El Deportivo

¿Qué causó la muerte de Diogo Jota? Las interrogantes que abre el trágico accidente del delantero del Liverpool

El portugués y su hermano, el también futbolista André Silva, perecieron producto del impacto del Lamborghini en que viajaban. Se investigan las causas, aunque las primeras hipótesis apuntan al exceso de velocidad, al reventón de un neumático y al posterior incendio del vehículo. El jugador de los Reds se había casado hace 11 días con su novia de juventud, con la que tenían tres hijos.

El mundo está consternado. Las muertes de Diogo Jota, figura del Liverpool, y de su hermano André Silva, quien militaba en el Peñafiel de la segunda división del fútbol portugués, tras sufrir un trágico accidente automovilístico, estremecieron a todos. Inicialmente, por la magnitud deportiva del primero, que a los 28 años atravesaba por el mejor momento de su carrera. Incluso de su vida: hace 11 días había contraído matrimonio con Rute Cardoso, su novia eterna y madre de sus tres hijos.

Los futbolistas viajaban a bordo de un Lamborghini Urus. El accidente está en plena fase de investigación, aunque los informes preliminares hablan de exceso de velocidad y de un intento de adelantamiento que terminó de la peor forma posible: el lujoso vehículo impactó a otro, se estrelló contra una barrera de contención y se incendió, al punto de quedar completamente calcinado. Las mismas versiones consignan que había sido arrendado, lo que abre una arista: las condiciones en las que había sido alquilado y si se encontraba en óptimas condiciones. De hecho, también se investiga si el pinchazo de un neumático pudo ser la causa de la pérdida de control. La justicia española realizará las respectivas indagatorias.

¿Por qué murió Diogo Jota? Las interrogantes que abre el accidente que le costó la vida a la estrella del Liverpool

El coche quedó envuelto en llamas, que además se propagaron a la vegetación cercana. Diversas fuentes apuntan a que el coche pudo sufrir el reventón de uno de sus neumáticos, por lo que se salió de la vía y se incendió“, relató el diario Marca, aludiendo a testigos del fatal impacto. La mera revisión de las imágenes de los restos del automóvil de alta gama en el que se desplazaban los futbolistas ahorran palabras: quedó absolutamente calcinado y reducido a escombros.

El Lamborghini Urus es, virtualmente, un vehículo de carreras. Está disponible en cuatro versiones (Sterrato, Tecnica, STO y EVO Spyder), todas con tracción trasera y hay quienes apuntan a esa cualidad como una de las variables responsables del accidente. Cuenta con 640 CV de potencia y puede alcanzar los 325 kilómetros por hora como velocidad punta. No se ha informado cuánto marcaba la aguja al momento del impacto, aunque se da por descontado que sobrepasaba el límite de lo permitido, según los primeros reportes de los medios hispanos. El superdeportivo es capaz de pasar de 0 a 100 km/h en 3,2 segundos.

¿Qué hacía Diogo Jota en un Lamborghini a medianoche en España?

La pregunta es natural: ¿qué hacía Diogo Jota a bordo de un Lamborghini transitando por España en plena medianoche? Las primeras versiones reconstruyen la historia. Según la prensa europea, los hermanos tenían previsto desplazarse por la ruta A-52 rumbo a la localidad de Benavente, donde pasarían la noche. El final de trayecto era Liverpool, donde el delantero tenía que presentarse a los entrenamientos a partir del lunes. El cuerpo médico del club le había sugerido no abordar un avión por problemas a nivel pulmonar, que ya estaban tratados.

De allí planeaban cubrir este jueves los casi 300 kilómetros que los separaban del puerto de Santander. En esa localidad española abordarían un ferry hasta Portsmouth, en Inglaterra. El tramo final contemplaba 430 kilómetros hasta llegar a Liverpool.

Una boda de ensueño truncada por la tragedia

Hasta unas horas antes del accidente, la vida de Diogo Jota parecía transcurrir en un sueño hecho realidad. El delantero del Liverpool se había casado el 22 de junio con su compañera de toda la vida, Rute Cardoso, a quien conoció en la adolescencia. Tras más de 10 años juntos, la pareja coronó su historia de amor con una ceremonia íntima y emotiva en Oporto, arropados por familiares y amigos más cercanos. Rute y Diogo ya tenían tres hijos pequeños fruto de su relación: dos niños de cuatro y tres años, y una bebé nacida en noviembre de 2024. Para ambos, la boda representaba la consolidación de una familia que habían formado desde muy jóvenes. “Sim, para sempre” (“Sí, para siempre”), escribió el futbolista en portugués al anunciar su enlace, reflejando la promesa de un amor eterno.

La propia Rute no ocultó su felicidad por ese paso tan anhelado. “Mi sueño hecho realidad”, expresó sobre el día de la boda. De hecho, horas antes de la tragedia, la pareja compartió en redes sociales un video con imágenes inéditas de la celebración. “Un día que nunca olvidaremos”, escribió Diogo Jota en Instagram la noche del 2 de julio, mostrando a ambos sonrientes y enamorados. Nadie podía imaginar que esa publicación se convertiría en un mensaje premonitorio. Menos de 24 horas después, ese recuerdo de alegría se transformaría en dolor: la felicidad conyugal duró apenas once días, truncada brutalmente por el destino en la cuneta de una autopista.

