Congreso Fech: El intento refundacional para resucitar a la Federación de Estudiantes de la U. de Chile

Con algunas normas y procedimientos similares a la reciente Convención Constitucional, este miércoles comienza a sesionar la instancia -elegida por el 29,31% del padrón- que tiene por mandato reescribir los estatutos de una organización estudiantil que antaño fue liderada por personajes como Jaime Ravinet, Álvaro Elizalde, Camila Vallejo o Gabriel Boric, pero que se ha mantenido en crisis y acéfala durante los últimos años.


Mediante voto electrónico, entre el 12 y 13 de octubre se llevaron a cabo las elecciones que eligieron a los congresales que tendrán a su cargo escribir un nuevo estatuto para la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (Fech), que desde 2019 está sumida en una profunda crisis que la tiene sin directiva -menos presidente o presidenta-, con mesas interinas coordinadoras de por medio.

El nuevo espacio, un congreso refundacional que comienza a sesionar este miércoles, surge por mandato estatutario, luego de que, como se ha dicho, hubiera periodos consecutivos donde no se alcanzó el quórum necesario en las elecciones de la mesa directiva. Acorde a dichos estatutos, al haberse registrado menos del 20% de participación en la última elección, el Consejo de Presidencias de Centros de Estudiantes (CDP) debía llamar a este proceso de reforma. Así es que se convocaron estas elecciones.

A mediados de la semana pasada se eligieron a los 34 congresales, a quienes se sumarán nueve cupos supernumerarios distribuidos en cuatro cupos para la Secretaría de Diversidades y Disidencias Sexuales y de Género, y cinco cupos para la Secretaría de Solidaridad con los Pueblos Oprimidos.

La participación electoral (29,31% del Tricel) fue frágil, aunque cumplió los mínimos requeridos y fue mayor que en instancias anteriores recientes. Por eso no pocos conocedores de la realidad de la Casa de Bello advierten que si el proceso no cumple rápido con las expectativas podría perder ese frágil -válido en todo caso- piso con el que contó y no convocar lo necesario para el referéndum de salida.

Reflejo de lo anterior es que en principio había 40 cupos disponibles, proporcionales para las 15 facultades y se terminaron eligiendo 34, quedando desiertos los otros seis. En total se inscribieron 41 candidaturas y la elección debía alcanzar un quórum de 20% para que fuera válida. Además, si cumplían con un 50% de participación, la unidad académica podría sumar un congresal adicional a modo de incentivo.

Había también normas referidas a la paridad de género, donde al menos el 50% de los electos debían ser mujeres, por lo que se podía aplicar corrección. Eso sí, la mujer que reemplazara por género debía contar con 15% de los votos totales y 50% de los votos de quien reemplace.

¿Y quiénes fueron electos? Damir Prado y Valentina Cabrera (Facultad de Agronomía); Marcela Palma y Víctor Hernández (Artes); Maximiliano Correa y Vicente Aránguiz (Ciencias); Matilde Salinas, Valentina Orrego y Antonia Ferreira (Derecho); Matías Contrucci (Ciencias Sociales); José Artal, Catalina Herrera y Sofía Fuentes (Arquitectura y Urbanismo); Felipe Cortés y Benjamín Vidal (Comunicación e Imagen); Michú Testa, Ariel Barraza, José Morales y Cristopher Salas (Ciencias Físicas y Matemáticas); Yulissa Pamies, Esteban Bresciani y Natalia Aroca (Economía y Negocios); Bryan Sembler (Ciencias Forestales y de la Conservación de la Naturaleza); Vicente Salinas y Florencia Manchulás (Filosofía y Humanidades); Lidia Pino, Génesis Fernández y Esteban Rodríguez (Gobierno); Pedro Tapia (Odontología); Catalina Guerra y Tomás González (Ciencias Químicas y Farmacéuticas); Amanda Ahumada, Francisca Murua y Tomás Quiroz (Medicina).

“De esta manera iniciamos el proceso que nos permitirá volver a contar con una federación legítima. Y claro, la legitimidad no se obtiene solo por cumplir con los mandatos estatutarios, sino que también debemos construir un vínculo significativo entre las y los estudiantes y su órgano de representación universitaria”, señalan desde la CDP, donde además esperan que este proceso permita “que la comunidad estudiantil siga forjando un sentido de importancia por organizarse, que vean en este proceso el esfuerzo genuino por acercar el rol de la federación a sus necesidades y ánimos por transformar la realidad”.

