Montos “excesivos”, disputas internas e “ideologización”: la trama de la votación de Las Condes contra Santiago a Mil

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En una votación de 7 a 3, el Concejo Municipal de Las Condes rechazó la subvención directa a la Fundación Teatro a Mil, por un monto que originalmente se estimaba en 120 millones de pesos para 3 obras de teatro. Quienes rechazaron, hablan de platas excesivas, sin ninguna rendición, y además que las obras promovían ideologías contrarias a la comuna. Del otro lado, defienden la necesidad de llevar la cultura a los barrios.


Fueron tres rondas de votaciones en el Concejo municipal de Las Condes, cual elección papal. Al salir el humo blanco, el resultado fue claro: se rechazó la subvención directa de parte del municipio a la Fundación Teatro a Mil, la que solicitó el apoyo para poder presentar dos obras al aire libre en la comuna: 31 minutos: Don Quijote de la Mancha y el montaje francés de circo aéreo Rouge! Esto, en el marco del próximo Festival Teatro a Mil, en enero del 2022.

La propuesta de la fundación, dicen en el concejo municipal, se había revisado dos veces anteriormente. “La primera vez que lo revisamos llegamos a la conclusión que el monto y la propuesta que nos estaban haciendo era muy alto -señala a La Tercera PM la concejal Javiera Kretschmer (Evópoli)-. El monto que nos estaban solicitando para la subvención directa era de 120 millones de pesos por la ejecución de tres obras. Lo consideraba muy alto porque no teníamos el detalle de lo que costaba ejecutar cada una de las obras”. De ese modo, se le pidió a la fundación una contrapropuesta.

Esta contrapropuesta llegó el pasado jueves 11 de noviembre, con solo dos obras por 90 millones de pesos. “En el detalle salía que Rouge!, como es francesa, tenía que traer a todos los artistas de Francia, costaba 60 millones; y 31 Minutos, 30 millones -agrega Kretschmer-. Aparte, Teatro a mil solicitaba que desde la municipalidad pusiéramos a disposición espacios públicos, graderías”.

Finalmente, por 7 votos contra 3 (cuatro republicanos, dos UDI y un RN), la asignación se rechazó.

Cifras altas

Usualmente, la forma de realizar aportes municipales a obras culturales es a través de la Corporación cultural, lo cual en esta ocasión fue denegado por falta de recursos. También desde el Teatro Municipal de Las Condes. Para la concejal Vanessa Kaiser (Partido Republicano) el hecho de que se haya hecho por otra vía distinta a la habitual la llevó a votar en contra.

“Como les dijeron que no, y son majaderos, van y piden asignación directa del municipio, saltando a nuestros dos brazos culturales a través de los que encauzamos la inversión en los temas culturales -señala Kaiser a La Tercera PM-. Hacen algo que no es presentable, que yo vaya y diga que ‘yo vendo este producto, háganme un proceso de licitación solo para mí, diseñado para mí, donde no hay más oferentes, y si me dicen que no, dejo la grande a nivel mediático’. Por transparencia habría que abrir el proceso a distintos oferentes”.

En una línea similar se pronunció el concejal Sergio Melnick (independiente), quien agrega que esos montos debieran destinarse a otra cosa. “Era una asignación directa sin concurso ni rendición de cuentas de ninguna especie. De un monto enorme, 120 millones, en un año muy difícil presupuestariamente, y más difícil el que viene. Cuando la municipalidad gasta alrededor de 9 mil millones de pesos al año en cultura, una asignación directa no tiene ningún sentido. Hay muchos artistas locales que no tienen ningún tipo de financiamiento y que estarían felices de participar en algún tipo de concurso”.

Asimismo, Melnick agrega que en rigor, cualquier vecino o vecina de la comuna que quiera ver el espectáculo tampoco estaría impedido de hacerlo. “La municipalidad le ha pasado al Teatro a Mil 600 millones sin ni una sola rendición, de una espectáculo que va a ocurrir de todas maneras en Santiago, y quien quiera ir a verlo puede ir sin ningún problema, solo que tienen que moverse un poquito al centro de Santiago. Esto es pagar 120 millones de pesos para que me hagan un espectáculo a la puerta de la casa, es un despropósito enorme con las necesidades sociales que tiene la comuna en este minuto”.

Por su lado, el concejal Julio Dittborn (UDI) detalla que esos 120 millones, de haber sido aprobados, no eran las únicas platas que desde el municipio se le entregaban a la fundación. “En los últimos 5 años (en realidad 3 porque durante los dos años de pandemia no se le dio plata a la Fundación Teatro a Mil), la Municipalidad de Las Condes le dio $600.000.000 a esta Fundación”, cuenta a La Tercera PM.

Por eso, en línea con lo señalado con Melnick, añade: “Los vecinos de Las Condes tienen muchas necesidades, propias de la clase media profesional. Transporte (la municipalidad financió el Metro desde la estación Manquehue hasta la estación Los Dominicos), seguridad ciudadana, Clinica Cordillera porque el sistema estatal de salud es pésimo, escuelas públicas de calidad con puntajes SIMCE y PSU similares a colegios particulares pagados de la comuna (Villa Maria, Verbo Divino, etc). Y nosotros con el Concejo nos debemos a satisfacer las necesidades de nuestros vecinos, después de pagar el impuesto del 40% al Fisco”.

