En la mira del periscopio: Submarino “Simpson” de la Armada vigiló a la flota pesquera china durante 14 días

La unidad SS-21, clase 209, siguió y fiscalizó a las embarcaciones extranjeras desde Talcahuano hasta Juan Fernández y Valparaíso, para que transitaran y no pescaran. Cubrió un área de más de 200 mil km2. Para la operación se utilizó un submarino, y a su dotación de 49 efectivos, por sus características de “permanencia, detección, sigilo y discreción”.


En medio de la pandemia y de las restricciones de movilidad que afectan a la mayor parte de la población, 49 trabajadores acaban de terminar un confinamiento aún más estrecho. Fue durante 14 días, durante este mes de junio. Con la flota pesquera china siempre en la mira.

Se trata de una operación de seguimiento y vigilancia que efectuó el submarino SS-21 “Simpson”, de la Armada de Chile, a través de casi 200 mil km2, a una serie de barcos comerciales del país asiático. El objetivo era fiscalizar que solamente transitaran, pero sin tomar ni un solo pez.

Para ello, el “Simpson”, yendo y viniendo, se mantuvo siempre cerca de la flota y a punta de periscopio (como se aprecia en las imágenes).

“Es una tarea vital, que se efectúa siempre, para el control y prevención de los recursos marinos, como parte de la política nacional contra la pesca ilegal”, expresó el jefe del Departamento de Pesca y Recursos Marítimos, de la Dirección de Intereses Marítimos de la Armada, capitán de fragata Rodrigo Lepe.

El oficial también destacó que el control de las naves extranjeras se efectuó desde que entraron a aguas chilenas, por el Estrecho de Magallanes, hasta Juan Fernández. Algo así como acompañarlas en su recorrido desde la puerta de entrada de la casa hasta la salida.

El paso de la flota china, que focaliza su trabajo en la pesca del calamar, no es algo nuevo. De hecho, ocurre dos veces al año, en temporadas diferentes. Van en tránsito, desde el Océano Atlántico al Pacífico.

Esta la flota pesquera china, en particular, estaba compuesta por aproximadamente de 100 buques pesquero del tipo poteros y logísticos.

Control encubierto

El Submarino “Simpson” mantuvo la vigilancia por más de 14 días, desde Talcahuano, Isla Juan Fernández, Isla San Félix y Valparaíso, bajo una de las cinco áreas de misión de la Armada, que es la protección de los intereses marítimos de Chile.

De hecho, este tipo de fiscalización “mano a mano” no es un gesto hostil, sino que se enmarca dentro de las tareas encomendadas a los estados miembros de acuerdos internacionales para la fiscalización pesquera, como el acuerdo de Nueva York, de 2015 (ONU), tratado del cual nuestro país forma parte.

“El objetivo es el monitoreo y fiscalización de la actividad pesquera ejercida por la flota extranjera en las áreas de alta mar, verificando que el ejercicio de dicha actividad se desarrolle conforme a lo que establecen los acuerdos y con el fin de disuadir que se efectúe la explotación de los recursos no autorizados en aguas nacionales”, complementó el comandante Lepe.

La planificación y desarrollo del monitoreo se hizo como una tarea en conjunto entre el Comando de Operaciones Navales y la Dirección del Territorio Marítimo y Marina Mercante.

El SS-21 “Simpson” es uno de los cuatro submarinos de la Armada. Se trata de una unidad de combate Clase 209, del tipo 1400-L, construido por los Astilleros Howaldswerke de Kiel, Alemania Federal, a partir de 1980.

Fue entregado en 1984 y llegó a Chile el 31 de agosto de 1984. En 1990 fue refaccionado en los astilleros de Asmar, Talcahuano.

¿Por qué un submarino? Se indicó que sus características de operación, como su “capacidad de permanencia, detección, sigilo y discreción”, los hacen eficientes para un seguimiento de este tipo. En otras palabras, se esconde más fácilmente que un buque a los ojos de los pesqueros extranjeros, para evitar que caigan en la tentación de llevarse alguna pesca de esta zona.

El “Simpson” posee, además, una eficiente capacidad de registro de sus sensores electrónicos, acústicos y ópticos.

Se informó que, en términos generales, el submarino está diseñado para navegar sumergido, es decir, está en superficie sólo para las entradas y salidas de puerto.

“Mientras está sumergido, la profundidad de maniobra es variable, dependiendo principalmente de las condiciones acústicas del entorno, en donde se privilegiará la mejor profundidad de escucha, para que de esta manera, se maximicen las capacidades del sonar”, indican en la Armada.

Por otra parte, el submarino cuenta con otro tipo de sensores: electrónicos, ópticos y de radio (radar, periscopio y antenas de comunicaciones), los cuales basan su operación en ondas electromagnéticas, donde su medio de propagación es el aire.

Para esto el submarino “sube” a una denominada “profundidad de periscopio” (entre los 13 y 15 metros), la cual, permite izar los mástiles de los sensores mencionados anteriormente.

Se informó también que el seguimiento del submarino finalizó sin incidentes ni faltas. Ningún barco pescó.

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