¿Líder o villano? El impacto del estilo deslenguado de Johnny Herrera en la U

JOHNNY HERRERA

El arquero, consciente de que enfrenta la última etapa de su carrera como jugador azul, desató un incendio en el club por sus críticas. Y no es la primera vez. Históricos se dividen por su liderazgo.


Johnny Herrera y otro foco de conflicto en la U. El arquero encaró a Sabino Aguad y le reclamó por la mala conformación del plantel. "¡Te dije que trajeras al Mago!", le dijo, en alusión a Luis Jiménez, en una discusión que tuvo varios testigos y que agitó aún más el ánimo al interior del Centro Deportivo Azul. Los reproches del arquero no son nuevos. El nacido en Angol ha tenido siempre una visión crítica de lo que ocurre en la tienda estudiantil y, a estas alturas, son incontables las veces que ha emplazado públicamente a la directiva.

La discusión del martes con el gerente deportivo fue por los jugadores que han llegado y los que no para este 2019, pero antes, en distintos contextos, el histórico arquero ha criticado la gestión de Carlos Heller por diferentes temas: desde la llegada de uno u otro entrenador, hasta la política de formación de futbolistas en las divisiones inferiores.

Los episodios suman y siguen. En 2011, por ejemplo, criticó públicamente la llegada de Paulo Garcés. Al año siguiente, no disimuló su molestia por su frustrado traspaso a River Plate ("siempre dije que me gustaría jugar en el fútbol argentino. Era un desafío que quería tomar, hacerme un nombre en un país donde se vive el fútbol como yo lo vivo", dijo), acusando al entonces presidente, José Yuraszeck, de "actuar como hincha". En 2015, en tanto, ya cuestionaba en público a Heller después de que este negociara con Becaccece con Martín Lasarte todavía en la banca del club, en una situación que se repitió después por las diferencias en su renovación y en la llegada de una dupla técnica, cuando Víctor Casteñeda y Luis Musrri asumieron en conjunto la dirección técnica.

Hacia fines del año pasado, abordando la situación general del club, volvió a la carga. "Muchas cosas se hacen mal en la U. No entiendo el desperdicio de institución que tenemos", decía entonces, explicitando su visión crítica del funcionamiento del club.

"Se acabó la buena onda con los jugadores. Acá no hay vacas sagradas, no mandan los referentes, mandan los directores. Debemos tener una conversación en privado con él para aclarar esta situación", decía Heller por esos días, intentando plasmar su autoridad ante un jugador que, con el beneplácito de los hinchas, se erige como intocable.

Por lo mismo, no hay temas prohibidos para el golero, que tiene consciencia de que enfrenta el último año de su carrera en el club. Su vínculo con el equipo expira en diciembre de este año y las voluntades de uno y otro lado apuntan a un fin de la relación. Por lo mismo, ahora, a poco de decir adiós, el meta tiene cada vez menos filtro.

"Kudelka pidió a Edson Puch, (Pablo) Mouche y (Luis) Jiménez, y llegaron a los rivales. Claramente nosotros gestionamos mal. Se sabe que pedimos a Puch y, si llegó a la Católica… ¿Cómo no podía llegar a nuestro equipo? La gestión no fue buena. Claramente algo no se está haciendo bien y es la realidad de nuestro club", dijo la noche del martes en el Canal del Fútbol, al tiempo que ratificaba el encontrón con Aguad, adelantado por La Tercera.

"Obviamente te cuestionas muchas cosas que pasan, pero estoy en la U y la seguiré defendiendo como siempre este año. A fin de año veremos qué pasa. Con este tipo de declaraciones lo más probable es que me vaya, pero tengo que decir lo que pienso", dijo también el arquero, sin esconder que sabe cómo se vislumbra el panorama.

Los históricos se dividen

La discusión de Herrera con Aguad sirvió para tensar más el ambiente en la U. La situación, sin embargo, le genera al arquero adeptos y detractores entre los propios históricos de la institución, que se dividen por su actitud.

"Me parece mal. Creo que demuestra un poco por qué la U está como está. Herrera, por importante que sea, es un jugador y él está contratado para jugar, no para encarar a nadie o tomar determinaciones, o decidir quién llega y quién no", dice Víctor Hugo Castañeda. "Yo no critico lo que haya dicho, pero hay que tener prudencia. Tal vez el lugar no fue el adecuado", agrega, por su parte, César Vaccia.

"No es una de sus facultades, pero está bien que tenga opinión y la diga. Si los jugadores participaran de los directorios las cosas serían diferentes", dice, en tanto, Jorge Socías. "Lo que hizo Johnny tendría que haberlo hecho Kudelka", acota.

"Hay diferentes tipos de liderazgo. Johnny tiene una serie de características que lo definen como líder: es el capitán e ídolo del club. Pero la verdad es que no sé si es positivo o negativo. En este caso puntual, podría ser positivo si de aquí en más no ocurre que la U no traiga a quien debe. Si se toma todo esto como experiencia a nivel institucional puede ser algo positivo. Pero es algo negativo lo que pasó, desde el punto de vista del momento que atraviesa el equipo. Que salgan disputas internas, además de los malos resultados, es algo que le hace muy mal al club", afirma también Vaccia, bicampeón con los universitarios en 1999 y 2000.

Y Castañeda cierra: "Conversé muchas veces con Herrera y le expliqué una serie de cuestiones de lo que significaba ser líder. Hay temas que se tienen que conversar, pero hay un poder establecido en la U, o debiera haberlo... En los tres meses que estuve ahí tomé una radiografía de lo que había. Nadie se atreve a tomar determinaciones. Ellos saben lo que hay que hacer".

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