Reinaldo Sánchez: “El día que la gente de Wanderers se ponga violenta conmigo, yo doy un paso al costado”

El nuevo controlador del cuadro caturro vuelve a la actividad luego de 13 años alejado del fútbol. Sueña con dejar al equipo de sus amores en Primera División.



A Reinaldo Sánchez (76) se le escucha feliz. Se ríe entre cada pregunta, como asumiendo que la paz que tuvo por tantos años llegó a su fin. El expresidente del fútbol chileno, que dejó la actividad dirigencial en 2008, luego de más de 16 años ligado a Wanderers y a la casa de la Roja, asumió esta mañana como máximo controlador de los Caturros.

“Esto se hizo el miércoles de la semana pasada. Yo lo iba a mantener en silencio, porque había un acuerdo para informarlo el 15. Ahora se adelantaron y lo dijeron, pero está bien. Hay que empezar a trabajar”, dice el empresario que asegura moverse entre Viña del Mar, Quillota y La Calera.

Su vida tendrá un cambio radical. “Ya estaba descansando. Ya no me meto en el negocio de las micros, lo ven mis hijos. No conozco ni a los conductores. La agricultura, porque tenemos hectáreas de alfalfa, la ve otro hijo que es ingeniero agrónomo”, cuenta en conversación con El Deportivo.

A sus 76 años, sus movimientos al mando del equipo de sus amores serán todos estudiados. “De verdad le digo, si quiero hacer algo me va a costar mucho. A mi edad ya es difícil. Lo que he visto, lo que tenemos, lo que hay que hacer, no es fácil”, agrega. Tomar la decisión de volver al fútbol no fue de un día para otro: “Tengo seis hijos, de los cuales cinco son hombres. Todos wanderinos. No estaban muy de acuerdo, pero ya estamos acá”.

Sus motivaciones para tomar la presidencia del equipo Caturro no las tiene claras. “No sé, no sé qué me motivó. Cada día veo lo difícil que será y no sé qué me motivó. Yo nunca fui un hincha fanático, siempre fui una persona mesurada. Sí es algo que me permite estar mis últimos años con un poco más de actividad de voluntad. ¿Si me quiero morir siendo presidente de Wanderers? No me maldiga pues. No me quiero morir”, dice, riéndose.

Esta mañana, la Comisión para el Mercado Financiero ratificó que el empresario se convirtió en el máximo accionista de la institución al adquirir el 60% del paquete, totalizando 50.037.083 acciones. De acuerdo al oficio, el extimonel del fútbol chileno se las compró al actual mandamás porteño, Rafael González, quien ahora solo dispone del 15,75%.

”A Rafael González lo conozco hace muchos años. Es muy ordenado, no olvides que trabajó muchos años conmigo. A Wanderers lo tiene bien financieramente, no hay déficits. Lo que sí tiene es un tremendo déficit deportivo. Ahí falta. Creo que la formación del equipo anduvo fallando”, señala Sánchez.

Y pese a sus ganas, el ex presidente de la ANFP llama a la calma respecto a las expectativas que pueden generar su arribo. El equipo de la Quinta Región marcha último, con un punto. “Lo veo muy difícil. Soñar no cuesta nada, pero me gustaría dejar a Wanderers este año en Primera. Soñar no cuesta nada. No es que uno haya formado un equipo, uno se encontró un buque que se está hundiendo. Quizás con un milagro lo salvamos”.

Dentro de las primeras medidas del empresario está reforzar al plantel. Quiere ocupar los tres cupos disponibles con jugadores extranjeros. “Quiero buscar tres jugadores que sean de muy buena calidad, pero fuera de Chile. Es que en Chile no hay y los buenos ya están con clubes. Los que andan volando, por algo andan volando”. “¿Cuánto dinero invertiré? Por tradición soy muy ahorrativo. No voy a gastar más de lo que se produce”, advierte.

Los sucesos de violencia que han marcado al equipo caturro son tema para el nuevo máximo controlador. No deja de incomodarlo las agresiones que sufrió el expresidente Rafael González en su hogar ni tampoco los fanáticos que fueron a presionar a los jugadores a Mantagua.

“El día que la gente de Wanderers se ponga violenta conmigo, yo doy un paso al costado, igual como lo hizo Rafael. En Wanderers hay gente violenta y eso no me gusta. Cuando vea esas cosas, que es lo que más ha perjudicado a este país, ahí me retiro”, dice, con un tono serio. “Yo conocí a un Wanderers diferente, de otro tipo. Yo fui de chico a ver a Wanderers, me llevaba mi hermano mayor. Ojalá recuperar eso”, agrega.

Para cerrar, Don Reinaldo viaja al futuro y se pone metas para su segundo paso en la presidencia caturra. “Me gustaría que Wanderers estuviera arriba, peleando, hasta el sexto puesto como puso. Que esté arriba, que pelee, que sea un equipo difícil. No es muy fácil hacerlo, pero trabajaremos para eso”.

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