Nombres propios: El despliegue del Rey no fue suficiente en el Centenario

Arturo Vidal fue el emblema de un Chile que sufrió en el primer tiempo, pero que mereció más en el segundo tras el gol de Alexis Sánchez, que volvió a marcar. Eso sí, la zaga de la Roja quedó al debe, incluido el arquero Gabriel Arias.



URUGUAY

Campaña: Fue un espectador en el primer tiempo. Chile llegó tan poco y generó tan escaso peligro que apenas tocó la pelota. Ya en el segundo lapso tuvo más trabajo y se mostró seguro. No pudo hacer mucho en el gol de Alexis.

Cáceres: Tuvo muchas facilidades para subir por la banda derecha ante el poco volumen ofensivo de Chile y la debilidad del sector izquierdo de la defensa de la Roja. Cumplió en ambas facetas del juego, con buen control de la pelota.

Godín: El patrón de la defensa charrúa. Una muralla tanto por arriba como por abajo. Muy correcto en la salida. Transmitió seguridad incluso cuando estuvo por los delanteros chilenos.

Coates: Empezó bien, firme, pero luego se transformó en la pieza más débil de la zaga local. Sufrió mucho en el segundo tiempo. Cometió una clara mano dentro del área, tras un centro de Víctor Dávila, que debió ser penal, pero ni el juez ni el VAR lo estimaron así.

Viña: No tuvo mayor trascendencia. El lateral izquierdo de los charrúas tenía la misión de hacer lo mismo que Cáceres por la derecha, pero se encontró con Fuenzalida, que le impidió el paso cada vez que pudo.

Valverde: Fue un constante dolor de cabeza para Nicolás Díaz y Sebastián Vegas, sobre todo, para el primero. Casi siempre ganó por esa zona. Remató al travesaño muy temprano. Movedizo, rápido. Incontrolable.

Bentancur: Fue el que más sufrió cuando Chile perdió el miedo y salió a jugar en el Centenario. Estuvo al borde de la segunda tarjeta amarilla y por eso Tabárez decidió reemplazarlo. Al debe.

Rodríguez: Incisivo, molestoso y peligroso. De esos delanteros a los que no se puede descuidar ni un segundo. La sociedad que formó con Valverde no tuvo piedad con la dupla entre Nicolás Díaz y Sebastián Vegas.

De Arrascaeta: Participó poco en el juego. No fue factor gravitante como se esperaba en la previa. Cuando Chile era mejor, no fue capaz de darle claridad al ataque celeste. Salió sustituido sin pena ni gloria.

De la Cruz: Mostró algunos pincelazos de talento en el primer tiempo, pero en el segundo decayó cuando Chile adelantó las líneas. El repliegue de Uruguay en la segunda parte tampoco le ayudó mucho.

Suárez: Un goleador. No había aparecido hasta el penal de Vegas. Y no falló. Sin embargo, no era su noche. El delantero del Atlético no brilló como en otras ocasiones y no pudo aprovechar las falencias de la improvisada defensa de la Roja.

Gómez: Entró a los 87′, cuando Tabárez buscaba desesperado penetrar la zaga chilena. Y en la primera que tuvo, anotó. Aprovechó un despeje corto de Sierralta y con un derechazo fuerte y bajo batió a Arias.

CHILE

Arias: Pudo hacer más en el segundo gol de Uruguay. El remate de Gómez va pegado a su palo y además estaba bien ubicado. Había hecho un correcto partido, pero el agónico triunfo charrúa opacó su jornada.

P. Díaz: Un error suyo en la salida originó la jugada del penal de Vegas, que luego convirtió Suárez. Hasta ese momento, no había hecho un mal partido. En el segundo tiempo cumplió y mostró su mejor versión.

F. Sierralta: Apenas cumplió la tarea sacando una que otra pelota aérea, porque esa labor terminó haciéndola Vidal. Algo torpe en la marca. Siempre al filo de la infracción. Afortunadamente para él, Suárez no estuvo en su noche.

S. Vegas: En la previa se le situaba como lateral izquierdo, pero al final fue de central por esa zona. No se vio bien. Dubitativo. Tuvo problemas en la marca y en la ayuda a Nico Díaz en ese sector.

N. Díaz: Rueda decidió ubicarlo de lateral izquierdo y se equivocó. El defensa se vio incómodo e inseguro. No pudo contrarrestar la habilidad de Valverde, que se dio un festín por su lado. Mejoró un poco en el segundo tiempo.

C. Aránguiz: Como Baeza no marcaba, el Príncipe asumió la labor de la refriega y perdió presencia en el ataque. En cambio, cuando Chile adelantó sus líneas y salió a buscar el empate, mostró toda su calidad. Su asistencia a Alexis fue exquisita.

C. Baeza: Desaparecido en el primer tiempo. No fue capaz de interrumpir ningún contragolpe o salida del equipo del Maestro Tabárez. Fue un pasadizo para De la Cruz y De Arrascaeta. Colaboró un poco más tras el entretiempo.

A. Vidal: El mejor de Chile, para variar. De lo poco rescatable. Clave en la recuperación, en el juego aéreo defensivo y en la presión a la defensa celeste. El Rey las hace todas, pero sin la ayuda necesaria todo su aporte de diluye.

J. P. Fuenzalida: Muy generoso, sobre todo en la defensa, lo que le impidió subir con más regularidad. Si Uruguay no tuvo aproximaciones por el sector derecho de la Roja fue en gran parte mérito del Chapa. El ídolo de la UC justificó su titularidad.

E. Vargas: Tuvo que ir sacrificio. No tuvo muchas opciones, aunque cuando recibió con ventaja se demoró mucho en decidir. No fue un problema para la férrea dupla compuesta por Godín y Coates.

A. Sánchez: Al goleador histórico de la Roja se le piden más que ganas y esfuerzo. Se le piden goles. Y Alexis cumplió. Luego de un regular primer tiempo, donde a veces pecó de comilón, convirtió el empate y después se soltó. Era si hora. La Roja lo esperaba hace tiempo.

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