Diogo Jota, celebrando un gol para el Liverpooll (Foto: @lfc)

Una infancia entre macetas rotas y camisetas sin marca

Diogo José Teixeira da Silva nació el 4 de diciembre de 1996 en Massarelos, Oporto. Hijo de Joaquim e Isabel, creció en el entorno obrero de Gondomar, una localidad al margen del lujo del fútbol profesional. Desde muy pequeño, el balón fue su única obsesión. Cuentan sus padres que en el patio de su abuela rompía maceteros sin parar, recreando goles imaginarios. A los seis años, sus padres intentaron inscribirlo en natación, pero terminó llorando hasta convencerlos de que lo dejaran jugar al fútbol. “Prefería mil veces el balón que estar en la piscina”, recordaría años después.

Durante casi una década jugó en el Gondomar Sport Club, un equipo modesto, poniendo de su bolsillo por la camiseta, como cualquier otro niño. “Hasta los 16 años seguía pagando por jugar”, confesó Jota, quien nunca pasó por una academia de elite. Sus compañeros eran amigos, su entrenador un formador vocacional, y el fútbol, una pasión sin contrato ni promesas. “Tuvimos la suerte de tener un equipo muy unido durante nueve años... Éramos como una familia”, decía..

La familia, de recursos limitados, hacía sacrificios constantes. “Diogo nunca nos pidió nada. Jamás nos dijo que quería unos botines de marca; sabía que no era posible”, recordó su padre a TVGuia. Esa conciencia forjada en la escasez marcó su carácter. A los 15 años, durante una prueba médica de esfuerzo, un electrocardiograma mostró un pico anómalo. El examen fue detenido de inmediato y la familia temió lo peor. Pero no era nada grave, solo una característica particular de su corazón. “Fue uno de los mayores sustos de nuestras vidas”, declaró su progenitor.

De la segunda división inglesa al Olimpo de Anfield

En 2013 fichó por el Paços de Ferreira, donde empezó a perfilarse como goleador. En 2015, con 18 años, se convirtió en el jugador más joven en marcar 14 goles en una temporada para el club. Ese rendimiento llamó la atención del Atlético de Madrid, que lo fichó en 2016, aunque nunca llegó a debutar oficialmente. Fue cedido al Porto, donde acumuló minutos, y en 2017 recaló en el Wolverhampton, entonces en la Championship inglesa.

En los Wolves se transformó. Se convirtió en ídolo, ascendió a la Premier y fue figura del equipo por tres temporadas. Anotó 44 goles en 131 partidos y se ganó la admiración de la hinchada. En 2020, el Liverpool desembolsó 45 millones de euros por su fichaje. Muchos dudaban de si tendría espacio en un equipo plagado de estrellas, pero Jota respondió con goles, presión y una versatilidad que Klopp valoró de inmediato. Aunque no fuera titular indiscutido, era siempre una de las primeras alternativas en saltar a la mítica cancha de los Reds.

En su etapa en Anfield, Jota ganó la Premier League en 2025 y la Supercopa de la UEFA. En paralelo, consolidó su rol en la selección portuguesa, donde marcó 14 goles en 49 partidos y se coronó campeón de la Nations League en junio de 2025. Esa fue su última gran conquista. En una de sus últimas fotos públicas, aparece abrazado a sus tres hijos con el trofeo de liga en la mano.

Aficionado a los videojuegos, de bajo perfil y padre hogareño

Lejos del foco mediático, Jota era un hombre de rutinas simples. Apasionado de los videojuegos, sobre todo FIFA y Football Manager, llegó a competir en torneos online los fines de semana. “Si había fútbol por la tarde y PlayStation por la noche, estaba perfecto”, dijo su padre. Nunca fue de fiestas ni excesos. Prefería quedarse en casa con Rute, sus hijos y sus perros.

Amaba su casa en Inglaterra y mantenía el bajo perfil incluso en redes sociales, donde rara vez mostraba otra cosa que no fuera su familia. Su matrimonio fue la culminación de un vínculo construido desde los días de colegio. En apenas una década juntos, Rute y Diogo pasaron de compartir meriendas escolares en Gondomar a criar tres hijos y vivir entre estadios, mudanzas y éxitos deportivos.

Dolor global, luto íntimo

La noticia de su muerte generó una reacción global. Cristiano Ronaldo, Joao Neves, Jamie Carragher, David de Gea, el Liverpool FC, la Federación Portuguesa, clubes de todo el continente, el presidente de Portugal: todos se volcaron en homenajes. “Perdemos a un campeón dentro y fuera del campo”, escribió el gobierno portugués. Pero en Oporto, el dolor no fue institucional, sino íntimo. Joaquim e Isabel perdieron a sus dos hijos. Rute, a su esposo. Y tres niños, a su padre.

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