Cómo se fraguó el engranaje logístico que permitió vacunar a cinco millones de personas en 41 días

Una enfermera prepara la dosis para vacunar a una persona contra el Covid-19 en el edificio Arena Puerto Montt. Foto: Felipe Constanzo / Agencia Uno.

Son casi seis mil personas -enfermeras, técnicos, dentistas, médicos y matronas- las que a diario aplican las inyecciones contra el Covid-19 en la población beneficiaria. Están distribuidos en más de mil centros de inoculación, entre ellos colegios, estadios, estacionamientos e iglesias. Tras ella, existe una laboriosa cadena que comienza con el despegue de los charters que viajan a buscar las vacunas a China y que continúa con los camiones que las distribuyen a lo largo de todo Chile. Solo así, y con récords de hasta 413 mil dosis suministradas en 24 horas, se logró la meta, que llegó dos semanas antes de lo previsto.


La cronología de la pandemia fue recordada el pasado martes en un video proyectado desde La Moneda. La cinta mostró momentos significativos del 2020, como el primer caso de coronavirus, el inicio de las cuarentenas, el arribo de ventiladores mecánicos, la ampliación de la red hospitalaria, la llegada de las vacunas y, por último, el hito que ese día celebró el gobierno: cinco millones de chilenos inoculados. “Este logro es un mérito y les pertenece a todos”, declaró el Presidente Sebastián Piñera.

Lo cierto es que el avance y pulcritud de la campaña chilena de vacunación han sido noticia en diversas partes del mundo, luego de que el país pasara a liderar el ranking mundial de inmunización. A ello se suma un récord interno, pues la meta de inocular a cinco millones de personas se logró dos semanas antes de lo previsto. ¿Cómo? Con un ritmo que sorprende hasta a los más optimistas: el martes se administraron 413 mil dosis en apenas 24 horas.

“La planificación y coordinación de esta campaña ha sido un gran desafío para todos los actores involucrados. Ha requerido un gran esfuerzo desde la recepción, almacenamiento, distribución y vacunación”, recalcó la seremi de Salud de la Región Metropolitana, Paula Labra.

Para alcanzar este objetivo fue necesario que múltiples organismos, ministerios, municipios, empresas, personal de salud, entre otros, coordinaran sus tareas a fin de que las vacunas, provenientes desde China y Europa, llegaran a los vacunatorios más recónditos del país. Y un nutrido personal, casi seis mil enfermeras, técnicos, dentistas, médicos y matronas -contratados y voluntarios- que se enfundaron sus guantes y mascarillas y, literalmente, salieron a vacunar a más de mil recintos acondicionados para la campaña, entre colegios, estadios, estacionamientos, centros culturales e iglesias.

Importación de las vacunas

Según el documento “Planificación: vacunación contra Sars-CoV-2”, elaborado por el Ministerio de Salud, el primer cargamento de 9.750 vacunas llegó el 24 de diciembre y provino del laboratorio Pzifer y BioNTech. El siguiente mes siguieron llegando nuevas remesas, que en el verano sumaron 154.050 dosis, fabricadas por Alemania y Estados Unidos.

Pero el 28 de enero, el primer cargamento del laboratorio chino Sinovac Life Sciences, con 1.918.453 dosis de la vacuna CoronaVac, dio pie al inicio de la vacunación masiva, que partió el 3 de febrero con las personas mayores de 90 años.

“Cuando la Subrei nos comentó que íbamos a tener un tema bilateral de compra de vacunas CoronaVac y nos confirmaron las cantidades, nosotros contratamos un avión charter para ir a buscar las vacunas a China”, explicó la coordinadora de la dirección de Cenabast, Valentina Díaz.

Hasta la fecha se han arrendado seis aviones a Latam para importar las dosis, y uno de ellos aún está en proceso de contratación. Los charters viajan desde Santiago hacia Beijing y luego realizan el recorrido de vuelta, haciendo escala en Sydney. En China se equipan las naves con las vacunas, las cuales están almacenadas en envirotainers, contenedores refrigerados diseñados para mantener bajas temperaturas. “Cuando llega el avión a Chile, ahí hacemos todos los trámites de internación y desaduanamiento de las vacunas. Luego de esos trámites, las trasladamos a la empresa Perilogistics en camiones, sin interrumpir la cadena de frío”, explicó Díaz.

