Felipe Brangier: “Antes el rugby era más social; hoy hay otro sentido de la competencia”

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El capitán de los Cóndores avisa que van por un nuevo título en el Seven de Viña, que se juega hoy y mañana. Entre los objetivos del año, sueña con llegar a Tokio 2020.



Felipe Brangier (31) va a cumplir una década siendo parte de los Cóndores. El capitán de la selección de rugby reducido ha visto en ese tiempo como se ha ido construyendo piedra a piedra un proceso que se vio reflejado en los buenos resultados que ha obtenido la generación que conduce su técnico Edmundo Olfos. Por eso Brangier es voz autorizada para hablar del desafío que representa un nuevo seven de Viña del Mar para los Cóndores, donde buscarán revalidar el título del año pasado en un torneo que incluye un nuevo formato. En la mira está la clasificación a Hong Kong para buscar un boleto al World Rugby Seven Series.

¿En qué momento llegan como grupo al seven de Viña?

Hemos tenido una preparación bastante profesional dentro de nuestras condiciones. Empezamos a finales de octubre, ahí reunimos al grupo y venimos con una serie de torneos y entrenamientos muy intensos. Este proceso es parte de la temporada 2019-20 que tiene hartos cambios en la nómina con respecto a años anteriores. Hay jugadores con mucha proyección, otros que vienen rotando y algunos que ya no están. Es un proceso nuevo con miras a Santiago 2023 pero lo bueno es que pese a ese recambio hay una base que todavía se mantiene.

¿Cómo puede afectar ese recambio en el corto plazo?

Tenemos la tranquilidad de que los nuevos jugadores tienen todas las condiciones para ser parte de este equipo. Hay altas expectativas, son grandes jugadores que nos hemos ido conociendo con el correr de los torneos y confiamos en que eleven el nivel del equipo.

¿Aspiran a repetir el doblete del año pasado en Viña y Montevideo?

Es parte de nuestros objetivos. Somos ambiciosos, estamos acostumbrados a eso y vamos con la misma convicción. Ojalá podamos levantar la copa del circuito de ambas fechas.

¿Qué se puede esperar con el cambio de formato y sede para esta edición?

Creo que dificulta un poco la clasificación a Hong Kong. Se eleva el nivel y la competencia. Todos los seleccionados que están acá somos estructuras más menos similares. Hasta el año pasado uno competía por los cupos con equipos de la región, pero ahora el cambio de formato competimos contra todos los de las otras zonas. Con respecto al cambio de sede, feliz también de jugar en Sausalito. Es un estadio que cumple con todos los estándares y condiciones de nivel internacional. Hay una nostalgia también por dejar Mackay, la cancha que nos acompañó tantos años y tuvimos grandes logros. Esperamos que nos acompañe la gente, las condiciones están dadas. Jugar en casa es difícil porque hay muchas distracciones, pero esperamos que ser locales nos dé un impulso.

¿Cómo ve el nivel de los rivales?

Hay países más competitivos respecto a años anteriores. Está Alemania, Portugal, Tonga, Uruguay, Japón, Italia. Son todas estructuras al mismo nivel o incluso superiores a nosotros en cuanto a su juego y preparación. Por eso hay que ser súper humildes y tener mucho respeto. Todos vienen a pelear un cupo. En el seven, nosotros mejor que nadie, sabemos que puedes ganar o perder con cualquiera.

¿Qué sacaron de la experiencia en el circuito mundial el año pasado?

Fueron los mejores momentos para competir en el rugby internacional. Es el más alto nivel y nos permitió medirnos con los equipos más profesionales. Tanto desde la organización, como en aspectos técnicos, tácticos y físicos. Son instancias en que pudimos medirnos a qué nivel realmente estamos.

¿A qué distancia se vieron de los mejores del mundo?

Éramos el único equipo de nivel amateur disputando el circuito, pero terminamos 12° en Las Vegas, le ganamos a Francia y empatamos con Sudáfrica. Fueron actuaciones que vamos a recordar para siempre y no es tanta la brecha. Ese es el camino, medirnos en esas instancias que nos reactivan a nosotros mismos para seguir mejorando y ojalá volver a competir allá.

¿El repechaje olímpico es el gran objetivo del año?

Es una fecha importantísima en nuestro calendario. Va a ser en Dublín, vamos a disputar el último cupo olímpico y será un torneo muy competitivo. Estará España, Hong Kong, Tonga, Irlanda. Son 12 equipo en dos días de torneos y si podemos dar la sorpresa sería extraordinario.

¿Le preocupa el cambio de fecha de Hong Kong?

Hay aspectos positivos y negativos. Es bastante indiferente nuestra posición realmente con respecto a la fecha, pero podemos recuperar jugadores que no pueden estar con nosotros acá por ser nominados a la franquicia Selknam. En ese sentido podemos beneficiarnos. Haber llegado a Hong Kong en abril también nos pillaba con cierto desgaste en el final de estos meses que dura nuestra temporada, pero vamos a esperar qué pasa finalmente con eso.

Luego del último mundial se habló del buen trabajo del rugby uruguayo, ¿es el ejemplo para mirarse para ustedes?

Por supuesto. Uruguay nos lleva un par de años de ventaja. Se vio en este mundial el trabajo silencioso que han hecho. Tiene un centro de alto rendimiento, con estadio. Es una estructura semiprofesional y la actuación en el mundial fue muy destacada. Es algo que nos da buenas expectativas para fijarnos y seguir el camino que ellos fueron recorriendo.

¿Qué impacto puede tener para el rugby chileno la franquicia Selknam que competirá en la Liga Sudamericana?

Puro impacto positivo. Por la difusión que va a tener la liga, el sentido de pertenencia que va a generar en el rugby chileno. Va a ser una transformación para que en el futuro se vea que se puede ser profesional del rugby sin tener que salir a buscar oportunidades en el extranjero. Va a impulsar a toda la región con difusión, jugadores contratados dedicados 100% a eso y tenemos que aprovecharlo.

Cumple 10 años en los Cóndores, ¿qué balance hace?

Ha sido un camino largo, con hartos cambios y mejoras. Hoy es otra la concientización, el compromiso y la preparación que tenemos que darle para competir. Al principio era un rugby mucho más social, hoy hay otro sentido de la competencia. Se produjo un cambio de mentalidad y en el cuerpo de cada uno donde la dedicación es mucho mayor. La estructura ha avanzado, sobre todo el Comité Olímpico que nos ha dado la posibilidad de hacer giras para prepararnos. Y la federación con todos los esfuerzos a su alcance para apoyarnos.

¿Es tema el estallido social en el plantel?

Se ha conversado pero muy superficialmente. No es algo que nos preocupe como equipo porque no nos afectó tanto. Tuvimos problemas al comienzo, que tuvimos que correr entrenamientos por problemas de algunos para desplazarse, pero no más allá de eso.

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