¿Apellidos Bachelet y Camiroaga sin protección? Los argumentos tras el duro cruce entre Salvador y Jorge Said por disputa marcaria

SAID
Salvador Said Somavía y Jorge Said Yarur.

Salvador Said presentó dos recursos de casación para evitar que su tío, Jorge Said Yarur, logre el registro de las marcas "Grupo Said" y "Said" en la Corte Suprema para sus negocios personales. Este último, también acudió al máximo tribunal a fin de revertir el fallo del Tribunal de Propiedad Industrial que revocó la sentencia de Inapi y rechazó la inscripción de "Grupo Said".


Por estos días el conflicto marcario entre Salvador Said Somavía, hijo de José Said Saffie, presidente de Parque Arauco, y Jorge Said Yarur, accionista minoritario en distintas compañías, escribe su último capítulo en la Corte Suprema.

A fines del pasado mes de julio, ambos empresarios presentaron sendos recursos de casación cuestionando las sentencias del Tribunal de Propiedad Industrial (TDPI) respecto de las marcas "Grupo Said" y "Said".

El conflicto de índole familiar -Salvador es sobrino de Jorge-, se originó luego de que este último en marzo de 2018 solicitara el registro de las mencionadas marcas para sus negocios personales, pero Salvador Said –su sobrino– manifestó su oposición, apelando a la reconocida historia empresarial del grupo que lidera su padre.

La Tercera PM tuvo acceso a los escritos que presentó la defensa de Salvador Said, en los cuales no sólo profundizó sus críticas al empresario Said Yarur por intentar inscribir el apellido, sino que apeló a la "irregistrabilidad" de ciertas marcas.

Previamente en el proceso, Jorge Said obtuvo sentencias favorables tanto en el Instituto Nacional de Propiedad Industrial (Inapi) como en el Tribunal de Propiedad Industrial (TDPI). Sin embargo, Salvador Said insiste en que se rechace dicha inscripción y la Corte Suprema tendrá la última palabra sobre este caso.

"De concederse a registro de la marca como la solicitada (Said), se estaría dejando sin posibilidad de protección a aquellos apellidos que, inequívocamente, hacen referencia a una sola persona o familia en concreto, como podrían ser los apellidos Bachelet (el cual alude a la ex Presidenta de la República Michelle Bachelet); Massú (referente al destacado tenista nacional Nicolás Massú); Caszely (apellido que apunta al destacado futbolista nacional Carlos Caszely); Luksic (el cual apunta al destacado empresario nacional Andrónico Luksic, propietario del grupo empresarial Luksic), cuya asociación con la familia empresaria que lo integra es, al igual que en este caso, un hecho público; o el apellido Camiroaga, el cual, como bien señaló la Corte Suprema, inequívocamente hace referencia al recordado comunicador nacional Felipe Camiroaga", advirtió la defensa de Salvador Said.

En cuanto a la divergencia por la marca "Grupo Said" la defensa de Salvador Said, liderada por los abogados Juan Pablo Silva y Ricardo Montero, destacó que el término en cuestión "es ampliamente conocido por todos los actores del mercado", y dicha denominación ha sido usada de manera relevante en el mercado y conocida por todo el círculo empresarial de nuestro país y el extranjero, por personas relacionadas con los mercados financieros comerciales y por el público general en Chile.

Según dicho documento, el grupo económico Said está compuesto por compañías en distintos mercados, tales como el sector financiero, energético, inmobiliario y de producción de bebidas y jugos. Entre dichas compañías se encuentran Parque Arauco, Embotelladora Andina, Edelpa, Cruz Blanca, Banco BBVA Chile, Energía Llaima, entre otras.

"Es obvio que de otorgarse el signo pedido causará diversos perjuicios a mi mandante, ya que el solicitante pretende que los servicios se asocien con el ya reconocido sello que distingue a los distintos emprendimientos del grupo empresarial Grupo Said", concluyó el mismo escrito.

Mientras, Marcos Morales, abogado de Jorge Said Yarur fustigó a su contraparte recordando que frente a la marca Grupo Said, el TDPI reconoció expresamente que el oponente (Salvador Said) jamás ha usado dicha denominación como marca comercial. "Resulta un atentado a la razón y a la lógica acoger la demanda de quien nunca ha usado ni busca usar como marca la denominación que objeta. Ello es como el perro del hortelano", acotó el abogado consultor de la firma de propiedad industrial y marcas Patricia Stocker.

En su sentencia el Tribunal de Propiedad Industrial sostuvo que "conforme se viene analizando, el intento de registrar para sí el cuño Grupo Said, con el cual se reconoce mercantilmente uno de los miembros del conjunto de actores en conflicto, es un atentado a los principios de la ética mercantil y competencia leal, por lo cual, a este respecto se comparte lo resuelto en primer grado".

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