La nueva savia azul saca la cara y logra un agónico triunfo ante La Calera

Darío Osorio, jugador de cortos 18 años, abrió la cuenta para los azules con un golazo. FOTO: AGENCIAUNO

Un cabezazo de Bastián Tapia, en el quinto minuto de descuento, permitió la victoria de 2-1. Un resultado que se sostuvo en el golazo de Darío Osorio, a menos de tres minutos de su ingreso, y la gran actuación del meta Cristóbal Campos; ante un rival que fue muy superior y que terminó con un hombre más, luego de la expulsión del delantero azul Cristian Palacios.



Estaba vez era en serio. Diego López, el nuevo técnico de Universidad de Chile, hizo su estreno en el campeonato nacional con un ajustado triunfo de 2-1 ante Unión La Calera. Un partido donde las inferiores del equipo sacaron la cara con goles de Darío Osorio y Bastián Tapia, en los descuentos. Cimentado, en gran parte, en la buena actuación del arquero Cristóbal Campos.

Es cierto que al proyecto de Memo López le falta tiempo, aunque la paciencia en los hinchas azules es lo que menos abunda. Porque en el primer tiempo, los azules corrieron detrás de la pelota. El mediocampo azul, donde Emmanuel Ojeda fue el más regular, no encontraba las soluciones para la amplitud de campo que proponían los dirigidos de Federico Vilar, donde la banda derecha del ataque visitante causó estragos.

Las tapadas de Campos

En esa instancia, fue el meta Campos, quien más destacó en el cuadro azul. Corolario de lo que ocurría en la cancha del Santa Laura. A los 13′, un rápido contragolpe del equipo cementero terminó en el remate de Mathías Vidangossy que el meta sacó con el pie derecho.

El equipo de la Región de Valparaíso nunca bajó el ritmo. A los 16′, Campos volvió a ver acción. Esta vez el remate de Nicolás Orellana llegó a las manos del juvenil portero, quien estuvo notable en al instancia.

Encima, el mal estado de la cancha impedía la fluidez del juego del elenco metropolitano que en los primeros 45 minutos hizo poco y nada por abrir la cuenta.

Cerca de la media hora, el equipo cementero tuvo la más clara tras un gran error de la zaga local. Ignacio Tapia no pudo controlar la pelota en el área chica y la dejó servida para Simón Ramírez, cuyo disparo dio de lleno en el horizontal. Un par de minutos más tarde, Nicolás Orellana quedó con el balón a su antojo en el ingreso del área, pero no pudo darle dirección.

Al otro lado, un débil tiro de Ronnie Fernández fue lo más “peligroso” que encontraron los azules, quienes se retiraron llenos de dudas al entretiempo del partido.

Cambio de actitud

Pero los consejos del DT charrúa en el descanso fueron interpretados. Desde el inicio del complementario, el cuadro santiaguino salió con una nueva postura. A los 15 segundos, Israel Poblete ya había puesto en evidencia al meta calerano, Ignacio Arce, quien tuvo una ágil reacción para mandar el balón al córner cuando se colaba con potencia en su portería.

El equipo local hizo los ajustes necesarios, abrió el juego por las orillas e intentó hacer un juego más vertical. Justo en la hora de juego, López dispuso el ingreso de Darío Osorio, la nueva joya de las inferiores universitarias. Un cambio que inmediatamente entregó frutos. El jugador de 18 años demoró menos de tres minutos en abrir la cuenta. Enganchó hacia adentro y sacó un zurdazo potente que se metió en un costado.

Tal vez sin merecerlo, la U encontraba el tanto de la ventaja. Sin embargo, cinco después de la conquista, Cristian Palacios vio la tarjeta roja con una jugada fuera de contexto, tras una fea falta sobre Pedro Alves.

Triunfo en la agonía

Un error que se pagó de manera prácticamente inmediata. En la jugada siguiente, una gran jugada entre Orellana y Sebastián Sáez terminó en el empate de Matías Cavalleri.

Vilar quemó sus naves, sacó un defensor y dispuso el ingreso de Lucas Passerini, quien tuvo el 2-1 en un rebote, tras otra gran tapada de Campos. Sáez intentó una chilena y tampoco pudo lograrlo.

En la última jugada del partido, un tiro desde la mitad del campo calerano, encontró la cabeza de Bastián Tapia, quien desvió el balón maestría para el 2-1. Era el quinto minuto de descuento y no hubo nada más. Sufrimiento y savia joven parece ser la nueva receta del esperado renacimiento universitario.

El Deportivo

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