El maratónico discurso de Naranjo, el caso Jackson y los votos en duda de la oposición marcan acusación a Piñera

08 DE NOVIEMBRE DE 2021/VALPARAISO Diputado Jaime Naranjo para su intervención por que dijo que no estaba presente en la Sesión Especial de la Cámara de Diputados, que revisa el fondo de la acusación constitucional en contra del Presidente Sebastián Piñera, a causa de los Pandora Papers. FOTO: PABLO OVALLE ISASMENDI/AGENCIAUNO

En la oposición había pesimismo de que tal vez el voto del RD Giorgio Jackson no sería suficiente para llegar a los 78 sufragios necesarios para aprobar el libelo contra el Mandatario. Incluso, algunos eran partidarios de abandonar la estrategia de alargar el discurso del diputado PS Jaime Naranjo.


Pasadas las 16.30 el diputado DC Jorge Sabag se tomó una selfie que envió a chat de su bancada. “Estimados, me acabo de tomar un PCR, no me siento bien, no podré asistir”, escribió junto a la foto.

El parlamentario se veía con rostro acongojado y detrás de él se veía un puesto móvil, instalado en la Plaza de Armas de Chillán, donde se hizo el examen, cuyo resultado hasta el cierre de esta edición aún no se conocía. Uno de los primeros en responder fue su camarada Matías Walker expresándole una pronta recuperación.

A esa hora el diputado PS, Jaime Naranjo llevaba más de seis horas hablando, tratando de extender la sesión para permitir que el parlamentario RD Giorgio Jackson pudiese llegar a votar pasada la medianoche la acusación constitucional contra el Presidente Sebastián Piñera, apelando a que después de esa hora se cumplía la cuarentena preventiva por haber sido contacto estrecho de Gabriel Boric, quien dio positivo de la variante delta.

El mensaje de Sabag desmonoraba todos los pronósticos y estrategias que había desplegado la oposición, donde estaban conscientes de que la mayoría de 78 de votos para aprobar el libelo no estaba asegurada. Cualquier diputado ausente adicional o voto en duda haría fracasar la presentación.

Inmediatamente Gabriel Ascencio, jefe de bancada de la DC, se comunicó con los representantes de los otros comités opositores, donde la noticia fue recibida con desazón.

No obstante, Ascencio, junto al subjefe de bancada DC, Gabriel Silber, llamaron a Sabag para hacerle ver en términos rudos que no podía ausentarse de la votación y que viajara sí o sí a Valparaíso.

Tras la llamada, Ascencio y Silber hicieron una rueda de prensa para informar que finalmente Sabag había comprometido su asistencia. Explicaron que el examen se lo hizo en la Plaza de Armas de Chillán aprovechando un puesto móvil, pero que aparte de su cansancio no había otro indicio que hiciera sospechar que tuviera covid. “Él todavía no está en camino, pero él ya tomó la decisión de acompañarnos en la votación”, dijo Ascencio, quien señaló que Sabag llegaría al Congreso antes de la 1 de madrugada.

El suspenso por Sabag fue solo uno de los episodios que puso en riesgo la aprobación del libelo.

Durante la tarde entre los comités opositores también se encendió la alarma porque el diputado independiente Karim Bianchi no contestaba el teléfono. Sin embargo, él solo estaba en su oficina y en la tarde reapareció en la Sala.

El margen estrecho para aprobar el libelo y el riesgo permanente de que alguien se ausentara desde temprano habían sembrado el pesimismo en la oposición.

Los conteos preliminares de las bancadas opositoras indicaban que el sufragio de Jackson tal vez no sería suficiente para alcanzar los 78 votos. Nadie podía garantizar que pasada la medianoche todas las bancadas tendrían asistencia completa.

Esa estimación, además, se basaba en que de los 83 parlamentarios opositores ya había cuatro declaradamente en contra del libelo (Pepe Auth, Pablo Lorenzini, Pedro Velásquez y Carlos Abel Jarpa). A ellos se sumaba la ausencia obligada de Gabriel Boric por el covid.