A su vez, la empresa Perilogistics -especializada en logística y cadena de suministro- es el operador privado contratado y dirigido por el Plan Nacional de Inmunización (PNI). En otras palabras, luego de que Cenabast le entrega las vacunas a dicha empresa en el aeropuerto, la administración queda en manos del PNI.

“Las vacunas quedan en nuestros Depósitos de Vacunas e Inmunoglobulinas (DVI), a los que llamamos cámaras de frío. Hay dos de estas en la Región Metropolitana, están en Quinta Normal y en Macul. Luego, cada comuna se coordina con su servicio de salud y hace el retiro de las dosis”, recalcó la referente técnico del PNI del Servicio de Salud Metropolitano Central (SSMC), Daniela Burgos.

En total, existen 26 DVI distribuidos a lo largo del territorio nacional y cada viernes los municipios se dirigen a estos depósitos para alimentar su stock semanal. ¿Cuántas vacunas le corresponde a cada comuna? Esa decisión la determina cada Seremi de Salud Regional, puesto que ellos cuentan con las estadísticas de cada municipalidad y la información proveída por los centros de salud. Por ejemplo, las seremis conocen la cantidad de habitantes mayores de 80 años en cada comuna, o cuántas personas con comorbilidades pertenecen a la población de riesgo y deben ser vacunadas primero.

De esta forma, el modelo de distribución de las vacunas contra el Covid-19 es similar al utilizado para la Campaña de Vacunación contra la Influenza, pero con ciertas modificaciones. “Esa adaptación del modelo ha sido un esfuerzo gigante de todo el equipo del Minsal, de las Seremis, de todo el sistema de salud”, manifestó el coordinador administrativo y de abastecimiento del PNI, Felipe Muñoz. En algunas ocasiones excepcionales, también se han despachado vacunas a comunas desde los mismos depósitos.

Un punto importante a considerar en la logística de las vacunas es que las dosis de Pfizer llegan al país con una temperatura de -70 grados Celsius. Por lo tanto, lo primero que hace la PNI es recepcionarlas a esa misma temperatura en los depósitos de la RM, es decir, en el nivel central. Luego se realiza el proceso de descongelamiento, “para que, llegando a regiones, estas vacunas estén a entre 2 y 8 grados Celsius, que es la temperatura habitual de nuestras vacunas”, aclaró Muñoz . Así, una vez que las vacunas llegan a los DVI regionales y después son llevadas a los Cesfam, el personal de salud puede administrar las dosis en los pacientes “inmediatamente recibido el producto, y así se puede optimizar el uso de la vacuna en los días que tiene de vida útil a esa temperatura, que son del orden de los cinco días”, agregó.

Coordinación y planificación local

Una vez adquiridas, cada municipio reparte las vacunas necesarias por sus Centros de Salud Familiar (Cesfam). Si bien varios puntos de vacunación contra Covid-19 se encuentran dentro de los mismos centros, también hay muchos que están habilitados en lugares exteriores, como parques o gimnasios. Por lo tanto, cada Cesfam está a cargo de repartir los coolers y refrigeradores, con las dosis dentro, en los vacunatorios de este tipo. Al terminar la jornada de inmunización, los funcionarios de cada punto deben devolver las vacunas sobrantes al centro de salud para que allí queden guardadas durante la noche. ”Todas las mañanas se entregan las dosis promedio a administrar y en la tarde las dosis vuelven al Cesfam”, explicó Burgos.

Asimismo, en el documento del Minsal se establece que debe contemplarse un punto de microplanificación para poder realizar correctamente el último paso de la campaña: la inyección de las dosis en la población. Esto significa que es necesaria una organización a nivel local que considere a todas las áreas participantes, siempre bajo la coordinación de la Seremi de Salud, los servicios de salud y cada municipio.

En este sentido, el informe consigna la nominación de “jefes de campaña”, personal con “horas exclusivas para el desarrollo de la gestión de la campaña, que informe diariamente sobre los avances y brechas al equipo de salud local”. Ante esta indicación, cada comuna ha designado a sus encargados para llevar la organización general y la logística de sus vacunatorios.

Sonia Moreno, directora de Salud de la comuna de Providencia, explica que cuentan con coordinadores a cargo de esta labor. “Cada Cesfam se hace cargo de ciertos locales y cada uno tiene un jefe de local, que vendría siendo el jefe de campaña (...). Su trabajo ha sido excelente, estamos vacunando cerca de 5.500 personas al día en la comuna. Tenemos un muy buen trabajo en equipo y creo que la clave del éxito es el trabajo intersectorial de Minsal con el municipio. Todos nos estamos ayudando en el proceso”.

