
El duro cara a cara oficialista: los 10 días de negociaciones, lo que quedó fuera y la temprana desconocida de Teillier que sacudió el acuerdo
Esta mañana los partidos de las dos coaliciones de gobierno adhirieron a un pacto de reformas, en el caso de que gane el Apruebo en el plebiscito, al texto propuesto por la Convención. Fin a la reelección, término a los dos sistemas de justicia y ajustes en el consentimiento indígena son parte de las medidas que se anunciaron, las cuales se vieron empañadas con las declaraciones del timonel comunista, quien dijo “no podemos garantizar que vamos a hacer estas cosas”.

Tan solo minutos después de las 23.00 horas de este miércoles salió humo blanco en el cuarto piso del Senado en Valparaíso: Apruebo Dignidad y el Socialismo Democrático habían alcanzado un acuerdo de reformas al nuevo texto constitucional que se plebiscitará en septiembre.
En la cita con la mayoría de los timoneles oficialistas -Paulina Vodanovic (PS), Patricio Morales (PL), Diego Ibáñez (CS), Juan Ignacio Latorre (RD) y Guillermo Teillier (PC)-, que se extendió durante toda la tarde hasta pasada la medianoche, los mandatados para alcanzar un documento común llegaron a cinco puntos de consenso: plurinacionalidad, derechos sociales, seguridad, sistema político y Poder Judicial.
A esa misma hora, y a siete kilómetros de distancia con Valparaíso, el Presidente Gabriel Boric sostenía un encuentro en el Palacio Presidencial de Cerro Castillo con el PPD, su directiva y parlamentarios. La cita estuvo marcada por constantes interrupciones, pues cada cierto rato, desde el Congreso requerían que Natalia Piergentili (presidenta de la colectividad) se conectara o atendiera los llamados y diera su acuerdo en los puntos de la redacción final que estaba siendo centralizada por Morales (PL). “Estamos a punto, Presidente”, se le escuchó decir a Piergentili en más de una ocasión.
Cuando se le confirmó al Mandatario la luz verde, transmitió que estaba contento, destacó la labor de todos los presidentes de partido y relevó un tema que para Boric siempre genera incomodidad: las filtraciones. Felicitó que el documento no hubiese trascendido con anterioridad al anuncio oficial que tuvo lugar, finalmente, durante la mañana de este jueves, en la Biblioteca del Congreso Nacional de Santiago. Luego de eso, hubo un brindis “republicano”, confirman varios de los asistentes.
Y es que no era para menos: la jugada de Boric del 1 de agosto cuando “instó” a lograr un acuerdo, para la mayoría, fue una entrega total de su capital político. La noción común era que si los partidos decepcionaban esta voluntad, el liderazgo como jefe de la coalición de Boric podría verse en entredicho. “Las conversaciones eran tímidas antes, y después del llamado del Presidente Boric se hicieron frenéticas”, dice un dirigente oficialista.
El punto de las filtraciones en el que reparó Boric no fue al azar: las conversaciones estuvieron marcadas por un extremo hermetismo. Nunca existió una reunión con todos los presidentes del oficialismo. De hecho, la del Congreso en Valparaíso fue la “más masiva” con la presencia de seis timoneles de lado y lado, pero durante todas las negociaciones -donde intervinieron también algunos parlamentarios, como Gonzalo Winter (CS)- las tratativas fueron “uno a uno”, por Zoom en varias ocasiones y con grupos reducidos.
¿El gran ausente del acuerdo? La DC. Pese a no ser una colectividad oficialista, en ambas coaliciones reconocen que existía voluntad de sumarlos. Sin embargo, en los últimos días, los acercamientos con personeros como el senador Francisco Huenchumilla, la senadora Yasna Provoste, el diputado Alberto Undurraga y el hoy cuestionado timonel, Felipe Delpin, se fueron empantanando. Hacia el final de la negociación, y mientras la DC ya vivía su propia trama interna tras la querella -retirada- contra el extimonel Fuad Chahin por parte del mismo Delpin, comunicaron a personeros del Socialismo Democrático y de Apruebo Dignidad “que no estaban en condiciones de seguir hablando”.
La cirugía “menor” al sistema político
Sin embargo, en horas de la tarde sí trascendió que el principal “nudo” que hasta ayer por la tarde entrampaba un documento definitivo tenía que ver con sistema político: existía negativa en ciertos sectores de Apruebo Dignidad en torno a las leyes de concurrencia (es decir, las que irrogan gasto fiscal) y reponer la facultad exclusiva del Ejecutivo. Y por el lado del Socialismo Democrático (particularmente en el PPD), había insistencia en devolver ciertas facultades y atribuciones del Senado a lo que se conocerá -si se aprueba el nuevo texto- como Cámara de las Regiones.
Lo primero fue uno de los puntos que terminó destrabando el documento de consenso presentado durante esta mañana, y cuentan -presentes en las negociaciones- que ahí fue clave -particularmente- el senador Daniel Núñez (PC), quien en ocasiones previas había manifestado públicamente y como una opinión personal, que estaba disponible para corregir la iniciativa exclusiva de gasto del Ejecutivo. El parlamentario estuvo presente en las negociaciones de ayer.
En el Socialismo Democrático, en tanto, terminaron por convencerse de que no existiría un acuerdo en torno a esas facultades, pese a la presión de distintos senadores.
