Monserrat Álvarez y JC Rodríguez: la dupla de CHV ante la nueva realidad de los matinales y la TV local

Los animadores del matinal de CHV hablan con La Tercera sobre el presente del programa, los buenos resultados de sintonía y las dificultades de encabezar el proyecto en un momento de alta exigencia para las figuras de TV. Además, se refieren al caso de José Miguel Viñuela.


Tanto para Monserrat Álvarez como para Julio César Rodríguez sólo están cosechando lo que han sembrado en un año y cuatro meses como las caras visibles de Contigo en la Mañana.

El matinal de Chilevisión ya va por su quinto mes a la cabeza del rating en el bloque matutino: sin ir más lejos este martes lograron un peak de 17 puntos en su emisión, un máximo que no se registraba en el horario hace cuatro años.

Al mismo tiempo, no hay jornada en que no estén dentro de los temas más comentados en Twitter, y que no se tomen las redes sociales videos de ambos confrontando a algún político.

Sobre el camino que ha recorrido el matinal y las dificultades de realizarlo en medio de contingencias como el estallido social y la pandemia, hablan ambos con La Tercera.

Llevan más de cuatro meses liderando el rating del horario, ¿a qué creen que obedecen esos resultados?

Monserrat Álvarez: Es de alguna manera fruto del trabajo que hemos venido haciendo. El canal la verdad que tomó una decisión bastante visionaria en el sentido que cuando nos convocó a mi y a Julio César a hacer este matinal era un matinal conducido por periodistas, que se definió como un matinal de actualidad, ciudadano, con temas contingentes, con información, entonces cuando ya nos pilló el estallido social seguimos haciendo lo que veníamos haciendo, y no tuvimos que reformular nada sustancial. Creo que nos pilló con un proyecto coherente y muy acorde a lo que se ha ido demandando a los matinales.

Julio César Rodríguez: Es súper relevante el punto de la Monse, porque el canal nos convoca a un programa más corto, pero que fuera eminentemente periodístico, acuérdate que nuestro programa duraba hasta las 11, y todo lo que tuvera que ver con los matinales antiguos en contenido lo hizo el programa que iba de 11 a una (Viva la Pipol). Por supuesto los matinales necesitaban una transición, no podíamos ponernos hiper periodísticos desde el primer dia. Nosotros lo empezamos a hacer y nos dimos cuenta que los demás matinales nos empezaron a seguir, menos el de Mega, con temas más periodísticos, los temas del día duraban más.

Pensando en ese inicio del proyecto, ¿llegaron con algún tipo de prejuicio el uno por el otro por lo diversas que han sido sus carreras en TV?

MA: A Julio lo conozco desde la radio de la Universidad de Chile, la primera radio donde trabajé, y él era panelista de mi programa, donde hablaba de cultura y espectáculos. Nos ubicábamos. Y cuando me ofrecieron la pega, obviamente parte de por qué acepté cambiarme de canal fue porque el proyecto era bueno y era fundamental que mi partner fuera alguien con quien me interesara trabajar, y con Julio me interesaba trabajar. Ya llevo años en la tele, demasiados años en proyectos buenos, en proyectos malos, entonces es súper importante saber con quién vas a trabajar.

JCR: Yo tenía en la radio un programa con la Tamara Acosta que se llamaba Sin pena y sin gloria, y el cacho era ir a hablar al programa de la Monse. Ahí conocí a la Monse, pero tuvimos poca relación. A mi también me interesaba trabajar con ella, así que cuando salió su nombre estaba feliz. La había visto en el matinal del 13 por ejemplo, o el programa Hola y adiós (Canal 13), y siento que para un matinal no puedes ser un conductor de prensa como tal, porque los matinales tienen situaciones imprevistas, y hay que tener salidas. Y ella tenía esas dos cosas, sentía que podíamos hacer match.

¿Cómo han hecho para complementarse desde entonces?

MA: Creo que ha sido un proceso de irnos conociendo, ir viendo cómo es Julio César, y las veces que hemos tenido algún rollo, lo hemos hablado al tiro, y eso es súper bueno.

JCR: Lo que más me gusta del trabajo que hacemos es que somos muy poco enrollados con nosotros, no tenemos ningún tipo de rivalidad de ninguna naturaleza, ni con el peinado, ni el maquillaje, ni con la ropa, con el set, y eso me gusta. Es bueno eso porque entras relajado al set, yo he trabajado en programas en que es muy tenso el ambiente. Las he pasado todas en matinales, he estado en matinales donde me ha dado arcadas llegar, dolor de guata, como los cabros chicos cuando no quieren ir al colegio los lunes.

¿Cómo han ido manejando el programa para ir en sintonía con la contingencia, pensando que antes se inclinaba más por la crónica roja y ahora es netamente político?

