¿Por qué se jugó con temporal? La historia detrás del partido del lodazal entre Huachipato y la UC

Gazzolo y Montes disputan el balón en el barrial en que se transformó la cancha del estadio CAP
Gazzolo y Montes disputan el balón en el barrial en que se transformó la cancha del estadio CAP (Foto: Agenciauno)

Una cancha llena de agua fue la escenografía para la caída de los cruzados frente a los acereros. Una situación que, solo a modo de ejemplo, se tradujo en la lesión de un jugador. Las miradas apuntan a la determinación del juez Manuel Vergara.



Huachipato y Universidad Católica jugaron en un auténtico barrial. Si ya en el comienzo del juego, producto de la intensa lluvia que cayó sobre la región del Biobío desde el mediodía, el campo de juego del estadio CAP ya constituía un peligro para el desarrollo del encuentro y para la integridad física de los jugadores, con el transcurso del compromiso se fue tornando cada vez más peligrosa. Del nivel del espectáculo, mejor ni hablar. Lo que menos se observó en el recinto de los acereros fue fútbol. Los jugadores de ambos equipo hicieron lo que pudieron. La escuadra de Juan José Luvera acertó dos veces con el pórtico, una más que su rival, y se quedó con la victoria.

Los acereros dicen que intentaron detener la situación. Lo dejó entrever el presidente del club, Victoriano Cerda, a través de su cuenta en Twitter. “En el fútbol de Macondo, no se suspenden los partidos porque después es una ‘lata’ tener que volver, ¿O no? Se rompen las canchas y se arriesga a los jugadores, pero eso da lo mismo, porque así es Macondo ¿No?”, ironizó, primero, ayer, en su cuenta en Twitter.

En Quilín descartan haber recibido alguna solicitud en el sentido de suspender el encuentro. En los acereros dicen que plantearon la advertencia, aunque la determinación siempre estuvo en manos del juez, Manuel Vergara. “Se jugó porque el árbitro definió que había condiciones para jugar. Eso les corresponde a ellos. Y se continúa por lo mismo. Nosotros conversamos con gente de la ANFP para hacer ver que la cantidad de agua que estaba cayendo era tremenda. La ANFP nos respondió eso. Era evidente que el balón no corría. Nosotros hicimos ver que iba a caer mucha agua, pero no teníamos ninguna absoluta injerencia sobre eso”, plantea Cerda. En la asociación sostienen que, si la hubo, esa advertencia no llegó a la Gerencia de Competiciones.

Otro cruce en la piscina en que se transformó la cancha del recinto acerero
Otro cruce en la piscina en que se transformó la cancha del recinto acerero (Foto: Agenciauno)

Antes del inicio del segundo tiempo, Cerda se contactó con Milad, quien volvía a Santiago, en su auto, desde Curicó. El presidente del fútbol chileno supeditó la decisión al criterio referil.

A Vergara, el juez del compromiso, hay un antecedente que debiera inquietarlo: en 2019, después de un encuentro que se disputó en condiciones similares, su colega Eduardo Gamboa desapareció durante cinco encuentros de las programaciones. La Comisión de Árbitros no publica las sanciones, aunque es presumible que ambas situaciones estuvieran conectadas. En aquella ocasión, también se enfrentaron Huachipato y Universidad Católica, pero ganaron los cruzados 1-0. Eso sí, perdieron por lesión a Benjamín Kuscevic e Ignacio Saavedra.

Drenaje y consecuencias

El dirigente afronta de inmediato las críticas respecto de un mal estado del campo o del drenaje para evitar la acumulación de agua. “La cancha tiene un drenaje perfectamente adecuado. Pero cantidades de agua como esta ningún drenaje en Chile las hubiese aguantado. No es que la cancha tenga un problema”, sentencia Cerda.

Más allá de los cuestionamientos respecto del estado del campo de juego en su reducto, en la usina tienen otro elemento del que preocuparse: el volante Juan Córdova pagó concretamente las consecuencias. Inicialmente, sufrió un esguince de ligamento medial en una rodilla, por lo que Luvera no podrá contar con él durante un par de semanas.

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