Cumbre reúne a expertos de crimen organizado y alertan por el preocupante ingreso de “la droga zombie” a Chile

Un seminario organizado por la Universidad San Sebastián reunió a especialistas en la materia, quienes debatieron sobre la situación en el mundo y los desafíos que está viviendo Chile. Varios de los expositores apuntaron a que la puerta de entrada para estas bandas está en la corrupción de los organismos del Estado y que nunca se debe subvalorar la criminalidad interna como ocurrió en Ecuador. "A lo mejor, por preocuparnos por fenómenos externos nos vamos a dejar de ocupar de lo que está pasando aquí", dijeron.


El viernes recién pasado más de 20 expertos en la persecución del crimen organizado se dieron cita en la Universidad San Sebastián para escuchar de Douglas Farah -periodista y experto en el tema- y Pablo Zeballos, investigador chileno. Ambos abordaron y abrieron el debate sobre episodios que están ocurriendo en América Latina y aterrizaron además a la experiencia que está viviendo Chile con la penetración de bandas extranjeras. Un tema central fue la crisis en Ecuador y los nuevos mercados de las drogas. Al conversatorio, llamado “Situación actual del crimen organizado en América latina, tendencias y desafíos para Chile”, llegaron también invitados del FBI, de la Fiscalía de Chile, Carabineros, Paz Ciudadana, ANEPE, Athenalab, la Embajada de Unión Europea, PDI, centros de pensamientos, entre otros.

Zeballos, quien es investigador en materias de crimen organizado y economías ilícitas, apuntó en dicha oportunidad que lo más importante es establecer que la criminalidad organizada funciona como un modelo económico: “Hay que entenderlo como un modelo de negocios, su negocio no es andar matando y descuartizando personas. El negocio son las economías ilícitas e inyectar ese dinero en el mercado lícito”, aseguró.

En ese sentido Farah, quien además es presidente de IBI Consultants (empresa de consultoría que se especializa en la investigación de campo y que estudia los desafíos de seguridad y el crimen organizado transnacional en América Latina), sostuvo que “la corrupción es la puerta de entrada” para estas organizaciones.

Andrés Chadwick, exministro del Interior, junto a los exsubsecretarios Rodrigo Ubilla, Felipe Harboe y Juan Francisco Galli.

“Eso se ha visto cuando los gobiernos totalitarios empiezan a trabajar con el crimen organizado; lo primero es cortar accesos a todos los datos de licitación pública, porque no quieren que la corrupción sea detectada. Ejemplo de esto es la administración de Nayim Bukele, en la que él ha reservado toda la información financiera del Estado por siete años”, sostuvo el periodista especializado en crimen organizado en América latina.

Daniel Johnson, presidente de Paz Ciudadana, resaltó el trabajo que se ha hecho justamente para endurecer las instituciones del Estado: “Sabemos la línea que debemos tomar y en Chile estamos haciendo cambios en instituciones profundos. Como el trabajo por un nuevo Ministerio de Seguridad, la creación de la Fiscalía Supraterritorial, el Servicio de Reinserción Social Juvenil, el cambio en el rol de seguridad en los municipios y la reforma a las policías”, sostuvo.

Zeballos además destacó que “la característica del crimen organizado en Chile es la rapidez del fenómeno” y apuntó a que “eso es superpeligroso”. Al respecto, agregó que “el impacto es una incógnita que no podemos determinar, porque estamos entendiendo un fenómeno del pasado y lo proyectamos a cómo puede suceder en el futuro”.

A estas ideas, Farah advirtió que “la primera señal de alerta son las matanzas, asesinatos, etc. Cosas que jamás se habían visto y se dan cuenta de forma pública; eso da cuenta de que algo está pasando en la pugna interna de los grupos criminales”. Cuestión notoria a la hora de ver noticias policiales del actual año, explicó el periodista.

El encuentro fue organizado por el Centro de Estudios en Seguridad y Crimen Organizado de la Facultad de Derecho de la USS, cuyo decano es el exministro Andrés Chadwick.

Las alertas que deja el caso de Ecuador

La crisis de seguridad por la que está pasando Ecuador ha puesto en alerta las miradas de los países de la región. Un país que no hace mucho, dicen los expertos, no tenía presente el factor del crimen organizado, pero que actualmente es el epicentro de un desborde de estas bandas y que atrae la atención de todo el cono sur.

“Uno de los errores más grandes que hemos observado, que lo vimos en Ecuador recientemente, es subvalorar la propia criminalidad que tiene un país. Es algo que tenemos que observar hoy. Hay que entender el fenómeno como una ameba, puede adaptarse a cualquier condición, puede integrar cualquier organismo”, dijo Zeballos.

Farah, para explicar lo sucedido en Ecuador, insiste en que la protección de las instituciones del Estado es clave para la lucha contra el narcotráfico: “Entender el fenómeno hoy es entender que la corrupción va a ser factor determinante si pueden luchar o no contra el narcotráfico”.

Y compara la situación anterior de Ecuador con lo que sucede actualmente en el país, donde “se decía lo mismo que acá en Chile, eso no puede pasar acá, un país sumamente tranquilo, sin antecedentes. Pero no vino de la noche a la mañana, eso se gestó durante años”.

Si bien aún se trata el crimen organizado como un fenómeno importado, apuntó el investigador, “también tenemos una criminalidad chilena que está cambiando y que probablemente tiene mucho que decir. A lo mejor, por preocuparnos por fenómenos externos nos vamos a dejar de ocupar de lo que está pasando aquí”.

El fentanilo ya llegó al país

Los expertos dieron cuenta de los cambios en las formas en que actúan las organizaciones criminales, por un lado, como también el comercio de la cocaína, que ya no es rentable en Estados Unidos y Latinoamérica, ya que ese mercado ahora se mueve a Europa y Rusia. Y por otro lado, ante ese cambio de la oferta y demanda es que las drogas sintéticas se han vuelto el problema. En especial el fentanilo, también llamada la “droga zombie”.

El agregado jurídico del FBI para Chile, Perú y Bolivia, Isaac DeLong, dice que “efectivamente el negocio de la cocaína está siendo más rentable en Europa, y nosotros (EE.UU.) tenemos un problema grande con el fentanilo, en Estados Unidos y en toda la región, está entrando a Chile”.

Douglas Farah dice que “para la producción de fentanilo no se necesita tanto bulto, no se requiere cultivar tanto como con la coca, que son toneladas para producir un kilo. Por otro lado, llegan 70 mil paquetes diarios a Nueva York desde China y no hay manera de identificar que es fentanilo, porque no tiene olor. Tú puedes pedirlo por correo y te llega. Los movimientos de dinero son 100 dólares, no son 100 millones, por lo que el banco no lo detecta”, advirtió el periodista.

De acuerdo con cifras entregadas por Carabineros, desde 2020 a la actualidad han incautado 56 ampollas y 698 comprimidos de la denominada “droga zombie”.

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