simpatía que tiene con las más chicas y que nunca ha tenido problemas con nadie en los planteles".

La portera de la UC resalta el rol motivacional que cumplen gran parte de las Rojas. "Todo esto que está pasando con las seleccionadas les da mayores ilusiones a las niñitas que están recién partiendo, porque para nosotras la esperanza mayor era ir a jugar fútbol universitario en Estados Unidos. Ahora la meta es Europa".

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