Boric & Provoste: ¿A quiénes escuchan?

Pese a que diariamente escuchan a muchas personas para tomar definiciones, el círculo estrecho se reduce a un puñado de personajes que les han demostrado lealtad total.


Nicolás Grau (38), el principal “orejero” económico de Boric, cuenta que “por ahí por abril, mucho antes de conseguir las firmas (para la candidatura del diputado) y cuando aún estábamos encerrados, se organizó una comida -vía Zoom- con Gabriel para juntar plata. Fue algo bien romántico, se envió la comida a cada una de las casas, éramos entre 30 y 40 personas y estaba (Manuel Antonio) Garretón, a quien se le pidió que cerrara el encuentro”.

Sin querer, el sociólogo, de 78 años, uno de los pocos políticos pertenecientes a la tercera edad que hoy forman parte del círculo cercano al candidato, se robó la película, con un gran discurso, según recuerdan los comensales.

“Dije que él debía ser el candidato para este momento del país, porque no sólo encarnaba a una nueva generación que nunca ha gobernado y que venía de las movilizaciones de 2011 y del estallido de 2019, sino que también era un líder que conoce bien los procesos de transformación -con sus aciertos y errores- que ha habido en la historia reciente de Chile”, recuerda Garretón, quien dice que una de las virtudes del candidato de Apruebo Dignidad “es su capacidad de escuchar”.

Quizás por ello, para los cercanos a Boric es difícil elegir a un puñado de asesores de su total confianza.

Lo que sí muchos coinciden es que Garretón es uno de ellos y que se ha convertido en uno sus consejeros políticos, como antes lo fue Luis Maira (81), y en los últimos años Fernando Atria (52), quien hoy está abocado a la constituyente.

“¡Ustedes han ofrecido un pacto de gobernabilidad a la Concertación y están negociando a espaldas del movimiento estudiantil a través del PC!”, acusaba hace casi 10 años Boric a Camila Vallejo, en el último debate por la presidencia de la Fech.

En esa oportunidad, el estudiante de Derecho instaló -con mucha astucia- su discurso a la izquierda de la entonces presidenta de la Fech, quien buscaba su reelección tras liderar la movilización estudiantil de 2011 y convertirse en una figura muy mediática junto a su entonces par de la Feuc, Giorgio Jackson.

La historia es conocida: Boric ganó sorpresivamente a la dirigenta comunista, al igual como lo hizo en julio en las primarias a Daniel Jadue.

Desde ese entonces, Boric y Vallejo han cultivado una amistad que se fortaleció en la Cámara de Diputados, que hoy convierten a la dirigenta comunista -junto a Jackson- en la dupla que mueve los hilos de la campaña presidencial.

El jueves en la mañana, mientras Jadue le enseñaba a Boric a preparar café árabe en una sanguchería en Recoleta, Javiera Cabello (a quienes llaman la Pelo) observaba cada movimiento desde afuera.

“Tienes que tomarte una foto con Daniel aquí afuera”, le pidió Cabello al candidato al salir raudo del restaurante a reunirse con Maya Fernández. El detalle no era menor, considerando que se había convocado a un medio (CNN) y que la esperada actividad debía ser viralizada.

Boric y Cabello se conocieron en la Escuela de Derecho de la U. de Chile (ella era mechona y él cursaba su último año), pero fue a inicios de este año -cuando la encargada del frente feminista de Convergencia Social lo alentó a ser candidato- que la relación se estrechó. La abogada de 29 años fue su jefa de campaña en las primarias y, entre otras cosas, lo convenció a cambiar su desarreglado look por uno que reflejará seriedad. Ella también, dice una fuente del comando, le insistió que podía derrotar a Jadue y que el debate en tv sería clave para ello, como ocurrió. “¿Dónde está la Pelo?”, dicen en el comando es la frase que más repite el candidato cuando tiene una duda o problema logístico.

Otra mujer que ha ido ganando terreno entre sus asesores es la socióloga experta en seguridad Lucía Dammert, con quien se reúne habitualmente para conversar sobre uno de los temas que serán claves de llegar a La Moneda.

La crisis en La Araucanía es otro de los temas que Boric sabe que deberá enfrentar con decisión, si es que se convierte en el gobernante más joven en la historia de Chile. Su “orejero” en esta área es el abogado Matías Meza-Lopehandía (40), quien decidió no dejar su trabajo en la Biblioteca del Congreso. Quien sí congeló su labor en Espacio Público fue su compañero de curso Diego Pardow, a quien todos mencionan como un colaborador clave. Cierra el círculo de hierro el bioquímico Pablo Zamora, cofundador NotCo.

