La paradoja de la Fech: intentan impugnar las elecciones que buscan la estabilidad de la federación

Lufín (PC) y Segura (PS) por la presidencia de la Fech

La Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile se enfrenta a un viejo problema: en las últimas votaciones no se llegó al quorum mínimo, pero el Tricel validó igualmente el proceso, lo que le ha valido críticas y ha revivido los fantasmas de una organización que hace poco fue refundada, justamente, por los problemas de representatividad.


“Mataron a la Fech en 2019, la revivieron y la volvieron a matar, ¿y la culpa es de nosotros?”.

Esa es la pregutna que se hace Fernando Segura, uno de los dos candidatos a presidir la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (Fech), que -por ahora- está posicionado para la segunda vuelta de un proceso eleccionario que, como un déjà vu, nuevamente se enfrenta a las críticas y una crisis de representatividad a menos de un año de un proceso que buscaba su refundación.

El 8 de mayo se dieron a conocer los resultados de las elecciones de la Fech, estableciendo así que las dos mayorías “Construyendo Federación” (2.481) y “Seamos Cambio” (2.464) se enfrentasen en una segunda vuelta. Y así, por un lado el pacto PC-CS, y por otro los socialistas, en los papeles se enfrentarían por la representación del estudiantado.

Sin embargo, tanto la lista “Construyendo Federación”, que salió con una estrecha mayoría de 17 votos, como desde el mundo estudiantil dejaron ver su descontento respecto de los resultados. Pero no sobre vencedores y vencidos, sino que sobre un viejo problema que aqueja a la Fech: el quórum alcanzado, con apenas 23,4%, cuando el mínimo requerido para validar el proceso era de 30%. Lo anterior ha llevado a que la lista que terminó con la estrecha ventaja se haya volcado a pedir impugnar el proceso. Y que, asimismo, el Pleno Fech haya hecho una reclamación electoral.

Con un claustro de 36.824 estudiantes, el total de sufragantes de esta elección llegó a 8.608 (23,4%). En otras palabras, 28.216 (76,6%) personas no participaron de la votación, alcanzando incluso una menor cifra que el año anterior y reviviendo así los fantasmas que hasta hace no mucho tuvieron una mesa directiva desierta, justamente, por no alcanzar durante algunos años los quórums establecidos en los estatutos internos.

Como se ha dicho, para esta oportunidad para que la elección fuera válida se debía concretar el mínimo de 30% de participación. Pero al no cumplir esto, el Tribunal Calificador de Elecciones Fech (Tricel) llamó a una sesión especial para establecer la resolución del problema. Mediante la lectura de estatutos y disposiciones transitorias que quedaron establecidas tras el reciente proceso refundacional, finalmente tomaron la decisión de hacer válida la votación.

Sin embargo, Catalina Lufín, actual presidenta de la Fech y quien como candidata a la reelección quedó con la primera mayoría en primera vuelta, con el correr de los días mostró su desconento con esta validación, asegurando además que hubo otras irregularidades durante el proceso electoral: “Se cuestionó la decisión de validar unas elecciones sin quórum, pero por otra parte se denunciaron múltiples antecedentes que exceden a la votación, como la apertura de urnas sin presencia de apoderados, diferencias entre el padrón publicado por Tricel y el claustro electoral real -en una primera instancia era de 35.868-, la poca difusión del voto informado, entre otros”.

Esto llevó a las Juventudes Comunistas, donde milita Lufín, a realizar un comunicado a través de redes sociales apoyando la postura de la candidata de la alianza PC-CS. Asimismo, desde Convergencia Social de la U. Chile señalaron creer que “la elección no es políticamente representativa” y que justamente en esto recae la decisión de impugnar, aunque sí reconocen la validez jurídica de las elecciones.

Desde del Tricel tampoco hay explicaciones tan claras. Su presidente Benjamín Campos señala que “como tribunal electoral, nosotros nos encargamos de la resolución. Lo que hacemos es que en base al estatuto ver si se puede declarar válida y sí se puede. Somos el ente encargado de validar la elección”.

Pero, ¿qué establecen concretamente los estatutos? Según el acta de la sesión, se aplicó el artículo 93 y la disposición transitoria número 10. En palabras sencillas, “si hay participación menor a 20%, y en los demás casos entrar a distinguir si hubo o no quórum el año pasado. Caso que sí se cumplió en 2023 (26% de un 25% de quorum mínimo)”. Así, en el acta se declara “si resulta ser la primera vez sin racha, queda “perdonada” la falta, validando la elección”.

Esto ha traído gran confusión al estudiantado respecto de la lectura concreta de los estatutos. Mientras que “Construyendo Federación” recalca que la interpretación de la norma se hace sobre una base indiscutible y que no se cumplió el quórum, “Seamos Cambio” acepta el dictamen del Tricel y responsabilizan a la Fech por la poca participación estudiantil.

Fernando Segura, líder de la lista que busca destronar a Lufín, responde respecto de esto que “que salgan a culpar a medio mundo y lo único que no hagan es decir ‘no hicimos las cosas bien’, es una autocrítica necesaria y grave que no hayan hecho”.

Lufín insiste que, a ojos de los estudiantes, es evidente de la elección no es válida y el hecho de que una de las listas siga haciendo campaña a pesar de eso alimenta la desconfianza “que tanto hemos trabajado por revertir”.

“Personalmente creo que es preocupante que algunos busquen seguir adelante con la campaña como si esta situación fuera regular; mientras otros sectores hemos decidido detener nuestra participación en el proceso y defender la democracia universitaria”, concluye.

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