Lula se toma descanso en Bahía y prepara visita a Brasilia para reforzar la búsqueda de la estabilidad institucional

Lula toma un trago de agua mientras su esposa Rosângela da Silva le quita los anteojos, luego de derrotar a Jair Bolsonaro en la segunda vuelta presidencial, en Sao Paulo, el domingo. Foto: AP

El presidente electo de Brasil viajó al balneario de Trancoso, en Porto Seguro, acompañado de su esposa. Se espera que la próxima semana dialogue con el poder Judicial y el Legislativo, en el marco de un movimiento que ha sido denominado de “reconstrucción nacional”.


Después de meses de una feroz campaña electoral, de la cual salió vencedor el domingo pasado, el presidente electo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva (77), se embarcó este lunes a Bahía. Acompañado de su esposa, la socióloga Rosângela da Silva (56), también conocida como “Janja”, el líder del Partido de los Trabajadores (PT) debería pasar unos días de descanso allí antes de retomar su agenda la próxima semana con un objetivo claro: reforzar la búsqueda de la estabilidad institucional, estableciendo diálogo con el poder Judicial y el Legislativo, movimiento que ha sido denominado de “reconstrucción nacional”.

El destino escogido es el balneario de Trancoso, en Porto Seguro, en el litoral sur del estado. El alojamiento, según Jornal O Globo, debería ser en la casa familiar del exdiputado Sigmaringa Seixas, que suele ser frecuentada por el futuro presidente.

Uno de los barrios del municipio de Porto Seguro, Trancoso es uno de los destinos paradisíacos de Bahía, famoso por ser frecuentado por artistas, modelos y empresarios que se aíslan en casas arrendadas, con más privacidad, destaca el medio brasileño.

Un partidario de Jair Bolsonaro vestido con uniforme militar se arrodilla con los brazos extendidos frente a banderas de Brasil durante una protesta contra su derrota en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, en Río de Janeiro. Foto: AP

Después de sus días de descanso, Lula ya tiene planificada su agenda para la próxima semana. Su destino: Brasilia. El petista visitará a los presidentes de los tribunales superiores, de la Cámara de Diputados y del Senado. Con el gesto, el petista “pretende mostrar respeto al Legislativo y al Judicial”, destacó el diario Folha de Sao Paulo.

En concreto, detalla G1 de Globo, Lula estará en Brasilia a partir del próximo lunes. Y el viaje a la capital incluye encuentros con la ministra Rosa Weber, presidenta del Supremo Tribunal Federal; Alexandre de Moraes, presidente del Tribunal Superior Electoral; con Rodrigo Pacheco, presidente del Senado y del Congreso Nacional; y con Arthur Lira, presidente de la Cámara de Diputados.

La previsión es que, tras esta fase de conversaciones con los jefes de los poderes, Lula viaje a Egipto, donde tendrá lugar la Conferencia de la ONU sobre el Cambio Climático (COP27), que se celebrará entre el 6 y el 18 de noviembre. El petista fue invitado por el presidente del país, Abdel Fatah al-Sissi.

En otro guiño al Legislativo, el presidente electo ya advirtió a sus aliados que el Ejecutivo no interferirá en la sucesión de la Cámara y el Senado. La presidenta nacional del PT, Gleisi Hoffmann, fue la vocera del mensaje durante un encuentro con presidentes de partidos este martes, detalla Folha. Durante la reunión, Gleisi dijo que el Ejecutivo se ve perjudicado cada vez que se involucra en la disputa por las presidencias de ambas cámaras, según la evaluación de Lula.

Al respecto, integrantes del llamado centrão ya señalaron que el Lula puede contar con una base parlamentaria mucho más sólida si apoya o no pone trabas al intento de reelección del presidente de la Cámara, Arthur Lira, diputado del partido Progressistas por el estado de Alagoas.

Elegido con la ayuda del gobierno de Jair Bolsonaro y uno de los principales aliados del actual presidente, Lira fue una de las primeras autoridades en reconocer la victoria de Lula el domingo, poco después de que el Tribunal Superior Electoral declarara que el resultado estaba matemáticamente definido.

Uno de los principales mensajes de Lira fue que “la voluntad de la mayoría expresada en las urnas nunca debe ser cuestionada”. El otro fue que era necesario desarmar los espíritus y tender la mano a los opositores para pacificar el país. Miembros del centrão y otros partidos de centro y derecha escuchados por Folha evaluaron que una alianza sería beneficiosa tanto para Lula como para Lira, lo que aislaría al bolsonarismo radical en el Congreso a partir de 2023.

En esa línea, integrantes del PT que participaron en la coordinación de la campaña de Lula viajarán este jueves a Brasilia para iniciar un diálogo con Lira, informó el diario O Estado de Sao Paulo. Entre los temas que serán discutidos está el mantenimiento del programa social de transferencia de renta Auxilio Brasil de 600 reales, prometido por el petista en la elección, y eventuales cambios en el techo de gastos, regla que vincula el crecimiento de los gastos a la inflación.

Por su parte, Hoffmann sostendrá encuentros con los presidentes del MDB, Baleia Rossi, y del PSD, Gilberto Kassab. El objetivo de Gleisi es invitar a los dos partidos a integrar oficialmente el amplio frente democrático que dará apoyo y gobernabilidad a Lula, indica G1. La presidenta del PT ya ha tenido conversaciones preparatorias con los dos y ahora espera cerrar oficialmente el apoyo la próxima semana. Posteriormente, también tendrá conversaciones con União Brasil, PSDB y Cidadania.

Asimismo, en la reunión con los presidentes de los partidos, Gleisi pidió que se presenten los nombres del equipo de transición. Serán entregados al coordinador general del equipo, Geraldo Alckmin, el jueves. También ese día debe haber una reunión entre Alckmin y el jefe de gabinete de Bolsonaro, Ciro Nogueira, para iniciar el proceso de transición.

Por otra parte, el actual vicepresidente y senador electo, general Hamilton Mourão, dijo que “no hay nada de qué quejarse” sobre la victoria de Lula frente a Bolsonaro en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales. En una entrevista con el diario O Globo, Mourão desmintió la posibilidad de fraude en el proceso electoral y dijo que los manifestantes bolsonaristas que aún bloquean carreteras en todo Brasil deberían “bajar la pelota”.

“Nosotros acordamos participar en un partido donde el otro jugador (Lula) no debería estar jugando. Pero, si aceptamos, no hay nada de qué quejarse. A partir de ahí, ya no sirve llorar, perdimos el juego”, reconoció el senador electo.

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