¿Qué le pasa a Santiago Wanderers? Las explicaciones en torno a la peor crisis de la historia porteña

La desazón de los jugadores de Santiago Wanderers tras la caída ante Audax Italiano
La desazón de los jugadores de Santiago Wanderers tras la caída ante Audax Italiano (Foto: Agenciauno)

El equipo de Valparaíso no levanta cabeza. La derrota frente a Audax Italiano lo hunde aún más. En el Campeonato Nacional suma apenas un punto en 15 partidos. El regreso de Reinaldo Sánchez supone un tónico, aunque no se sabe si será suficiente para revitalizarlo.



Santiago Wanderers está herido de muerte. Los números hablan por sí solos. Los porteños caen frente a Audax Italiano y suman apenas un punto en los 15 partidos que han disputado en el Campeonato Nacional. El descenso a Primera B es, con esa productividad, un poco más que una amenaza. Porque es cierto que tendrán una rueda para mejorarla, pero también es cierto que requerirán de un auténtico milagro para conseguirlo. Numérico y futbolístico. Y que tendrá que producirse en un club convulsionado, en el que una parte de los hinchas es capaz de amedrentar al presidente en su domicilio y otro tanto llega a una práctica para presionar a los jugadores, quienes deben escuchar amenazas e insultos en su lugar de trabajo. Un ambiente confuso en el que el retorno del histórico Reinaldo Sánchez, quien se transformó en el controlador de la sociedad anónima que administra al club, al adquirir el 60 por ciento de su propiedad, se transforma en el único elemento esperanzador. Al menos, de un remezón institucional.

¿Cómo llegaron los porteños a tocar fondo? Rafael González Camus, presidente del club hasta que se produzca la asunción de Sánchez o de quien designe el empresario, da la cara. “Si uno analiza las causas, puede encontrar varias, desde las económicas a las deportivas, que son responsabilidad mía. Wanderers no tiene problemas económicos inmediatos. Es una institución saneada. No tenemos obligaciones que cumplir, pero es una situación austera. Estamos gastando lo que tenemos. Alcanza para lo que tenemos. Quizás debimos tener más recursos para refuerzos, pero lo que hay es poco dinero y se gasta lo que hay. Esa es una situación que afecta a toda la industria. Los ingresos están en la televisión, en los sponsors, pero el año pasado Wanderers enfrentó una competencia sin mil millones de la TV, por la forma en que ingresamos a Primera División. Eso iba a pasar la cuenta. Hoy no tenemos los ahorros para reforzarnos”, grafica el directivo.

Al dirigente le ha tocado afrontar el malestar de los hinchas. En mayo, su domicilio fue objeto de un ataque con bombas y fuegos artificiales. “El club está mal. La situación deportiva lleva a una situación de angustia. El hincha va a reaccionar de ese modo, pero no es lo correcto. Lo que tenemos que adoptar son medidas de solución deportiva. Las tendrá que ver la nueva dirección. Hay una fase de incorporación de refuerzos que seguramente intentarán aprovechar”, complementa González. El dirigente admite que siente miedo. “Hay temor y angustia en mi familia”, reconoce mientras medita su futuro en la institución. Su participación accionaria, que ahora bordea el 16 por ciento, le permitiría seguir en el directorio. Mientras lo decide, valora el retorno de Reinaldo Sánchez. “Me parece súper bien. Tiene una amplia experiencia en el fútbol. Su máxima gestión está radicada en la creación del CDF, que hoy le da el sustento al fútbol chileno. Es la persona adecuada. Además es wanderino. En este caso, la situación deportiva es compleja. He hablado con él permanentemente”, evalúa.

Joaquín Montecinos consuela al wanderino Sebastián Ubilla
Joaquín Montecinos consuela al wanderino Sebastián Ubilla (Foto: Agenciauno)

“Se armó mal el equipo”

Jorge Lafrentz, antecesor de González en la testera porteña, es categórico en su diagnóstico. “El problema de Wanderers es netamente deportivo. Son las malas decisiones que se tomaron en enero de conformar un muy mal plantel”, enfatiza el exdirectivo, quien presidió a la institución entre 2008 y 2018. “En 2008 Wanderers se transforma en sociedad anónima y tuvimos altos y bajos. Fuimos a torneos internacionales, como la Libertadores y la Sudamericana, y ganamos una Copa Chile. Peleamos un campeonato. También nos tocó descender y volver. En 2019 recuperamos la categoría y se hizo un tremendo esfuerzo en lo institucional. Wanderers tiene un campo deportivo de lujo, pagó todas sus deudas. Es un club sano, que no le debe un peso a nadie. En 2020 tuvimos un rendimiento deportivo aceptable. El gran error fue haber dejado partir a Miguel Ramírez. Había que reforzarle el equipo y armar uno con expectativa. No se hizo, se fue y ahí están las consecuencias”, sostiene, dando cuenta de una parte crucial del diagnóstico.

Lafrentz insiste en el último punto: los problemas wanderinos son deportivos. “La gente mezcla las cosas. La sociedad anónima hizo una tremenda labor, recuperó la credibilidad. Se entregó el club saneado. Hoy atraviesa por un descalabro deportivo por las decisiones que se tomaron en enero de 2021. Ahora tienen que abocarse a la parte deportiva para sacarlo adelante. El directorio que rige a Wanderers es el responsable de la crisis. La caja de 2020 estaba financiada. Y hoy tampoco tiene problemas de financiamiento. El error es la toma de decisiones en lo deportivo. Se trajeron jugadores que no dieron el ancho. Ahora hay que inyectar plata y tomar buenas decisiones”, enfatiza.

Miguel Bejide, ex vicepresidente del club, pone su mirada un poco más allá. “Tengo la impresión de que hay un tema más de fondo sobre la industria. La calidad de la industria en Chile no permite tener niveles de gasto como los que tienen los clubes, salvo los grandes, que incluso se han visto complicados. Es una industria que está sobredimensionada lo que lleva a clubes como Wanderers a entrar a una espiral de gastos mayores a los ingresos. Yo también fue accionista y al poco tiempo me percaté. Todo el mundo dice que esto es fútbol, pero en cualquier empresa si los ingresos son menores de los gastos, no hay opción de subsistencia. Wanderers siempre enfrentó esa situación. Incluso tuvo crisis mayores, incluso pudo quebrar la S.A. El país no está en condiciones de pagar el nivel de gastos de la industria, como salarios de 40 o 50 millones de pesos”, dice el exdirectivo, quien mientras estuvo en el club introdujo fuertes restricciones presupuestarias con el fin de balancear su economía.

En esa línea, coincide con el diagnóstico de Lafrentz. “Hoy el club tiene una caja positiva y el problema es el déficit deportivo, que tiene que ver con que no tenía la caja para pagar recursos sobre las posibilidades. Se perdió el cuerpo técnico de Miguel Ramírez y a varios jugadores. Hoy el club tiene jugadores de menos experiencia y eso, frente a equipos de mayor experiencia, tiene sus costos. Eso se refleja en lo deportivo. Más que malas decisiones, están relacionadas con lo que el club puede enfrentar”, grafica.

En ese contexto, adelanta la peligrosa línea en la que deberá moverse Reinaldo Sánchez en el inicio de su nueva gestión. “El nuevo presidente tendrá que gastar más que lo que el club recibe. Eso conlleva situaciones futuras que nadie puede predecir. Y en lo deportivo es una apuesta, porque nadie puede garantizar resultados”, concluye.

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