Un triatleta de acero

Andy Potts (41 años) es hoy uno de los triatletas más destacados del mundo. Lo hace compitiendo en Ironman, la disciplina de larga distancia y resistencia que combina natación, trote y ciclismo. A su edad es considerado un veterano en la disciplina, pero eso no le impide seguir compitiendo al máximo nivel y ganando pruebas. De hecho, su nivel no ha hecho más que mejorar con el paso de los años y su participación será una de las principales atracciones en el Ironman de Pucón de enero. Su carrera, sin embargo, dio algunos giros antes de llegar al triatlón y al ironman.

Potts se inició en la natación a los cinco años y luego obtuvo logros a nivel universitario. Con solo 19 años llegó a disputar las clasificatorias para los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996 en 400 metros estilo libre. En paralelo a su camino en la natación, Sidney 2000 vería debutar al triatlón como deporte olímpico y al poco tiempo Potts descubriría su verdadera pasión.

Su primera competición llegaría en 2002, a sus 26 años. Pasarían apenas 22 meses y el destino lo encontraría disputando unos Juegos Olímpicos en el triatlón de Atenas 2004. Acabaría en el 22º puesto, el segundo mejor estadounidense de la prueba. Su trayectoria apenas arrancaba y en 2007 tendría sus primeros éxitos. En aquella temporada obtendría el oro en el triatlón de los Juegos Panamericanos de Río y se titularía campeón del mundo de Ironman 70.3 (medio Ironman).

Su desempeño a nivel internacional se siguió proyectando y actualmente ostenta 11 apariciones consecutivas en el Campeonato Mundial de Ironman, que se desarrolla anualmente en Kona, Hawái. Allí terminó cuarto en 2014 y quinto en 2015, sus mejores resultados.

En octubre acabó vencedor del Ironman 70.3 de Coquimbo, apenas siete días después de finalizar octavo en Kona. Tras disputar una nueva prueba en Mar del Plata, ya se prepara para el evento que se tomará Pucon el 13 de enero, que lo correrá con 42 años ya cumplidos, pero sobre todo con un palmarés y un estado físico que a esta altura pocos atletas de alto rendimiento imaginarían.