Perú enfrenta su elección más impredecible de los últimos años

Un miembro del personal electoral instala una cabina de votación en el barrio de San Juan Miraflores, en Lima. Foto: Reuters

Según los últimos sondeos, seis candidatos se pelean hoy la posibilidad de pasar al balotaje. En la recta final, Keiko Fujimori ha repuntado en las encuestas y también lo ha hecho Pedro Castillo. En cambio, el respaldo al antes favorito Yonhy Lescano ha descendido.


Keiko Fujimori

La eterna candidata que repunta en los sondeos, pese al alto rechazo

Keiko Fujimori cerrando este jueves su campaña por las calles de Lima. Foto: Reuters

Con su discurso de mano dura y apelando a la figura de su padre, Keiko Fujimori ha logrado repuntar en las encuestas, aumentando sus posibilidades de pasar a segunda vuelta. Si hace una semana, en el último simulacro de votación de Ipsos, se ubicaba en el quinto lugar con 11,2%, en el último estudio divulgado el jueves en la noche a los medios extranjeros, había subido al primer puesto, con 12,9%.

Se trata de la tercera vez que la líder de Fuerza Popular busca llegar al Palacio Pizarro. Ya lo intentó en 2011, ocasión en la que perdió con Ollanta Humala, y en 2016 fue derrotada por Pedro Pablo Kuczynski.

Su campaña se ha visto ensombrecida debido al descrédito que sufrió como líder de la oposición peruana al propiciar la caída del gobierno de PPK en 2018 -hito que para muchos en Perú derivó en la actual crisis que sufre el país-, como también por el paso de una temporada en prisión acusada de lavado de dinero al recibir aportes de Odebrecht para su campaña de 2011. “El fujimorismo siempre ha tenido un núcleo duro de votos. Estuvo estancado todo este tiempo, porque Keiko Fujimori no lograba conectarse con la gente. En base a sus zigzagueos, estuvo en varias elecciones a favor del padre, en contra, ahora nuevamente con él, pero mantenía un electorado fiel, pequeño, aunque lo suficientemente importante para una intención de voto muy dispersa, en donde tener 8% era bastante. Lo que ha pasado es que la desafección de la política es tan grande, que es muy voluble, entonces van pasando de un lado a otro, va moviéndose entre determinados candidatos”, indicó a La Tercera el politólogo de la Pontificia Universidad Católica del Perú, Fernando Tuesta.

Para el director de la encuestadora Ipsos, Alfredo Torres, Fujimori “ha ido creciendo lentamente aprovechando su experiencia política, ya que es su tercera campaña presidencial. No ha cometido errores y los demás candidatos sí”. De pasar a la segunda vuelta, Torres dice que Fujimori “tiene mucho antivoto y perdería con la mayoría. Pero lo mismo ocurría con García en el 2006 cuando se enfrentó a Ollanta Humala, en los tiempos en que Humala era chavista. Lo mismo podría pasar si Fujimori se enfrenta en la segunda vuelta a un candidato de extrema izquierda, como Pedro Castillo. Muchos que hoy dicen que nunca votarían por ella cambiarían de opinión”, sostuvo a La Tercera.

Pedro Castillo

La sorpresa del profesor de la izquierda que ahora tiene chance de ir a segunda vuelta

Pedro Castillo sostiene un lápiz gigante y un sombrero durante el mitin de clausura de su campaña en Lima, el jueves. Foto: AFP

Es, sin duda, la gran sorpresa de la última semana en la carrera por la presidencia en Perú. El candidato de Perú Libre, Pedro Castillo, pasó a ocupar el segundo lugar en el simulacro de votación de Ipsos, con 12,7%. En febrero, en una medición similar, solo alcanzaba un 4,7%.

El candidato izquierdista conservador de 51 años es profesor en la nortina Cajamarca. Postuló hace dos décadas sin suerte a la alcaldía de un distrito de esa región. Se hizo conocido en todo el país en 2017, cuando lideró una huelga de maestros que duró varios meses, con el fin de incrementar las remuneraciones. Plantea elaborar una nueva Constitución que reemplace a la de 1993 y expulsar en tres días a los extranjeros ilegales. Promete desactivar el Tribunal Constitucional, porque defiende “la gran corrupción”, y nacionalizar los principales yacimientos mineros, petroleros y energéticos.

“Es la izquierda tradicional en Perú, la izquierda más popular, es una izquierda radical, pero conservadora. Curiosamente, hay puntos de encuentro con Rafael López Aliaga, están en contra de todas las demandas liberales, como el matrimonio igualitario, eutanasia, aborto. Además, reposa en algo que es importante, que es la organización sindical de los maestros, que si bien ha decaído en los últimos años, sigue siendo importante. Y es un mundo de partidos extremadamente débiles. Es decir, ocuparon el espacio que Verónika Mendoza, al frente de Juntos por el Perú, había dejado en su intención de correrse al centro”, explicó a La Tercera el analista de la Pontificia Universidad Católica del Perú, Fernando Tuesta.

