La reñida elección en la U. Federico Santa María que podría terminar con la primera rectora de su historia y ampliar la representación femenina en el Cruch

Carolyn Palma y Juan Yuz enfrentarán el próximo 1 de septiembre el balotaje, tras avanzar en la primera vuelta como primera y segunda mayoría, respectivamente. Acá, algunas definiciones de los contendores.


Este jueves 1 de septiembre la Universidad Técnica Federico Santa María (USM) vivirá la segunda vuelta de la elección para el puesto de rector. O rectora.

Y es que, en 91 años de historia de la institución, nunca antes la posibilidad de que una mujer ocupe el cargo de máxima autoridad estuvo tan cerca: al balotaje pasó como primera mayoría Carolyn Palma (54), por delante de Juan Yuz (47).

En caso de vencer, la exvicerrectora no solo lograría el hito histórico de ser la primera mujer rectora de la USM, sino que engrosaría a cinco (de 30) el listado de mujeres en el Consejo de Rectores (Cruch), donde ya están Rosa Devés (U. de Chile), Elisa Araya (Umce), Marisol Durán (Utem) y Natacha Pino (U. Aysén), aumentando en ese sentido la actual máxima cifra histórica de mujeres, así como consolidando que la irrupción del género en esos cargos no es una cosa casual.

Palma, hoy académica del Departamento de Ingeniería Química y Ambiental, obtuvo el 29,34% de las preferencias, mientras que su contendor, académico del Departamento de Electrónica, fue segundo, con un 26,34% de los votos, pero el balotaje se vislumbra incluso más apretado.

La académica es Ingeniera Civil Química y llegó desde la Usach a la USM en 2011, por concurso. Desde entonces, además de académica, se hizo cargo del campus San Joaquín y luego fue vicerrectora de Asuntos Económicos Administrativos del actual rector Darcy Fuenzalida. “En el camino, si bien aprendí, me di cuenta que había muchas cosas que no se estaban haciendo bien. Si bien estoy de acuerdo con el fondo de la actual rectoría, no lo estoy con la forma”. Y suma: “En todos los cargos marqué una diferencia. En todos decían ‘mira, la Carolyn es superejecutiva’, y de alguna manera eso está reflejado en los ejes de la propuesta, que es ser una rectoría abierta, tolerante de que me digan todo lo que piensan”.

Sobre esto último, ahonda en su análisis de la USM: “Veo que hay una comunidad que debe volver a unirse, nos ha faltado tener un objetivo en común”. Por eso, añade, su idea de rectoría es ser un “colectivo”, lo que cree es “un sello muy característico de las mujeres y que nos diferencia notablemente de la actual rectoría. Entiendo que quieran situarme como continuidad, pero la verdad es que mi programa es completamente distinto”.

Palma sabe muy bien que podría transformarse en la primera rectora de la institución, logro que ya han marcado otras mujeres en otras instituciones. “Sería un hito más potente que en otras universidades, porque es una universidad que acoge a todos los niveles formativos con carreras masculinizadas. Lo único que se podría leer de que hoy una mujer ingeniera se haga cargo es que invitamos a todas las jóvenes que se sientan identificadas con las ciencias, ingeniería y matemáticas, que las vamos a acoger”.

¿Sobre su contendor? “Ni Juan ni yo queremos algo malo para la universidad. Tenemos puntos de vista distintos, pero no significa que opuestos”.

Por su parte, Juan Yuz nació en Valparaíso, se formó profesionalmente en la USM y trabaja ahí desde 2012. “Somos privados, pero usamos fondos públicos, entonces hemos puesto énfasis en la transparencia”, señala el candidato, quien dice que a veces “se nos olvida la importancia de vincularnos con el medio, de relevar el trabajo de formación e investigación”.

No somos para nada continuidad, más bien lo contrario. La candidatura viene de un grupo de profesores que hace un par de años estamos preocupados por la situación de la universidad. Tenemos un diagnóstico crítico y vemos que hay muchos espacios de mejora en la gestión”, asegura.

¿Cuáles son esas preocupaciones? “Hay algunos indicios, como nuestro posicionamiento en los rankings. Si bien llenamos vacantes, podríamos apuntar a captar mejores puntajes, y hemos visto inquietudes de los sindicatos por el clima laboral y la forma cómo la administración se ha relacionado”.

