Manuel García estrena dueto con Silvio Rodríguez: “Cumples 50 años y te das cuenta que esa especie de oráculo sigue ahí, incólume”

El músico lanza este viernes una versión de El viejo comunista armada a distancia con el trovador cubano, su gran referente artístico e inspirador del mismo tema. Una colaboración gestada a partir de cartas de ida y de vuelta, "sin discusiones de porcentajes ni créditos", que funciona como adelanto de un próximo disco con que el ariqueño celebrará medio siglo de vida junto a diversos invitados.


A sus 50 años Manuel García cumplió el sueño que arrastraba desde su adolescencia.

“Si a mí me hubiesen dicho que me quedaba un momento de vida, y me daban como regalo elegir con quién hubiese preferido grabar un tema, todo el mundo sabe que hubiese dicho Silvio Rodríguez. Y si me hubiesen preguntando qué canción, naturalmente hubiese dicho El viejo comunista”, dice el cantautor, que esta semana estrena una nueva versión de aquella popular composición de su debut solista (Pánico, 2005), precisamente a dúo con el gran referente artístico de toda su vida.

Una colaboración realizada de forma remota -como casi todo actualmente- que comenzó a gestarse por escrito, con cartas de ida y vuelta enviadas hace algunos meses, “entre el estallido y el Covid”, cuenta García. Una conversación virtual que se tradujo en una remozada versión del himno a la justicia social que el chileno compuso recién llegado a Santiago desde Arica, que debutará este viernes en plataformas digitales a modo de adelanto de un nuevo disco con el que el ex Mecánica Popular celebrará medio siglo de vida junto a diversos invitados, titulado Caminante.

"En ese contexto hemos buscando a algunos hermanos y a padres músicos que han sido referentes para nosotros. Ocurrió así con Pedro Aznar, que para el disco que hicimos juntos se entendía absolutamente que yo no estaba trabajando con un par de igual, sino que con uno de mis maestros y una de mis influencias fundamentales dentro de la música", cuenta.

En el caso del trovador cubano, el diálogo epistolar comenzó con algo de ruido. "Le escribimos una carta a Silvio Rodríguez, pero la escribimos mal, porque la hicimos desde producción, consultando inter oficinas si había una disponibilidad. Silvio mandó una carta muy amable pero muy concisa, diciendo que a él le parecería más bonito si el artista le escribía directamente", relata el solista.

Subsanado este punto y luego de un mensaje directo del ariqueño, "me contestó una carta muy bonita, muy sentida también, muy seria, en el sentido de hacerse responsable y ponerse absolutamente a disposición para grabar la canción, ofrecer primeras o segundas voces según fuera lo oportuno y de enviar los pro tools, porque así como están los tiempos todo se hizo de manera remota".

En todo este proceso, el factor emocional debe haber sido importante, considerando tu vínculo de toda una vida con la obra de Silvio Rodríguez. Has contado que aprendiste a tocar guitarra con sus canciones, por ejemplo.

Yo más que aprender a tocar la guitarra con Silvio Rodríguez aprendí con él a re-entender la guitarra, o a comenzar a entenderla desde el punto de vista de las preguntas. Cuando joven no solo estaba impresionado sino que comprometido a entender la obra genial de un artista genial. En ese sentido, por supuesto que genera un referente, genera una especie de... no quiero decir fanatismo, porque más que un fan uno se convierte en una especie de discípulo, muy humildemente, de un artista a quien uno está revisando constantemente para poder obtener la posibilidad de ajustar la visión, tanto en la palabra y la música, y también como una manera de dialogar con las perspectivas históricas.

En ese sentido, el diálogo con perspectiva histórica cobra un valor especial en el caso de El viejo comunista, una pieza que Manuel García compuso a poco de instalarse en Santiago, en octubre de 1996, inspirado en gran medida por una canción de Silvio Rodríguez titulada El reino de todavía.

"En estos días de estallido social y de zozobra social a causa de una pandemia, en los que más que nunca estamos tratando de entender quiénes somos como especie, la mirada de este viejo comunista cobra un valor especial", explica el cantautor sobre el personaje de la canción. "Quien más allá de su pena rescata en el fondo de su corazón el haberse jugado la vida por lo que cree, y hoy estamos hablando de jugarse más que nunca por lo que se cree y se piensa".

¿Qué comentó Silvio Rodríguez en todo este proceso? ¿Cuál fue su acercamiento a la canción y a esta colaboración?

Para Silvio hacer esto es un acto de solidaridad y de cariño, tal como él me lo dijo. Silvio no tiene una relación comercial con muchos artistas cubanos. Aquí no hubo una discusión de porcentajes, de créditos, sólo de lo estético y de lo artístico. Y para cuando finalizamos todo el proceso, respondió que esto se hace por solidaridad. Son cuestiones humanas importantes de subrayar porque nos devuelven el significado de la relación humana más pura, más transparente, que finalmente es lo que más me emociona: la manera en que un artista trabaja de forma entregada, que es lo que uno creía y esperaba cuando lo escuchaba de adolescente, casi niño, para a través de esa poesía tratar de entender el mundo. Luego te das cuenta que cumples 50 años y esa especie de oráculo sigue ahí, incólume, tal como veía esos valores que lo fueron formando filosóficamente a uno.

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