MA: La prueba de fuego fue el tema del estallido social, que de verdad nos pilló con bagaje, habíamos tenido paneles políticos, a veces más a veces menos, a veces cargado a la crónica roja, que no me acomoda tanto, pero siempre algún segmento era de actualidad.

JCR: Nosotros veníamos haciendo crónica roja porque era una transición que veníamos haciendo, pero cada vez le metíamos más política, temas sociales y ciudadanos y estábamos sacando el tema de la crónica roja, porque era lo que el canal venía haciendo hasta ahí, y estaba lo de que encuentran el cuerpo de Fernanda Maciel, y lo seguimos porque ahí estaba la sintonía, hay que ser honesto.

¿Cómo se toman el que la gente destaque una postura confrontacional en ustedes respecto a sus entrevistados?

MA: (Ríe) Es bueno y malo, tiene sus bemoles porque no siempre a las autoridades les gusta ir a nuestro programa. Es un arma de doble filo, digamos la verdad.

JCR: O sea no hemos tenido a nadie del gobierno hace semanas, no van a explicar ni siquiera los proyectos a nuestro programa. Pero bueno, ellos se lo pierden porque siempre lo que estamos pasando nosotros le va mejor. Nosotros hacemos las preguntas que tenemos que hacer, cada uno en su estilo con la Monse. Preguntamos lo que creemos es necesario preguntar, porque finalmente cuando la pantalla está dividida en cuatro y hay dos políticos de gobierno y dos de oposición por ejemplo, sabes que está representada la clase política con los intereses de cada uno, y no hay en ningún cuadro un señor de Lo Prado, un ciudadano común y corriente, entonces mi pega es decir “acá hay cuatro autoridades pero yo me pongo en los pies de la gente que no está representada en el programa”, y ahí nosotros le hincamos el diente. A nosotros se nos critica a veces porque somos puntudos, no somos puntudos, lo que pasa es que nosotros estamos en ese rol.

MA: En ese sentido podríamos decir que nuestro programa no es un matinal, en como aborda a los entrevistados. Lo que muchas veces pasa es que quizás las autoridades sienten que ir a un matinal es ir a explicar solamente, y a nosotros nos interesa que expliquen pero sí nos interesa que respondan las preguntas. Acá también es una entrevista, donde me interesa confrontar a cada entrevistado con sus contradicciones e incongruencias de su planteamiento.

¿Y cómo manejan el equilibrio en pantalla a la hora de convocar a sus invitados?

JCR: Para armar la pauta yo por lo menos no me meto en nada, porque logramos mantener la independencia. Yo leo quiénes van al otro día al programa. De repente en la pauta por supuesto que proponemos, pero nunca cortamos el queque para lograr una independencia de lo que pasa en el set.

MA: Pero sí recomendamos, “me tinca entrevistar a este gallo porque es un buen entrevistado”, también lo hacemos, pero solo es recomendar.

Esto mismo de la elección de invitados ha despertado críticas, por ejemplo que los matinales tienen más figuras ligadas a la derecha política, ¿lo perciben así?

MA: Eso no es verdad en nuestro panel, es una crítica que ha sido totalmente injusta, y ni siquiera es injusta, es una crítica que no tiene asidero en la realidad. Porque la preocupación editorial incluso a veces es demasiada porque tenemos la lógica binominal en la cabeza, hay que salir de la lógica binominal. En el periodo del estallido social era súper importante para mi tener dirigentes sociales y no solo los políticos tradicionales. A veces puedes ver un panel que de repente se fue uno de los invitados y quedó menos representada la derecha, y en un rato más metes a otra persona, pero ese tipo de cálculo son un poco antojadizos, y juzgando las cosa en apariencia. Pero los equilibrios son algo que se decide periodísticamente, porque para los políticos siempre va a estar desequilibrado el panel.

¿Han visto lo que ha hecho su competencia? ¿Qué les ha parecido?

MA: La verdad no quiero decirlo como por ser políticamente correcta, pero no he visto la competencia, pero tuve la oportunidad de ver un poco cuando tuve coronavirus, pero me costó harto ver porque estaba con el propósito de recuperarme y de estar desconectada. Pero siento que todos los matinales, con distintos estilos y distintas formas, estamos tratando los temas actuales, creo que es una cosa que cruza a todos los matinales respecto a como han ido adecuando sus pautas a la situación que vivimos.

JC: Yo muy poco porque evidentemente estamos al aire. Algunas veces he revisado algunas entrevistas porque después los tenemos invitados nosotros, por un tema que me interesa. Creo que están haciendo la pega, estamos todos haciendo la pega. Tengo la mejor impresión de toda nuestra competencia. Creo que todos se sacan la mugre por tener los mejores temas, los mejores invitados, creo que todos están jugando su juego, en la medida de las posibilidades editoriales. Tengo el mayor respeto por todos mis compañeros y por todos los equipos que están haciendo matinales.