A pesar de hoy ser su rival, el ingeniero civil electrónico y exdirigente estudiantil destaca el hecho de tener una mujer como rival, con todo lo que ello implica. “Es una muestra de una diversidad creciente en la universidad, pero también del sistema universitario, el país y el mundo. Se está haciendo justicia al rol de mujeres y el aporte que ellas han hecho y que antes se había invisibilizado”.

Y aunque advierte que ahora son sus pares los que “van a tener que sopesar la variable de género”, asegura que “las otras dos candidatas que no pasaron (Nina Hormazábal y María José Escobar) comprometieron su apoyo total a mi candidatura”.

Como sea, ahora serán los docentes los que tendrán que optar por Palma, una suerte de continuidad del rector Fuenzalida, quien estuvo ocho años en el cargo, o Yuz, quien no tiene reparos en confidenciar que ha sido catalogado como oposición. Eso será el 1 de septiembre, donde uno de los dos tiene que obtener 3/5 de los votos. Si ninguno lo logra, el Consejo Superior de la USM sesionará para definir el futuro de la rectoría.

Breves definiciones de ambos

Relevancia en Chile de las universidades no estatales como la USM

Carolyn Palma (CP): “Tenemos que tener memoria y la memoria es superfrágil. La primera universidad en Chile fue la Chile y seguido a ella vinieron seis privadas, donadas por privados. Luego vino otra estatal (U. Técnica del Estado). A esas ocho les debemos haber levantado la educación superior en Chile. Fuimos pioneros y somos privadas, pero porque alguien tuvo la generosidad de donar toda su fortuna. Y sí, hemos logrado sobrevivir gracias al Estado y sus recursos. ¿Por qué? Porque somos buenas universidades. Pero también tenemos que desarrollar otras herramientas de generación de recursos”.

Juan Yuz (JY): “La historia demuestra que la figura jurídica no ha impedido el aporte que han podido hacer al país las universidades como la nuestra. Nosotros hemos formado miles de ingenieros, la UC es la mejor posicionada del país en los rankings. En el sistema se ha tendido a hacer la distinción y creo que la clave no está ahí, sino facilitar la gestión y por supuesto tener mecanismos que aseguren calidad en universidades privadas, que tal vez ahí viene la desconfianza”.

¿Qué es lo público?

CP: “Lo público es lo que logramos transferir a la sociedad, porque siendo universidades privadas, el conocimiento no se lo transmitimos a un sector privado. La sociedad es pública y esta discusión se tiene que dar, porque si analizas cualquier ranking, las 10 primeras universidades la mayoría son privadas. ¿Qué va a hacer el Estado, entonces, independiente del presidente que esté? Lo que tenemos que hacer como universidades privadas es trabajar en seguir aportando al Estado y que el Estado, en la medida de lo posible, nos siga apoyando”.

JY: “Contribuir al bienestar social de la nación. Cuando formamos ingenieros contribuimos al bienestar de la persona, pero también de la nación, porque han contribuido al desarrollo social y material del país. Hay evidencias muy fuertes de que las universidades, independiente de su figura jurídica, pueden y tienen que estar comprometidas por generar bienes para todo el país”.

¿Qué le parece la propuesta de Constitución en Educación?

CP: “Nos preocupa que no aparezca explícitamente que los aportes que hemos recibido como universidades pioneras -porque está bien, hay privadas y privadas- no estén reflejados. Es una preocupación cómo mantener el legado testamentario de Federico Santa María. La nueva rectoría tendrá como nueva tarea ponerse zapatillas de clavo y trabajar en diversificar los ingresos. El cambio en la Constitución se va a dar, ahora o más rato, pero se va a dar y eso nos pone en una situación compleja como institución: las universidades europeas han sufrido recortes en sus recursos estatales y nosotros tendremos que trabajar en esa línea también”.

JY: “Hay preocupación de las universidades que no somos estatales porque se hace una distinción muy clara. Creemos que el rol de las universidades no estatales va a ser valorado y ya sea que se apruebe o no, va a venir una discusión muy fuerte por financiamiento, gratuidad, fondos basales, ojalá algunos destinados a investigación y ahí creemos que no debiera discriminarse entre una universidad administrada por el Estado y una que no. Lo importante son los resultados y cuáles son los estándares de esa institución. Queremos demostrar que no solo queremos ser público a la hora de solicitar recursos”.

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