31 minutos: Don Quijote de la Mancha, una de las obras al aire libre que iba a presentarse en Las Condes.

Cultura a los barrios

Sin embargo, la concejal Isidora Alcalde (Revolución Democrática) votó a favor de la subvención. Asegura que en ella pesó el convencimiento de estar dando un rol a la comunidad. “Mi voto fue a favor de la subvención de Las Condes a Santiago a Mil porque creo que el fomento de la cultura es fundamental y las obras de teatro entregan un gran valor artístico que es único para la comunidad. Sobre todo saliendo de una pandemia que nos tuvo casi 2 años sin actividades culturales y en la que la industria se ha visto profundamente afectada”, señala Alcalde a La Tercera PM.

“Tal como lo planteé en concejo, me parece lamentable la decisión porque creo que Santiago a Mil es un aporte a la cultura, a los barrios y a las redes culturales de Chile con el mundo”, añade.

Javiera Kretschmer también votó favorablemente. “Creo que en la diversidad está la riqueza. En Evópoli somos defensores de la cultura, la cultura debiera ser para todas y todos, y no podemos condicionarla porque solo 10 personas tienen ideología, si finalmente Las Condes tiene 300 mil habitantes, y en ellos no hay solamente una ideología. Hay muchas. Quizás mis visitantes se identifican como apolíticos. ¿Hasta donde vamos a poner la ideología versus la calidad de vida que le damos a nuestros vecinos a y vecinas?”.

“Para mí, fue sorpresivo y también fue decepcionante, porque creo que la cultura hay que llevarla a los barrios, hemos estado dos años encerrados por la pandemia, y tenemos que volver a ocupar los espacios públicos, sacar las pantallas”, añade la concejal.

¿Se podría revertir la decisión? Isidora Alcalde ve una forma: “La decisión se podría revertir a través de una decisión de alcaldía y espero que así sea. Me parece preocupante privar a las y los vecinos de la comuna de espectáculos de calidad por supuesta ‘ideologización’ de sus obras. El argumento sinceramente me parece muy absurdo y me deja impresionada de la forma en que analizan la sociedad ciertos sectores políticos”.

Consultada por la forma de financiamiento que hoy tiene Santiago a Mil, y de cuántos munipcios reciben dinero, desde la entidad precisan: “El festival es un proyecto nacional y descentralizado. Su modelo de financiamiento es público y privado, colaborativo, lo que permite realizar un festival en más de 20 comunas en la RM y en 14 ciudades en todas las regiones. Dentro de los recursos públicos tenemos aportes del gobierno central, a través de una subvención del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio; la Ley de donaciones Culturales, embajadas, recursos extranjeros de las coproducciones y el aporte de diversos municipios que, de acuerdo a sus recursos, aportan al festival”.

Luego siguen: “Esos aportes son variables, y pueden ser en recursos humanos y técnicos. Se orientan principalmente a los espectáculos gratuitos de calle, con el objetivo de dar acceso a los vecinos y vecinas de esas comunas a obras nacionales e internacionales de calidad. De los aportes privados, hace más de 20 años contamos con BHP Escondida como presentador, a los que se suman otros auspiciadores puntuales cada año”.

Teatro e ideología

El punto que señala Isidora Alcalde fue otro que estuvo en el centro líquido del asunto. Vanessa Kaiser asegura que rechazó la subvención porque a su juicio, lo que ofrece Teatro a Mil va contra la ideología de los vecinos de la comuna. “Acá hay una captura del Estado, un diseño de política pública que privilegia a un grupo por sobre cualquier otro oferente, hay un avance de ciertas ideas. cada uno hace sus ideas, pero no lo haga con los fondos de las personas que trabajan, que esas ideas proponen destruir. Tengo que ser leal al mandato que me dio el votante”.

La concejal lo ejemplifica en la dinosauria Pichintún, que a su juicio, promueve el nihilismo. “No podemos fomentar ideas que dejen a una persona inhabilitada mentalmente, y eso pasa cuando la convences de que no hay futuro, eso no lo voy a promover”.

Esa línea de argumentación no es compartida por Isidora Alcalde. “Creo que muchas veces se suele confundir el rol que tenemos como concejales y muchos caen en reflexiones inútiles que no tienen ningún sentido para la mayoría de la comunidad. El argumento que se dio en la sesión de concejo por el rechazo fue la ‘ideologización’ de sus obras. Y estamos hablando de obras que eran 31 minutos: Don Quijote de la Mancha, un circo aéreo europeo [Rouge!] y la Pichintún, una marioneta de dinosauria niña que busca hacer conciencia sobre el cuidado del medioambiente. Frente a esto, no veo otra cosa que fanatismo y completa desconexión con la realidad”.

La Pichintún es, efectivamente, una dinosauria argentina de cinco metros de largo que hace algunos años recorrió los calles de Santiago, narrando los riesgos de la extinción y, por lo mismo, tratando de explicarle a los humanos que no repitan los errores del pasado, para así no extinguirse como especie.

Javiera Kretschmer coincide en el punto anterior. “Considero legítimo el argumento de la subvención financiera porque consideraban que el monto era muy alto, pero un argumento de banderas ideológicas, me decepciona un poco, porque tenemos un contexto chileno que ya está muy polarizado, y esto hace que se polarice más”.

La Pichintún. Javier Salvo / Aton Chile

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