El problema es que había otros tres opositores -Fernando Meza (exradical), Manuel Antonio Matta (DC) y Jaime Tohá (PS)- que hasta ayer en la mañana seguían generando dudas por su postura frente al libelo.

Por lo tanto, la asistencia de Jackson y Sabag hasta el cierre de esta edición tampoco eran garantía de que la acusación pasaría la valla de la Cámara.

El fin de la cuarentena de Jackson

Ayer en la mañana, el oficialismo deslizó un cuestionamiento de que Jackson estaría obligado a permanecer en cuarentena hasta la noche del martes.

El punto lo hizo el jefe de bancada de la UDI Juan Antonio Coloma, quien insistió en que el RD solo podría ingresar al hemiciclo a las 20 horas del martes 9 de noviembre, dado que estuvo con Boric el martes pasado hasta esa misma hora.

Fuentes del Ministerio del Salud también planteaban fuera de micrófono que la cuarentena del diputado debería ser hasta mañana e, incluso, ponían en duda que su Pase de Movilidad estuviera vigente a las 00.00 horas del martes.

Si bien con esa interpretación no se le podía bloquear el ingreso a Jackson al hemiciclo, durante la jornada se esperaba que el Gobierno arremetiera por este punto, añadiendo un punto de tensión más a la jornada.

Sin embargo, en horas de la tarde, fuentes de La Moneda comentaron que en el Ejecutivo no eran partidarios de hacer una polémica por ese tema.

En medio de estos ruidos, pasado el mediodía, las bancadas opositoras se reunieron para revisar la estrategia. Incluso algunos plantearon que Jackson llegase antes de la medianoche. Sin embargo, los representantes del Frente Amplio descartaron esa posibilidad y adelantaron que Jackson llegaría incluso pasada la una de la mañana pues iniciaría su viaje a las 00.00 desde su residencia en Santiago.

El récord de Naranjo

Para que Jackson y eventualmente Sabag alcanzaran a llegar, era clave que el diputado Naranjo pudiese extender su discurso al menos hasta la medianoche. El socialista ya había marcado un récord en la tarde, superando el discurso de 6 horas de Jorge Ulloa en 1993.

Inicialmente desde el oficialismo amenazaban que ni siquiera aceptaría que el socialista abandonara su puesto para ir al baño.

“¿Puedo tomar agua, señor presidente?”, le preguntó en forma burlesca Naranjo al titular de la Cámara, Diego Paulsen, quien ciñéndose al plan del oficialismo de no dar facilidades para extender la sesión, le pedía al socialista que no interrumpiera su discurso.

“Por supuesto que puede tomar agua, mientras no se atore”, le respondió Paulsen, generando risas en la Sala.

Naranjo, quien había sido designado como el encargado de alegar en favor de la acusación contra el Mandatario, comenzó su discurso a las 10.24 de la mañana y su misión era al menos completar 14 horas.

Sin embargo, según admitían parlamentarios opositores, había inquietud por la capacidad de Naranjo. Las bancadas oficialistas habían advertido que si bien el diputado acusador no tiene plazo de tiempo, pedirían votar inmediatamente si Naranjo abandonaba su puesto.

En respuesta, un plan B manejaba la oposición. En caso de que Naranjo comenzase a dar señales de agotamiento abandonarían en bloque la Sala con el fin de obligar a suspender transitoriamente la sesión a la espera que se logre un quórum de 52 diputados presentes en la Sala.

Esa maniobra táctica, que forzaría interrumpir la sesión por algunos minutos, señalan, podría ser suficiente para que Naranjo al menos pudiese ir al baño.

No obstante, cerca de 17 horas, Paulsen, ante la presión de los comités opositores, decidió suspender la sesión por 15 minutos para que Naranjo no recurriera a algún resquicio reglamentario.

Aún así RN igualmente pasará a la Comisión de Ética al diputado socialista, quien sin percatarse que tenía el micrófono abierto, en un momento le sugirió a su pares que salieran de la Sala para forzar un receso.

Comenta

Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.