Manuel Canales, sociólogo: “Lo que ha triunfado no es la oposición, lo que ha triunfado es la otredad”

27.08.2020
FOTOGRAFIAS DE SOCIOLOGO MANUEL CANALES, ENTREVISTADO PARA LT DOMINGO, EN SU RESIDENCIA, UBICADA EN LA COMUNA DE ÑUÑOA
FOTO: PATRICIO FUENTES Y./ LA TERCERA
FOTO: PATRICIO FUENTES Y./ LA TERCERA

En conversación con La Tercera PM, el sociólogo plantea que las votaciones de ayer no reflejan un voto de castigo al gobierno y Chile Vamos, sino la revelación de actores que siempre estuvieron silenciados. Además, que la emergencia de independientes son quienes representan el estallido de octubre de 2019. Para él, lo realmente trascendente es que una nueva carta magna refleje que Chile es una sociedad, y que la crítica al modelo de desarrollo “es la conversación que vamos a tener en los próximos años, es síntoma de lo que hizo octubre”.


En años que ahora parecen ecos de un tiempo lejano, hacia la década de 1950, el historiador francés Ferdinand Braudel hablaba del “motor de tres tiempos” para referirse a los cambios sociales en un proceso histórico. Los cuales, ocurrían primero, en base a una coyuntura, y luego en un plazo que él denominaba “mediana duración”, es decir, entre 15 a 20 años.

Quizás eso explica que para el sociólogo Manuel Canales, los resultados de las elecciones de este domingo son reflejo de un proceso que parte en el 2005, “cuando se empieza a vaciar el proyecto histórico de dirección social”, dice a La Tercera vía Zoom.

Por eso, la pregunta cae sola, ¿cómo ubicamos lo de ayer en ese proceso de mediana duración? “Lo de ayer es histórico por la potencia de construcción de sociedad que ahí se manifiesta”, dice.

Si bien fue una votación importante por lo que se jugaba, hubo poca participación....

Sí, pero ni tan pocos votos. Estos aparecen sobre todo con una forma nueva y clara. El 80/20 que ya fue decisivo para la legitimación del primer paso de este proceso, acá se ratificó, tanto más que ya no es 80/20. Es aún más la fuerza pro cambio, porque en el 20% de la derecha está también un segmento que pide cambios, por lo que ese 20% ya es menos.

Chile Vamos perdió alcaldías emblemáticas y no pasaron a segunda vuelta en la gobernación de la RM, ¿Cree que hubo un voto de castigo al gobierno en los resultados?

Creo que castiga por igual al gobierno y a su oposición. Se revela más bien como una manifestación de una otredad radical al gobierno y a la oposición. Porque siempre fue gobierno/oposición. Lo que ha triunfado no es la oposición, lo que ha triunfado es la otredad que siempre quedó como algo que no existía. El castigo al gobierno y la oposición ya fue octubre. No es más castigo de lo que ya es. Ya ni siquiera es tema.

Entonces, ¿qué es lo que está haciendo crisis?

Lo que está haciendo crisis aquí es un proyecto de hegemonía que viene por 40 años, y estamos encontrando la voluntad de reelaboración. Más que de castigo, es la reafirmación de un actor que hasta ahora no había podido mostrarse quién era, políticamente hablando. El paisaje suena a cambios.

¿Eso explica, por ejemplo, la fuerte emergencia de grupos independientes críticos al sistema, como la Lista del pueblo?

Es que este resultado resuelve dos problemas. Uno, cómo el sistema político podía llevar la refundación del sistema, si era contra ellos, ¿cómo iban a ser ellos los que resolvieran la queja? Parecía demasiado pedir. Y dos, este resultado valida el peso mayor de los “independientes de octubre”. Lo digo así para que no quede en ese vacío estelar de los independientes, como todo lo que era extraño a lo realmente extraño, el vacío político.

¿Quiénes son estos independientes?

No son independientes cualquiera, no los conozco bien, no los he estudiado bastante, porque son de una diversidad maravillosa, habrá que observarlos. Pero seguro que traen energía social, porque energía del sistema político anterior no traen. Aunque seguro más de algún independiente reciclado habrá. Pero es evidente que se ha manifestado una presencia social que no estaba representada. Y en ese sentido, es como octubre. El actor octubre no tenía quién lo representara ni formulara su demanda racional. Pero sin ellos, todo este proceso estaría en nada.

27.08.2020
FOTOGRAFIAS DE SOCIOLOGO MANUEL CANALES, ENTREVISTADO PARA LT DOMINGO, EN SU RESIDENCIA, UBICADA EN LA COMUNA DE ÑUÑOA
FOTO: PATRICIO FUENTES Y./ LA TERCERA
FOTO: PATRICIO FUENTES Y./ LA TERCERA

La sociedad que sí existe.

Anoche el Presidente Piñera dijo: “No estamos sintonizando con las demandas de la ciudadanía” y se declaró en estado de reflexión. ¿Cree que estamos frente a la institucionalización de un nuevo modelo de sociedad?

Me parece haberlo escuchando hace rato, “no lo vimos venir”, “no sabía cómo era la vida en esa parte de la ciudad”, una cantidad de síntomas de esa misma distancia indolente. Una clase dirigente que hace rato, acaso unos 20 años que ya no conoce -ni le interesa conocer- la sociedad que dirigían. Se bastaron mucho rato con ideologías, publicidad, ese cuento sociológico de las grandes clases medias, de la prosperidad. Era una libertad soberbia y ahora está vencida. Ahora, estamos empezando sí, una conversación.

Cuando Chile cambió otras Constituciones fue en momentos en que debatió sobre el modelo de desarrollo, como en 1925...

Esa es la conversación que vamos a tener en los próximos años, es síntoma de lo que hizo octubre, y es lo que se quiso negar todo el rato antes y después de octubre. Incluso, se llegó al cambio constitucional sin pesar en eso. Eso es el tono en el que volveremos a hablar, esa es la conversación que estaba prohibida.

Concretamente, ¿eso en qué se refleja?

En que la sociedad existe. Antes, era “si existe, no se toca”. Pero la sociedad existe, y por eso está en crisis. Como está en crisis hay que refundarla, y no hay más. Es lo mismo que se veía en 1920. Esa es la pregunta contra la que luchaba José Piñera en 1978. Él planteaba que quería que su modernización, ese neoliberalismo que venía a fundar, tenía en el corazón que esa pregunta -la crítica al modelo de desarrollo- no se formulara más. Quería que fuera la última de las revoluciones. Por eso le aseguró a la clase dirigente que no se volverían a escuchar esas preguntas, y esa es la victoria de octubre. Porque la Constitución del ’80 se basa en el individuo y en la familia, no en la sociedad.

En la Constituyente salieron elegidos candidatos que defienden fuertemente el modelo, y a su vez, otros que son muy críticos. ¿Qué tipo de Constitución podría esperarse de este escenario?

Es una mezcla de polarización y dispersión. Es desorganizada, por eso es que el gran riesgo es que se lo coma el desorden y el vacío. Pero hay voces de derecha que no son tan perfiladamente conservadoras, la derecha viene partida, en esa angustia de no saber qué hacer. La derecha se dividió desde el día 1 en octubre, desde Desbordes que plantea que comunas como Maipú son la realidad de Chile, hasta Kast que dice que esto es lumpen y hay mano blanda. No solo ellos, también están divididos los que fueron la Concertación. Una de las grandes potencias de la transición fue la unidad de la clase dirigente, la Concertación y la derecha, que no se veía desde los años ’20, ahí se dividió en una ala burguesa liberal, y otra, terrateniente católica.

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