Para Alfredo Torres, de Ipsos, “Castillo es un dirigente de extrema izquierda que se ha presentado como un outsider antisistema en la sierra del Perú”. “Su crecimiento empezó en las zonas rurales más abandonadas por el Estado. Luego avanzó a las ciudades de la sierra presentándose como un profesor que lo que quiere es transformar el Perú en beneficio de los más pobres. Se ha beneficiado también de los ataques mutuos entre los demás candidatos. La mayoría de los electores no sabe de sus vínculos con el Movadef, el brazo político de Sendero Luminoso, porque su crecimiento ha sido muy reciente”, indicó Torres.

Yonhy Lescano

El candidato populista que cedió terreno en la recta final

Yonhy Lescano saluda a sus simpatizantes durante el mitin de clausura de la campaña, en Lima, el jueves. Foto: Reuters

El político de 62 años, que dejó su escaño parlamentario en 2019, cuando el Presidente Martín Vizcarra disolvió el Congreso, es una figura relativamente nueva en la política de su país, ya que se convirtió en legislador por Puno recién en 2001, cargo por el que fue reelecto en 2006, 2011 y 2016.

Yonhy Lescano conoce Chile muy bien. No solo cursó su maestría en la Universidad de Chile, sino que su esposa también es chilena. Durante su campaña ha señalado que de ser presidente pedirá el Huáscar. “Fue un pedido cordial que se hizo a efecto de ver si el gobierno chileno lo considera o no. Si no están de acuerdo, seguimos con nuestro trabajo. Fue una propuesta personal. No me voy a enojar (si no lo devuelven)”, dijo a La Tercera.

Su fama de contestatario, rebelde, crítico del sistema político y de no alinearse con la corrupción lo tuvo hasta la semana pasada liderando los sondeos, aunque de a poco fue perdiendo respaldo y en el último simulacro de votación se ubica en tercer lugar, con 12,1%.

Para Alfredo Torres, de Ipsos, Lescano “es un político populista y semiconservador, lo cual encaja con el sentimiento humanitario de la población peruana en sectores populares”. “Siempre tuvo una posición muy crítica hacia los gobiernos. Fue, de alguna manera, un antiestablishment, es algo muy extraño dentro de la política peruana. Era un político siempre muy crítico y eso lo ha ayudado a mantenerse en esa posición”, dijo a La Tercera.

En todo caso el analista advierte que el político de Acción Popular “ha sido víctima de muchos ataques políticos de los demás candidatos por el hecho de estar en la punta”. “Todavía tiene opción de pasar a la segunda vuelta, pero ha perdido puntos por los ataques recibidos y por no haber sabido articular una propuesta de renovación atractiva. Su mensaje es de un populismo simple. Para muchos electores es un político tradicional”, añadió.

Hernando de Soto

El economista de derecha que ha perdido el impulso

Hernando de Soto y su esposa Carla Olivieri asisten a un mitin en el barrio de Villa El Salvador, en Lima, el lunes. Foto: Reuters

El respaldo del economista del partido de derecha Avanza País ha subido lentamente, pasando de tener 5,4% de apoyo a 11,4% en el último simulacro de votación de la encuestadora Ipsos. En la medición del 31 de marzo tuvo un alza, llegando a registrar un 13,9%.

“Hernando de Soto ha subido porque el votante de (Rafael) López Aliaga se terminó asustando por sus comentarios muy radicales, por la alianza prematura con Antauro Humala y por insultar directamente a las mujeres. Esto hizo que el voto de López Aliaga sea voto que da vergüenza entre la clase alta, sobre todo. Entonces acuden a De Soto, que es un votante mucho más de centroderecha, es un perfil muy parecido al de Pedro Pablo Kuczynski y por eso ha crecido”, explica en conversación con La Tercera la periodista peruana Paola Ugaz.

Con 79 años, De Soto tiene una amplia trayectoria en el diseño de políticas socioeconómicas y en la asesoría a autoridades de gobierno, tanto en Perú como en otros países.

Sus últimos comentarios sobre las vacunas contra el Covid-19 le han hecho perder este impulso. “Yo no voy a dar las vacunas. Los sectores privados, comunitarios y las ONG van a competir el uno con el otro para dar las mejores vacunas, tal como lo requiere la gente. Si es necesario, nosotros les vamos a dar un subsidio, pero no vamos a poner a un Estado, que no sabe organizar su vida comercial, a distribuir vacunas. Lo dejo a la economía social de mercado”, dijo. Esta controversia se da en medio de otra polémica que protagoniza De Soto debido a su vacunación contra el coronavirus en Estados Unidos.