A mediados de junio, mientras Paula Narváez intentaba enrielar su campaña en medio del ruido que producía una inminente candidatura de Yasna Provoste, Alejandro Goic (PS) invitó a almorzar a su casa en el litoral a las dos exministras.

Por esos días, el actor trabajaba en la campaña de la exvocera de Bachelet, pero sentía que la decisión de la senadora DC -con quien tiene una antigua amistad- de asumir una candidatura era inminente, y quería que ambas hablaran cara a cara.

La reunión junto al mar fue grata, el tiempo pasó volando, pero Goic no logró su objetivo de que ambas abrieran su juego y acordaran un camino conjunto. Esta sería la primera y última vez que Narváez y Provoste conversaron.

Meses después, tras el triunfo en la consulta ciudadana, la flamante candidata del Nuevo Pacto Social le pidió a Goic que fuera su jefe de su campaña, sorprendiéndolo a él (quien se encontraba rodando una película) y a muchos que desconocían esa vieja amistad que partió a mediados de los 80, cuando el actor fue relegado a Freirina por el régimen militar.

Cuatro décadas después, en el equipo de Provoste concuerdan que el dramaturgo es hoy uno de los principales consejeros de la candidata y ejerce con mucha pasión su rol de generalísimo.

Pero según las mismas fuentes, unos escalones más arriba -en términos de confianza- está es el abogado Luis Eduardo Thayer Morel (74), quien acompañó a la senadora durante el período posterior a la acusación constitucional (2008) en su contra, presentando una denuncia en contra del Estado de Chile ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

Pese a sus apellidos de alcurnia (que Provoste generalmente mira con un poco de recelo), cuando a la exministra le presentaron a Thayer, su trayectoria como abogado de dirigentes sindicalistas de la DC -Rodolfo Seguel y Manuel Bustos, entre otros- durante la dictadura y director de radio Chilena en la misma época, fue más que suficiente. Hoy, todos coinciden en que sus informes en temas laborales, sindicales y en pensiones son -y serán- relevantes en el programa de la abanderada.

Tras su impecable representación de Sebastián Sichel en la preparación de Provoste para el primer debate en televisión, todo indica que en los ensayos de mañana Aldo Cornejo volvería a estar presente. El abogado porteño es, sin duda, el asesor de Provoste con mayor experiencia y “muñeca” política. Sin embargo, señalan en su equipo, él entiende bien que su figura está asociada a la antigua política y que no debe aparecer en nada relacionado con su candidatura. “Sus consejos son certeros y simples, además, cuenta con una red de contactos que van desde el fiscal nacional, Jorge Abbott (trabajaron juntos en los años 80), a Enrique Correa y Michelle Bachelet, por nombrar algunos.

Mientras se discutía el cambio al sistema binominal a fines de 2014, en una reunión en el Congreso, Provoste se sorprendió con la personalidad de una joven cientista política porteña que militaba en el PS. Desde ahí, la opinión de Javiera Arce (36) comenzó a ser requerida por la parlamentaria en temas electorales y de género, y la relación se fue estrechando, invitándola muchas veces a su Región de Atacama. Hace unos meses le encargó su programa en temas de mujer, y cuando Arce se aprestaba a partir a cursar un doctorado en Londres, la candidata le pidió que fuese su vocera.

Una relación de extrema lealtad también tiene Provoste con su jefe de gabinete, Cristián Torres, y con la encargada de su circunscripción, su amiga Alexandra Núñez.

Desde que asumió su candidatura, la senadora mantiene una relación directa y de mucho respeto con la presidenta de su partido, Carmen Frei, quien la apoyó en los tensos momentos en que Ximena Ricón fue forzada a abandonar la carrera presidencial. Otro camarada que escucha habitualmente es el diputado Víctor “Chino” Torres.

Finalmente, tal como lo ha reconocido la propia candidata, su marido, Mauricio Olagnier -a quien conoció en la U. de Playa Ancha mientras estudiaban Educación Física-, es su gran consejero y, pese a que a él también le gusta mucho la política, fue el sostén familiar para que ella desarrollase una carrera en el servicio público. “Mis suegros trabajaban y desde pequeño vio a su madre fuera de la casa, con mucha colaboración de su esposo. Él ha replicado ese modelo”, dijo hace un tiempo en revista Paula.

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