Amenazas de muerte y abuso, trabajo como profesor y una frustrada visita de Jürgen Klopp: Boris Becker revela su paso por la cárcel

Becker en la audiencia en donde fue declarado culpable. (AP Photo/Frank Augstein, File)

El ex número uno del mundo contó detalles desconocidos de los ocho meses que vivió en una prisión de Gran Bretaña por evasión de impuestos. Pese a los complejos momentos que atravesó, admitió que es un lugar donde aprendió mucho.


2022 quedará marcado como el año más amargo en la vida de Boris Becker. Durante los últimos doce meses, el ex número uno del mundo y tres veces campeón de Wimbledon, fue declarado culpable por evasión de impuestos y encarcelado en una prisión de Londres, causando impacto en el mundo de los deportes. Tras 231 días entre las rejas, fue liberado y extraditado a su natal Alemania, lugar en donde contó por primera vez su experiencia privado de libertad.

Lo hizo en una entrevista para la emisora germana Sat 1, en la cual confesó cómo fueron sus días en la cárcel y sus recuerdos del juicio en donde fue declarado culpable por ocultar 2,5 millones de libras esterlinas de activos. Contó secretos y se quebró en varios momentos de la conversación, dejando en claro que pasó por momentos muy complicados durante su condena.

La revelación que más impacto produjo fue cuando confesó que otro prisionero lo amenazó de muerte hace unos meses. Era un hombre que llevaba 16 años recluido por haber asesinado a dos personas. “Quería meterse en mis pantalones y me dijo verbalmente lo que quería hacerme. Eso fue ahora en octubre”, confesó el ex tenista quien luego agregó que al día siguiente el delincuente le pidió perdón por su comportamiento.

Siguiendo esa línea, también admite que el paso por la cárcel fue un momento muy complejo en lo personal, ya que tras una vida de éxito y grandes lujos, nunca había estado cerca de vivir una realidad como aquella.

En una pieza que solo tenía un televisor y una rejilla de ventilación rota, sufrió la soledad y el miedo, al punto de vestirse solo de gris para intentar pasar desapercibido durante las primeras semanas de su reclusión. “Sentí hambre por primera vez en mi vida”, fue otra de las frases que dejó en la entrevista.

Pero no todo fue dolor, ya que también encontró momentos de felicidad. Por ejemplo, dice que fue clave para su adaptación, el haber comenzado a hacer clases de inglés y matemáticas a otros reclusos, además de instruirlos en filosofía y instrucción física.

De hecho, la sensación de compañerismo fue una de las que más percibió durante su paso por la prisión británica de Wandsworth. “Sentí la sensación de camaradería como nunca antes. Pones todo en un sombrero, compartiendo ropa, azúcar, sal”, recordó, confesando también que para su cumpleaños número 55 recibió tres pasteles de chocolate por parte de los otros reclusos.

Otro de los puntos que más abordó en la entrevista fueron las dificultades que tuvo para poder recibir visitas dentro de los ocho meses que pasó preso. Confesó por ejemplo, que una de las primeras personas que intentó ir a verlo al recinto penitenciario fue el entrenador del Liverpool, Jürgen Klopp.

Producto de que ambos son alemanes, los dos hombres fueron armando una gran relación con el paso del tiempo y el DT ganador de la Champions League hizo lo posible por concretar una visita, recibiendo siempre la negativa del gobernador de Huntercombe. Los motivos están relacionados a la exposición que tendría el estratega y el riesgo que podría significar su presencia en el penal.

Otra personalidad que también tuvo esa negativa fue su ex entrenador y agente, Ion Tiriac, quien recibió en tres ocasiones un “no” como respuesta. “Buscaron en Google a Tiriac y vieron lo rico que era e inmediatamente consideraron que estaría en peligro”, admitió el ex tenista, quien desde hace una semana está en Alemania.

Finalmente, Becker aclaró que el traslado de vuelta a su país natal, tras haber pasado apenas ocho meses de los dos años y medio que debía cumplir de condena, se debe al gran problema penitenciario que vive Gran Bretaña actualmente, en donde las cárceles están repletas. “Están contentos de deshacerse de cualquiera de los prisioneros extranjeros que puedan deportándolos”, confirmó.

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