Por su parte, el director de Salud de La Florida, Alfredo Bravo, explicó que en la comuna cuentan con 156 módulos de vacunación en total y que hasta la fecha le han administrado la vacuna a más de 145 mil personas. En el Estadio Bicentenario, uno de sus puntos más concurridos, “tenemos una capacidad instalada que nos permite vacunar más de 10 mil personas diarias, con los debidos resguardos sanitarios”, detalló Bravo.

Patricia Méndez, directora del Servicio de Salud Metropolitano Central, afirma que “nuestra red de atención, que comprende las comunas de Santiago, Maipú, Estación Central y Cerrillos, ha administrado casi 400 mil vacunas, entre primeras y segundas dosis. En total, 277 mil personas ya han sido vacunadas”.

A su vez, la enfermera Carolina Arellano es una de las dos coordinadoras encargadas de la logística en los centros de vacunación de la comuna de Santiago. “Las vacunas se resguardan en los Cesfam durante la noche y al otro día, a partir de las 8.30, comienza la repartición. En caso de que algún punto esté escaso de vacunas, dada la demanda, se da aviso y va un vehículo a buscar las vacunas para que tengamos stock durante toda la jornada”, aclaró Arellano. En total, en la comuna se ha inoculado a 172.745 personas y hay 70 funcionarios trabajando diariamente.

Dentro del módulo de atención, los funcionarios que vacunan usualmente trabajan en duplas: uno se encarga de inocular al paciente y el otro le toma sus datos para registrarlo. Al comienzo de la campaña estaban vacunando principalmente enfermeras y tens, pero ante la falta de personal, se incluyó a las matronas y los dentistas en esta tarea. Mientras, la contratación de los vacunadores está a cargo de cada Dirección de Salud Municipal.

Próxima etapa: inmunizar a la población sana

“Sólo en la jornada del martes 16 de marzo se administraron más de 22 mil dosis, lo que refleja el intenso trabajo que están realizando los equipos de la atención primaria”, destacó Méndez desde el Servicio Metropolitano Central. En esta zona, el centro de salud que más vacunas ha inoculado es el Cesfam Nº5, con 27.983 dosis, al interior del Estadio Víctor Jara, en la comuna de Santiago.

¿Será este el ritmo de vacunación requerido para cumplir con el próximo objetivo de inocular a 15 millones de chilenos durante este semestre?

La directora de Salud de Providencia, Sonia Moreno, manifestó que en la siguiente etapa la comuna replicará lo hecho hasta ahora y que “la idea es seguir con los mismos locales de vacunación e ir abriendo nuevos en la medida en que se vayan necesitando”.

Uno de los puntos a considerar es que en las próximas semanas comienza la Campaña de Vacunación contra la Influenza. En ese sentido, Felipe Muñoz, coordinador del PNI, establece que “estamos pensando diseñar un calendario para la influenza que le permita a los equipos de salud programarse semana a semana para evitar aglomeraciones, para ir aplanando la demanda y para que los municipios puedan vacunar a un ritmo que les permita mantener ambas campañas y no se generen aglomeraciones”.

En ese sentido, Muñoz explica que uno de los lineamientos concretos para evitar que haya “confusión” entre los grupos a vacunar es que la campaña de invierno contra la influenza partirá por la población que, actualmente, no está siendo vacunada contra el Covid-19: mujeres embarazadas, niños y personal de salud que ya completó su esquema de dos dosis.

Mientras, la enfermera coordinadora de los vacunatorios en la comuna de Santiago, Camila Arellano, enfatizó en que “estamos tratando de diferenciar los puntos de vacunación y de hacer puntos exclusivos para personas sanas, enfermos crónicos, rezagados, etc. Así lo estamos haciendo ahora, tenemos centros exclusivos para rezagados y segundas dosis”. De esta manera, se mantendría la distinción entre los puntos de vacunación para la siguiente etapa de la campaña.

“Mientras no lleguemos a la meta, no podemos dejar caer los brazos”, recalcó la Seremi de Salud de la Región Metropolitana, Paula Labra, al referirse a la vacunación de los 15 millones de chilenos que aún no son inoculados. “Es cierto que la tarea que se aproxima nos exigirá aún más. Confío en todos los esfuerzos y en la responsabilidad de la población de acudir en forma organizada a los establecimientos donde estamos vacunando, lo que permitirá llegar a nuestro objetivo de forma exitosa”, concluyó.

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