Nicolás Jarry gana una batalla de tres horas y avanza a octavos de final del Masters 1000 de Miami

Nicolás Jarry. FOTO: REUTERS

En un partido con ambiente de Copa Davis, la primera raqueta nacional derrotó al brasileño Thiago Seyboth Wild en tres sets y avanzó a la cuarta ronda del torneo. Se convierte en el tercer chileno en lograrlo, tras Marcelo Ríos y Fernando González.



Nicolás Jarry (23° del ranking ATP) tuvo un partidazo digno de Copa Davis ante el brasileño Thiago Seyboth Wild (76°), buscando el acceso a los octavos de final del Masters 1000 de Miami. En una batalla de tres horas, la primera raqueta de Chile venció en tres sets, por parciales de 6-7 (1-7), 7-5 y 6-3, y está en la cuarta ronda del torneo. Un duelo para guardarlo.

La cancha Butch Buchholz se convirtió en una caldera, por las efervescentes hinchas chilena y brasileña. Mientras, también en las gradas, el argentino Juan Ignacio Chela, coach de Jarry, observaba atento a su pupilo. El encuentro, que arrancó con demora, se fue desarrollando con un trámite equilibrado, llegando a quedar 4-4 en la primera manga cuando el tenista nacional, 22° preclasificado, mantuvo su saque. La tónica continuó hasta el 5-5.

En el undécimo game del primer set, se dio un rally largo, en el cual un error no forzado del chileno dejó a su rival con ventaja. Otra pelota larga de Jarry le permite a Seyboth Wild quedar arriba 6-5, al mantener su servicio. Ad portas del tie break, el brasileño debió recibir atención médica por una molestia en un dedo de la mano derecha, tras una caída. El partido se interrumpió para que el rival de Nico fuera evaluado.

La paridad estaba instalada, por lo tanto se fueron al tie break. En esa instancia, Thiago Seyboth Wild estuvo impecable. Se impuso por un expresivo 7-1 para quedarse finalmente con el primer set, tras una hora y 17 minutos de juego. Pese a tener 15 tiros ganadores, a Jarry le pesaron los 17 errores no forzados para terminar inclinándose.

En el segundo set, la tendencia se iba a mantener. Un duelo entretenido era golpe por golpe, en el cual la paridad no se quebraba. Nico Jarry se sostenía en un servicio de alto nivel, mientras que los buenos golpes del brasileño le daban confianza. El primer game duró más de ocho minutos, un ejemplo no solo de lo extenso que fue el cotejo, sino que de lo parejo que se trató. Cada uno mantenía su servicio. La primera raqueta chilena llegó a estar 2-1, 3-2, 4-3 y 6-5 arriba. Pero los guarismos no se estiraban más allá de un punto.

Se abrió una ventana y el nieto de Jaime Fillol la aprovechó. Tenía una oportunidad de quiebre en un set point y finalmente se quedó con la manga por 7-5, cuando el partido iba en dos horas y 15 minutos. A la tercera y definitiva manga. El duelo era una moneda al aire. Podía pasar cualquier cosa, porque ambos hacían méritos en un cruce extremadamente equilibrado. Jarry registró en el segundo set 14 winners, bajó su cuota de errores no forzados (11) y tuvo un 83% de primeros servicios.

En el set definitivo, el tenista nacional se mostró firme en sus golpes y ganando en confianza para el devenir del juego. Sumado al ambiente copero en las gradas, con una efusiva barra chilena, Seyboth Wild empezó a salirse del partido, más frustrado. Jarry quebró para ponerse 4-2 arriba. El brasileño necesitaba sostener su saque para estirar el desenlace, logrando quedar 5-3. El 23° del mundo estaba al saque para sentenciar esta historia. De manera impecable, aseguró la victoria y el paso a la siguiente ronda.

Tras el final, Jarry le reclamó airadamente al juez de silla por actitudes del rival, como cortar el juego cuando estaba a punto de sacar. “Todo el mundo quiere saber la regla... Él no puede ir a la toalla cuando yo intento sacar”, le alega al juez.

Con más calma, habló en ESPN. “Un partido durísimo, Thiago es un jugador con mucho talento, fue una tremenda lucha. Estuve muy firme mentalmente. Estaba la hinchada gritando, me cortaban el saque... (Seyboth) estaba sacando increíble, me faltaba más fuerza, velocidad de pelota. Después, al final, me sentí superior... Nunca me había ido tan bien en este torneo. Estuve muy sólido”, afirmó.

Jarry es el tercer chileno en instalarse en los octavos de final del Miami Open, tras Marcelo Ríos y Fernando González. Pasaron 14 años. Ahora viene el noruego Casper Ruud, el séptimo preclasificado.

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