“Hernando de Soto ha tenido metidas de pata, es el típico candidato que está dispuesto a hacer de todo por ganar votos. Hernando de Soto ha tenido intervenciones bastantes criticables, lo que repuntó se ha frenado”, señaló el analista de la PUC, Fernando Tuesta.

Rafael López Aliaga

El “Bolsonaro peruano” ve caer su respaldo en la última etapa

Rafael López Aliaga participa en un debate de candidatos presidenciales en Lima, el 31 de marzo. Foto: Reuters

Es considerado como otra de las sorpresas que ha tenido la campaña presidencial peruana. El aspirante de la extrema derecha Rafael López Aliaga, de 60 años y fundador del partido Renovación Popular, suele repetir que nadie le ha regalado nada y que lo primero que hará si es electo Presidente será expulsar del país a Odebrecht “y a toda su gente de porquería”.

También ha prometido que “el Perú está amenazado por venezolanos que, bajo leyes migratorias que nadie cumple, tendrían que ser deportados”. Para algunos, López Aliaga es una suerte de “Trump peruano”, aunque a él le molestan esas comparaciones. Los temas valóricos y la condición religiosa de López Aliaga (es miembro del Opus Dei y mantiene un celibato) es lo que ha generado las mayores controversias respecto del candidato.

“Es una copia a lo peruano de Bolsonaro, aunque él lo niegue. Es un hombre que se ha hecho popular por las frases políticamente incorrectas y le ha robado votos a Keiko Fujimori”, indicó la periodista peruana Paola Ugaz.

En los simulacros de votación de la encuestadora Ipsos se ha mantenido con un respaldo que fluctúa entre un 11,6% y un 8,7% más recientemente.

Para los analistas, su mal desempeño en el debate, junto con sus comentarios contra las mujeres le han hecho perder apoyo. Mucho de este respaldo se ha ido hacia otros candidatos.

“Los candidatos caen en los sondeos porque aparte de la atracción que puedan traer al inicio, también comienzan a mostrarse -porque los iluminan más los medios- sus debilidades. Es el caso de López Aliaga y en esta caída de respaldo un sector de fujimoristas que se habían ido donde él están como regresando. Eso en un mundo de pequeños apoyos, un 2%, 3% es bastante”, indicó a La Tercera, el politólogo de la PUC Fernando Tuesta.

Verónika Mendoza

En su segundo intento, la candidata de izquierda busca pasar al balotaje

Verónika Mendoza sostiene una bandera durante un mitin de clausura de campaña en Lima, el martes. Foto: Reuters

Verónika Mendoza es la líder de una coalición izquierdista progresista llamada Juntos por el Perú. Tiene 40 años, posee doble pasaporte por ser hija de un peruano y una francesa y nació en la histórica ciudad andina de Cusco. Fue legisladora por el partido del expresidente Ollanta Humala (2011-2016), pero renunció a esa bancada en rechazo a la muerte de tres campesinos durante una protesta contra una minera suiza. Está casada con un cantautor local y es madre de una niña. Estudió psicología en la Universidad de París VII Denis Diderot y después obtuvo una maestría en Ciencias Sociales en la Universidad de la Sorbona. Solventaba sus gastos de estudiante cuidando niños pequeños y limpiando mesas en restaurantes.

Esta es su segunda aventura presidencial, tras haber obtenido el tercer lugar (18,8%) en los comicios de 2016. En su campaña ha dicho que quien asuma la Presidencia el próximo 28 de julio, debe convocar a un referendo para una Asamblea Constituyente, con el objetivo de redactar una nueva Constitución. También ha señalado que en un eventual gobierno suyo reconocerá a Nicolás Maduro como un “interlocutor” para intentar solucionar la crisis política en Venezuela.

“En la práctica y en la realidad el interlocutor con el que habrá que impulsar este proceso de diálogo para poder salir de esta crisis (es Maduro), junto con convocar a todos los sectores de la oposición”, señaló Mendoza en una teleconferencia con la Asociación de Prensa Extranjera en Perú (Apep). Asimismo, la candidata indicó que propondrá “propiciar una articulación del Grupo de Lima y el Grupo de Contacto Internacional para intentar una nueva estrategia que permita resolver la crisis política en Venezuela”.

Según Fernando Vivas, columnista del diario peruano El Comercio, tras romper con los Humala y “con los años y las postulaciones, Verónika Mendoza se ha vuelto más institucional y discursiva”.

Para la periodista peruana Paola Ugaz, Mendoza ha perdido el apoyo en los sectores del sur, que han respaldado a Yonhy Lescano.

En los simulacros de votación de la encuestadora Ipsos, Mendoza ha fluctuado entre el 9,7% y el 12,4%. En el último marcó 10,6%.

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