“El Socialismo Democrático ha colaborado para hacer todos los esfuerzos para que podamos ganar el plebiscito. No puede ser que la intransigencia del PC impida llegar a acuerdos”, alegaba, por su parte, el senador Alfonso De Urresti (PS) durante la tarde de ayer.
El argumento del PC y del Frente Amplio -que terminó persuadiendo en parte al Socialismo Democrático- era que si la estrategia comunicacional de este acuerdo era atraer votantes indecisos al Apruebo, el Senado (o Cámara de las Regiones) era visto como un tema más de elite, y poco gravitante en la implementación concreta de un nuevo texto. “No mueve la aguja anunciar que vamos a reponer facultades a una institución desprestigiada”, afirmaba en privado uno de los negociadores.
Parte de ese argumento lo explica el diputado Leonardo Soto (PS), quien estuvo presente en el anuncio de esta mañana. “La verdadera demanda del Socialismo Democrático no es recoger la aspiración del Senado de volver a ser lo que era o de revivirlo. La aspiración de la coalición es que en la nueva Constitución los poderes del Estado tengan una convivencia útil para la ciudadanía y eso supone equilibrio de los poderes”, aseguró.
En la negociación, el “gesto” o la ventana abierta que queda para -eventualmente- introducir cambios al funcionamiento de este bicameralismo, el Socialismo Democrático exigió hacer una alusión o compromiso -tal como quedó plasmado- para revisar en el camino cómo funciona. “Nos comprometemos a analizarlo para lograr el mejor equilibrio en el Poder Legislativo, el gobierno central y las entidades territoriales”, plantea el texto.
“Se dio ese debate, pero al final vimos que no había acuerdo. La mayoría estaba por no reponer el Senado y llegamos a esa declaración genérica que cada uno después podrá proponer (cambios)”, aclaró Teillier.
También sorprendió que quedara fuera una mención al “justo precio” de las expropiaciones y una modificación para que fuera más similar a lo existente en la Constitución vigente donde se habla de precio de mercado. Algunos diputados PS aseguran que ese punto sí estaba en el almuerzo donde la timonel Paulina Vodanovic les detalló los avances. Otros plantean que no fue parte de las tratativas.
Las explicaciones de Teillier
En el acto de entrega, y en medio del discurso de Guillermo Teillier, el elegido por el lado de Apruebo Dignidad (junto con Latorre) para entregar unas palabras, hubo una declaración que resonó tanto en su coalición y más en el Socialismo Democrático. “No podemos garantizar que vamos a hacer estas cosas, porque en esto tendrá que haber debate popular”.
“Ninguno de nosotros quiere pasar por sobre la soberanía popular, la queremos respetar”, agregó, e hizo un gesto a los convencionales constituyentes. “Tampoco desdeñamos el trabajo de los y las convencionales. Han hecho un gran trabajo con este texto”, puntualizó el líder comunista.
En el Socialismo Democrático dicen que se vio “feo” y empañó -aunque no totalmente- el acto conjunto. A su vez, en Apruebo Dignidad apuestan a que el gesto de Teillier tuvo que ver con bajar el ruido en la interna de su partido más que por otra cosa.
Lo cierto es que a la salida, el timonel PC ahondó en sus dichos con La Tercera PM.
“(Esto) es una propuesta, lo que podemos garantizar es que vamos a luchar por esto, pero que se va a aprobar yo creo que no habría que meterse en eso, porque, por ejemplo, no tenemos mayoría en el Congreso. Hay que trabajar por esto, y lo que ‘instamos’, al igual que el Presidente, es al pueblo de Chile a trabajar por esto. Pero no queremos pasar por encima tampoco la voluntad popular. Hay que ser muy respetuosos, sobre todo en este momento (...). Tampoco atribuirnos los partidos de que podemos cambiar así como así un texto constitucional. Es una propuesta de los partidos y somos uno de los tantos actores de la sociedad”, reafirmó.
El jefe de los comunistas también aprovechó de ahondar en un posible acto formal de entrega al Presidente Boric del texto, quien los instó al acuerdo. “En algún momento (pensamos que) sí, pero le quisimos dar libertad de acción al Presidente, un voto de confianza al Presidente. Ya cumplimos nuestro trabajo nosotros y no vamos a ser los protagonistas, va a ser el Presidente, y después el pueblo de Chile”, agregó.
El documento “FINAL FINAL.pdf” -después renombrado “Unidas y unidos para aprobar”- circuló profusamente por WhatsApp, y ante las consultas sobre si ya llegó a manos del Presidente, en Apruebo Dignidad sostienen que esa información es “reservada”. Sin embargo, otras voces señalan que llegó al Mandatario minutos antes del anuncio formal.
Durante la tarde, el ministro de la Segpres, Giorgio Jackson, se refirió al acuerdo alcanzado. “Me la hicieron llegar (la propuesta) vía correo electrónico y creo que siempre es una buena noticia cuando, ante un llamado presidencial como el que hiciera el Presidente Boric a que los partidos pudieran conversar en torno a algo de esta naturaleza, hayan estado a la altura. Es una buena noticia para Chile que los partidos, en este caso oficialistas puedan mostrar su voluntad de generar certeza a la población (...). Los partidos han estado a la altura del llamado que hiciera el Presidente para que pudieran conversar, ponerse de acuerdo”, aseveró.
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