¿Cómo ven el futuro de los matinales? ¿Creen que continuarán en esta misma línea centrados en la contingencia?

JCR: Creo que son dos años muy políticos, dudo que los matinales vuelvan a ser lo que eran antes tampoco creo que sean cien por ciento de contenido como es ahora, pero sí estos contenidos llegaron a los matinales para quedarse por harto rato, al menos yo vislumbro dos años.

MA: Creo que los matinales evolucionan un poco según lo que evolucionan los países. Claro en algún momento se le pedía a la tv compañía y diversión, y hoy día la gente lo que habla es de la contingencia, del coronavirus, de las AFP. Los matinales son un poco reflejo de las conversaciones sociales, entonces la verdad es que este momento de los matinales va a durar todo el tiempo que ocupen estas discusiones nuestras conversaciones cotidianas. Por eso reo que este año y el próximo son años de mucha actualidad, de discusión política, entonces contenido para continuar en esta senda hay muchísimo. Pero tienes que ir viendo también como tv cuáles son las demandas de contenido que va teniendo el público respecto a esto, y por eso creo que no es una fórmula que sea eterna para los matinales, pero sí creo que es una fórmula que va a durar bastante tiempo dada la contingencia.

¿Y cómo ven la TV post estallido social y post pandemia? ¿Creen que ha logrado estar en sintonía con los cambios sociales que han ocurrido?

MA: Creo que el estallido social y la pandemia le han dado un nuevo oxígeno a la TV abierta. Sabemos que es una industria en crisis, que está pasando por momentos súper crudos, donde hemos visto reducirse los equipos, compañeros de trabajo que tienen que irse porque justamente se han reducido los presupuestos de los programas, etcétera. Creo que eso es una realidad, pero sin embargo en esta coyuntura de temas nacionales, ha vuelto a tener una importancia bien sustantiva. La gente está buscando TV abierta.

JCR: Creo que la TV en general, no solo nuestro canal, ha estado llana a informar, conversar y debatir, cuestión que antes no estaba en la TV.

“La TV ha tenido, porque no digo que está a la altura, ha tenido que ponerse a la altura de las circunstancias”.

Caso Viñuela

Monserrat Álvarez se refirió también a la polémica que envuelve a José Miguel Viñuela, marginado del matinal Mucho Gusto de Mega tras cortar el pelo a un camarógrafo y que hoy tiene sumido al espacio de la competencia en una profunda crisis.

¿Qué le parece lo ocurrido con José Miguel Viñuela?

Lo encuentro lamentable en todo sentido, por el camarógrafo, por el programa, una situación de alguna manera desgraciada en todos sus partes, para la gente, para el programa, para José Miguel Viñuela, realmente creo que el tema por el lado que se le mire es lamentable y creo que también muestra la importancia de ser cuidadosos en estas épocas.

¿Qué le pareció la reacción del equipo, la que se ha cuestionado en estos días por dejar que Viñuela asumiera solo la responsabilidad?

No tengo idea de opinar de eso porque es de un corte tan distinto el matinal que nosotros hacemos, más periodístico, entonces la verdad es que yo no tengo esa experiencia en programas de entretención al aire con juegos y cosas así, no sé cómo funciona. Nosotros somos un equipo que es bastante coordinado, tenemos igual un margen de libertad editorial importante, JC y yo, pero también hay un marco editorial que está rayado y que nosotros también lo tenemos por nuestro propio criterio, entonces es súper distinto, de verdad no sé qué pudo haber pasado ahí.

¿Cómo ve la situación de los animadores en estos días? ¿Cree que están más expuestos a que por un hecho cuestionado puedan ver tan impactadas sus carreras?

Sí, creo que es un riesgo permanente que tiene toda figura pública, sometida al escrutinio público y que la repercusión de los actos públicos y privados es muy importante tenerlo presente, es un estándar más exigente para las figuras públicas.

“Tiene que ver con una cosa mundial que son las redes sociales y todo eso, pero en Chile con la situación social, el estallido y la pandemia, de alguna manera estamos viviendo un nivel de discusión pública muy interesante pero también muy polarizada, entonces uno también de alguna manera cae en la dinámica de la polarización ante el público, entonces de repente hay cosas, palabras que se malentienden, un día te destrozan porque eres comunista, otro porque defiendes a los carabineros, pero es súper fuerte, entonces también es una mezcla porque creo que uno también aprende a ser cuidadoso, pero hay que ser lo suficientemente libre para preguntar con independencia. En ese delicado equilibrio yo al menos me trato de mantener”.

Rodríguez, en tanto, fue escueto en su impresión respecto al caso Viñuela. “Me falta demasiada información para opinar sobre eso”, dijo.

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