Asesinato en Estados Unidos enciende el debate por la migración en medio de la campaña

El expresidente Donald Trump en la frontera con México. Foto: Reuters.

Una estudiante de enfermería de 22 años fue asesinada en el estado de Georgia y el sospechoso del crimen es un venezolano de 26 años que ingresó ilegalmente a Estados Unidos.


A siete meses de las elecciones presidenciales, y en medio de una campaña de primarias casi asegurada para los candidatos republicanos y demócratas, el debate entre ambos lados del espectro político está más fuerte que nunca en Estados Unidos, y el tema que más polémicas y acusaciones trae ha sido la migración.

Y es en este contexto que el asesinato de una estudiante de enfermería de la Universidad de Georgia, la semana pasada, cuyo principal sospechoso es un inmigrante venezolano que ingresó ilegalmente a Estados Unidos, ha tenido a los legisladores y candidatos culpándose los unos con los otros. Los legisladores del Estado de Georgia, en ambas cámaras, hicieron este lunes minutos de silencio por Laken Riley, y el gobernador Brian Kemp, republicano, culpó directamente a la administración de Biden por su muerte.

Siendo vistos como el partido más duro con los inmigrantes, Donald Trump y los republicanos no están dudando en usar la muerte de Riley como un arma política en la elección de 2024. Luego de cuatro años de gobierno demócrata, tienen espacio para culpar a Biden de la situación actual en la frontera: en diciembre de 2023 llegó al peor momento de su historia, con 250 mil detenciones de personas cruzando ilegalmente.

Inmigrantes cruzando el Río Grande por Matamoros, México. Foto: Reuters.

Para toda la devastación de la familia de Laken Riley, una muchacha de 22 años que estudiaba enfermería, su muerte habría quedado como una “tragedia local”. Esto cambió en el momento en que la policía identificó al principal sospechoso de su muerte: José Antonio Ibarra, un ciudadano venezolano de 26 años que había entrado a Estados Unidos ilegalmente.

De ahí en adelante, el nombre de Laken Riley entró de lleno en el debate sobre la migración a nivel nacional. Esta semana, con la familia de la muchacha lista para despedirla, tanto Trump como Biden viajaron a la frontera con México para tratar el tema.

Ambos reconocen que “el sistema está roto”, pero se culpan mutuamente por esta ruptura. Por un lado, Trump acusa a Biden de haber sido siempre “débil” o suave contra los migrantes ilegales, mientras que Biden acusa al expresidente y su partido por sabotear el acuerdo bipartisano que, desde el Congreso, podría permitir hacer las cosas bien en la frontera.

Donald Trump hablando con Fox News Channel en Texas. Foto: Reuters.

La tormenta política empezó, no tanto con la muerte de Laken Riley, sino con la detención del sospechoso, José Antonio Ibarra. De origen venezolano, ahora enfrenta cargos por asesinato, y según los registros de inmigración, había entrado ilegalmente a Estados Unidos por El Paso, Texas, en 2022. Ibarra trabajaba como repartidor, y ya había sido arrestado por poner en peligro el bienestar de un niño, al viajar en una moto con un menor en la espalda, indicó el New York Post.

El expresidente y candidato casi seguro del Partido Republicano, Donald Trump, reaccionó con ardor en su plataforma Truth Social, asegurando que la muerte de Riley “NUNCA debió haber sucedido”. “¡La INVASIÓN fronteriza del corrupto Joe Biden está destruyendo nuestro país y matando a nuestros ciudadanos!” escribió el expresidente, prometiendo “sellar la frontera” y “detener la invasión” si regresa a la Casa Blanca. También prometió “comenzar la mayor operación de deportación de CRIMINALES ilegales en la historia de Estados Unidos”.

La familia de Riley, en tanto, se ha mantenido fuera de los debates políticos, que escalaron aun más el miércoles, cuando nueve miembros de la Cámara Baja firmaron una carta a Biden: “Señor Presidente, debemos garantizar que se haga justicia para Laken, y eso empieza por asegurar la frontera. No flaquearemos en nuestro esfuerzo por resistir las políticas fallidas de su administración que debilitan la ley de inmigración y la seguridad nacional de nuestra nación”.

El presidente Joe Biden saludando a miembros de la Patrulla fronteriza de Estados Unidos. Foto: Reuters.

En tanto, desde el Partido Demócrata, el senador Jon Ossoff acusó a Trump por los pocos avances que se han tenido en la legislación migratoria: “Durante meses, los senadores de ambos partidos han estado trabajando en una medida de seguridad fronteriza bipartidista. A pesar de la urgencia de este esfuerzo bipartidista, Donald Trump lanzó esta semana una campaña interesada para sabotearlo y poder utilizar la frontera como un tema electoral”.

En tanto, el gobernador Kemp, de Georgia, se inclinó por culpar a Biden. “Esto es lo que temíamos que pasara -dijo en un discurso-, estamos viviendo una pesadilla en este país con la inmigración masiva, y luego tienes personas que están aquí ilegalmente, quebrando nuestras leyes”. Los republicanos de Georgia ahora están impulsando una legislación que podría acusar a los sheriffs locales si no denuncian a los inmigrantes ilegales.

Estas críticas tienen un atractivo innegable para los votantes: pocos días después de la muerte de Riley, una encuesta de Gallup aseguró que la inmigración es el asunto más importante para los votantes de Estados Unidos, con el 28% de los encuestados poniéndolo en el número uno de su lista. Desde 2019, esta es la primera vez que el tema llega al primer lugar en una encuesta de la consultora.

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