El Congreso Refundacional

Los congresales ya tienen algunas reglas definidas, como que para que cualquier norma estatutaria sea aprobada deberá contar con el apoyo de 4/7 de los congresales y tanto estudiantes como funcionarios o académicos podrán exponer propuestas al Congreso. El espacio, además, deberá contar con una mesa directiva, la que tendrá que tener al menos una presidencia y vicepresidencia. Será la CDP la encargada de liderar la primera sesión de hoy hasta constituir la mesa directiva.

Con todo y según el detalle normativo de dicha instancia, denominada Congreso Fech 2022-2023, esta “partirá desde la base de trabajo de una hoja en blanco para el nuevo estatuto”.

La idea es que, tras sus meses de trabajo, los que en principio culminan el 31 de diciembre de 2022 y podrían extenderse como máximo hasta el 8 de febrero de 2023, el Congreso entregue su propuesta definitiva para el nuevo estatuto de la Fech, el que será plebiscitado durante el primer semestre del próximo año.

Detalles más o menos, lo cierto es que como se ha visto, el Congreso tiene algunos tintes similares al de la reciente Convención Constitucional, aunque desde la CDP señalan que “muchas de las normas provienen del estatuto Fech que tiene años de existencia” y que “solo algunas normas pueden tener un paralelo a la Convención”.

Un proceso complejo

Emilia Schneider (Comunes), hoy diputada, fue la líder de la primera mesa interina de la Fech -en los albores de la crisis organizacional- cuando el ente no pudo conformar una mesa directiva en mayo de 2019 por falta de quórum (25,8% del 40% requerido).

“A mí me tocó vivir parte de la crisis de participación del movimiento estudiantil y creo que es muy necesario repensar sus lógicas de organización para responder al presente de las y los estudiantes y las luchas sociales”, dice la parlamentaria, quien recuerda que hace años se viene intentando levantar un congreso para salir de la crisis. “Incluso fue una tarea que en mi periodo impulsamos pero que vimos interrumpida por la revuelta social y la pandemia”, asegura.

Y añade: “Felicito a esta generación que lo está logrando y espero que tengan mucho éxito en esta tarea, porque la voz de las y los estudiantes es fundamental para los cambios que Chile necesita. Hago un llamado a las autoridades universitarias del país a apoyar a sus estudiantes en esta tarea, porque sé que es algo que está ocurriendo a nivel nacional”.

Tras la mesa interina comandada por Schneider y aplazado por un estallido social y la pandemia, se intentó nuevamente elegir una mesa directiva, pero en agosto de 2020 la participación fue incluso más baja, con apenas el 14,33% del padrón y otra vez se recurrió a una coordinadora transitoria. Ahí estaba Camila Bustamante.

Los últimos años han estado dotados de grandes desafíos y complejidades sociales, de los cuales la U. de Chile no se encuentra exenta y así mismo la Fech. Actualmente, la estructura política y social se está reconfigurando para poder hacer frente a los desafíos sociales actuales”, dice la militante del PC.

Como integrante de la coordinación anterior, la exdirigenta estudiantil dice celebrar “la elección de las delegaturas congresales que representarán a los diversos espacios locales de la universidad”, y suma que “las distintas fuerzas políticas viviremos expectantes la refundación de la Fech, a la espera de un fortalecimiento en cuanto a los derechos estudiantiles, la debida ampliación de los principios y bases fundamentales que permitan restituir la democracia universitaria en los términos que se definan”.

No obstante, cierra la excoordinadora, “es importante tomar el aprendizaje que dejo la Convención Constitucional y hacer un paralelo en cuanto a la conformación de los escaños del Congreso, el cual está principalmente compuesto por fuerzas progresistas de izquierda, lo cual conlleva el desafío de incorporar las voces del centro, gremialistas y la derecha, para que los nuevos estatutos sean representativos del estamento estudiantil”.

Axel Ballesteros, hoy presidente del Centro de Estudiantes de Ingeniería, también fue parte de esa coordinación transitoria. “Las esperanzas por la renovación de nuestra Federación están puestas en este Congreso Refundacional, que llevaba posponiéndose desde 2019”, señala el estudiante, quien agrega que los congresales tendrán “la exhaustiva tarea de escribir un nuevo estatuto que reconfigure la Federación para que esta logre fortalecer la organización universitaria, aumentando la participación y el involucramiento de esa porción de estudiantes que actualmente se sienten lejanos a la Fech”.

No obstante, cree que por ahora el camino es positivo, pues la reciente elección “superó las expectativas de participación que teníamos las dirigencias, con cerca de un 30% de quórum, el doble de lo obtenido en la última elección Fech de 2020, por lo que ya es un avance”. Y cierra: “Espero que de aquí al próximo año podamos estar votando el nuevo estatuto y posteriormente por una nueva mesa directiva que continúe y eventualmente declare por terminado el proceso de reconstrucción que varias generaciones llevamos empujando”.

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